Cuarenta y ocho horas en las que descubrir las calles de una ciudad en la que bulle el diseño, la moda, la música más actual, una gran oferta hotelera y, cómo no, algunas de las propuestas gastronómicas más sorprendentes a nivel nacional e internacional. Y es que no en vano Barcelona es la ciudad española con más Estrellas MICHELIN y la tercera a nivel europeo.
Día 1: Descubriendo el centro de la ciudad
Por la mañana
Una buena manera de comenzar el día es pasear por La Rambla, una de las calles más turísticas de la ciudad, desde la que podemos acceder, a través de su icónico arco modernista, al Mercado La Boquería. En él, el mítico Bar Pinotxo fue parada indispensable para todo buen foodie que se precie. En su nueva ubicación, en el cercano Mercado de Sant Antoni, mucho menos turístico que el primero, podremos disfrutar de un desayuno fuerte o un tentempié de media mañana con algunos de los platos clásicos de la casa, ahora a cargo del sobrino del desaparecido Juanito.
Si preferimos empezar el día con un dulce, Barcelona es bien conocida por su gusto por la pastelería, con grandes casas como la de Escribà también en plena Rambla. Con una espectacular fachada modernista, en su interior podemos encontrar algunas de las creaciones salidas de la mente de Christian Escribà, cuarta generación de esta familia de pasteleros. Imprescindibles los panellets de piñones, los macarons o sus pasteles y bombones, auténticas obras de alta repostería en formato individual.
A menos de diez minutos a pie, encontramos el Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona, MACBA. Una parada obligatoria para los amantes del arte, con un espacio de veinte mil metros cuadrados en los que disfrutar de algunas de las exposiciones más interesantes de la ciudad. Cuenta con un bar abierto desde la una de la tarde hasta la noche, en horario ininterrumpido, así como una terraza en la Plaza dels Àngels.
Comida
Una buena idea para el almuerzo, sin salir del barrio de Raval, es Dos Palillos. Con el bulliniano Albert Raurich al frente, aquí encontramos una oferta basada en la fusión con la gastronomía del sudeste de Asia, en formato de tapas presentadas bajo dos únicos menús degustación con opción de maridaje. Cuentan también con Sake Bar, un espacio para ocho comensales que no acepta reservas, con una propuesta más informal a la carta y una selección de sakes, vinos y cervezas.
Por la tarde
Uno de los grandes reclamos de la ciudad es, sin lugar a duda, su arquitectura modernista. El Paseo de Gracia es una de las vías más importantes de Barcelona, con edificios tan representativos de este estilo, surgido a finales del siglo XIX, como Casa Batlló o La Pedrera – Casa Milà. Creados por Antoni Gaudí, arquitecto conocido en todo el mundo por su obra, están muy cerca de algunos de los hoteles más exclusivos de la capital catalana, como el lujoso Mandarin Oriental Barcelona. Este hotel ocupa las instalaciones de un antiguo banco y en ellas encontramos, además de una gran oferta gastronómica de primer nivel como el biestrellado Moments, espacios donde descansar de una frenética tarde de compras en la multitud de boutiques que salpican esta céntrica calle. Banker’s Bar, con techos decorados con cajas fuertes que recuerdan el origen de este edificio clásico, es un lugar perfecto para tomar un cóctel (también cuentan con opciones sin alcohol), una copa de vino o un buen cava catalán.
Cena y velada
En la antigua fábrica de cervezas Moritz, un edificio que data del año 1864 y que experimentó una notable renovación en 2011 a cargo del renombrado arquitecto Jean Nouvel podemos disfrutar, por supuesto, de una buena cerveza, así como de un par de restaurantes de nuestra selección para cenar. En alkostat, encontramos platos de base catalana de la mano del chef Jordi Vilà, pensados para compartir y elaborados con productos de proximidad.
Si queremos una propuesta más refinada, también firmada por el mismo cocinero, Alkimia, que comparte espacio en la primera planta del edificio, ofrece un único menú degustación en el que Vilà despliega todo su conocimiento de la “cuina catalana”, bajo un enfoque culinario contemporáneo centrado en los productos del mar. Como curiosidad, este establecimiento fue galardonado con el reconocimiento SBID International Design Awards en 2017 al mejor diseño de restaurante.
Para finalizar el día, una última copa en la azotea del Hotel Pulitzer Barcelona nos permitirá contemplar la ciudad desde uno de sus puntos más emblemáticos, con música en directo todos los miércoles y sesiones de DJ de jueves a domingo. Después, solo se puede soñar con pasar una noche inolvidable en una de sus noventa y una habitaciones diseñadas por Lázaro Rosa-Violán Studio. Bona nit, amics!
Día 2: Ciutat Vella, L’Eixample y Les Corts
Por la mañana
Barcelona tiene una buena selección de cafeterías de especialidad en las que disfrutar de un café de calidad. Una de las más conocidas, con varias ubicaciones en la ciudad y tostadora propia, desde la que sirven a todo el mundo, es NOMAD Coffee. En la gran barra de su local Nomad Coffee Lab en el Born, podemos descubrir diferentes granos y tuestes por los que son reconocidos como uno de los mejores rincones de la ciudad para los amantes del buen café. Solo se sirven variedades de temporada, en continua rotación, contando con tres para cafés espresso, cuatro para los de filtro, y entre dos y cuatro opciones frías, como su Nitro Cold Brew. No ofrecen azúcar, ni tampoco comida, tés o zumos, pero sí una amplia selección de cafés, merchandising, gadgets y libros en torno al mundo cafetero.
También cuenta con varias ubicaciones Demasié, pastelería que centra su oferta en la repostería de inspiración americana. Rolls, cookies y cakes hacen las delicias de los que se acercan a su local de Carrer de la Princesa a disfrutar de las elaboraciones creadas por los descendientes de una familia de pasteleros, asentada en Barcelona desde 1897. Disponen también de opciones veganas, así que aquí todos pueden darle un buen bocado a lo más dulce de la ciudad.
Tras este buen aporte calórico, podemos visitar el Museu Picasso y perdernos por las salas del que es uno de los grandes museos de Barcelona, dedicado en exclusiva a la obra del pintor malagueño, con cinco mil obras en su colección permanente.
Comida
Sin alejarnos demasiado de la zona, el restaurante Estimar es una excelente opción para la comida. Brasa, el mejor producto del mar seleccionado por la familia Bocanegra y el buen hacer del chef Rafa Zafra se combinan con excelentes resultados en este pequeño restaurante que, en boca de Ferran Adrià, es “la marisquería del siglo XXI”. Materia prima de calidad y elaboraciones sencillas para dejarse llevar y sino, que le pregunten a Mick Jagger, que ya se ha dejado ver alguna vez por aquí.
Por la tarde
Viajar a Barcelona sin explorar dos de sus tesoros turísticos más emblemáticos, el Park Güell y la Sagrada Familia, equivale a perderse dos de las joyas más fascinantes del modernismo catalán. Tanto el parque, declarado Patrimonio de la Humanidad en 1984, como la imponente catedral de la Sagrada Familia, a pesar de estar inacabada, son ya auténticos símbolos de la ciudad.
Cerca de ambos encontramos el hotel The One Barcelona, desde cuya elegante azotea podemos disfrutar de unas de las mejores panorámicas de la ciudad tomando una copa o picando algo.
Otro gran reclamo de Barcelona son sus numerosas tiendas de comestibles gourmet, como Colmado Múrria, un curioso establecimiento fundado en 1898 en pleno Eixample. Allí descubrimos una selecta variedad de productos (quesos, ahumados, embutidos, aceites, conservas, vinos…) en un bello local de reminiscencias modernistas. Cuenta también con varios espacios de restauración donde probar preparaciones más elaboradas. ¡Y no te pierdas las fantásticas fachada y cartelería del exterior!
Cena
Un magnífico cierre de este viaje es disfrutar del trabajo que desarrollan los mediáticos Sergio y Javier en Cocina Hermanos Torres. En esta antigua nave industrial, reformada para albergar este restaurante distinguido con las preciadas tres Estrellas MICHELIN, los gemelos despliegan su personal propuesta, a lo largo de un único menú degustación con productos de temporada y posibilidad de maridaje. Un emocionante viaje gastronómico con platos de elevada ejecución, que reflejan lo mejor del Mediterráneo.
¿Una última copa? Imprescindible pasarse por alguno de los locales ideados por el reconocido bartender Javier de las Muelas. En Dry Martini Bar encontramos una buena selección de cocktails, que le han convertido en una referencia de la mixología local. Como el propio nombre indica, están especializados en Dry Martini, pero aquí podemos dejarnos llevar y probar su amplia carta de coctelería clásica, así como otras de sus combinaciones más innovadoras. Ofertan también una pequeña selección de tapas para acompañar la experiencia.
Para descansar, el hotel boutique Casa Bonay ofrece una experiencia bien distinta a lo que el viajero puede estar acostumbrado, ya que hacen que sus huéspedes se sientan como auténticos barceloneses, más que como meros turistas. Sus sesenta y siete habitaciones, casi todas ellas con espacios exteriores, destilan buen gusto y sencillez, muy en la línea de lo que es esta maravillosa ciudad. No hay que perderse tampoco su oferta gastronómica, ni las interesantes actividades de todo tipo que suelen organizar.
Agenda de direcciones
Mercado La Boquería: La Rambla, 9, 08001 Barcelona
Bar Pinotxo: Carrer del Compte d'Urgell, 1 – Mercado de Sant Antoni, 18-21, 08011 Barcelona
Escribà La Rambla: La Rambla 83, 08002 Barcelona
MACBA: Plaça dels Àngels, 1, 08001 Barcelona
Sake Bar: Carrer Elisabets, 9, 08001 Barcelona
Casa Batlló: Passeig de Gràcia, 43, 08007 Barcelona
La Pedrera – Casa Milà: Passeig de Gràcia, 92, 08008 Barcelona
Banker’s Bar: Passeig de Gràcia, 40, 08007 Barcelona
Fàbrica Moritz Barcelona: Ronda de Sant Antoni, 41, 08011 Barcelona
Nomad Coffee Lab: Passatge Sert, 12, 08003 Barcelona
Demasié: Carrer de la Princesa, 28, 08003 Barcelona
Museu Picasso de Barcelona: Carrer de Montcada, 15-23, 08003 Barcelona
Park Güell: Carrer d'Olot, 12, 08024 Barcelona
Basílica de la Sagrada Familia: Carrer Mallorca, 401, 08013 Barcelona
Colmado Múrria: Carrer de Roger de Llúria, 85, 08009 Barcelona
Dry Martini Bar: Carrer de Aribau, 162, 166, 08036 Barcelona
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Imagen cabecera: Vista aérea de Barcelona © GettyImages
