Con la llegada de la primavera, la fiesta de los Patios y la Feria, Córdoba se convierte en un epicentro del turismo en Andalucía. Sus numerosos monumentos, sus museos e iglesias Fernandinas son puntos clave a recorrer en la ciudad, pero hay mucho más. Esta mini guía es un recorrido para vivir lo esencial de la capital y disfrutar, a su vez, de su parte más gastronómica.
1. Templo de templos
Cualquier viajero que se precie a desplazarse hasta Córdoba, no dejará pasar una visita a su Mezquita-Catedral, el monumento más importante del mundo islámico en occidente. Este templo, nombrado Patrimonio de la Humanidad en 1984, ha estado desde su primera construcción dedicado a diferentes divinidades. Con los visigodos se construyó la basílica de San Vicente sobre la que más adelante se edificó la primera mezquita dejando elementos constructivos de esa primera edificación en su interior. Más adelante, cuando la población musulmana fue creciendo, la mezquita sufrió tres ampliaciones que se explican a la perfección en las visitas organizadas que se realizan en su interior, además de su transformación en Catedral y la construcción posterior de su torre. ¡Un recorrido indispensable si se viaja hasta esta ciudad!
2. De picoteo en el casco histórico
Los alrededores de la Mezquita-Catedral son el lugar perfecto para comenzar una ruta gastronómica por la ciudad de Córdoba. Entre las calles de la que fuera la antigua judería se encuentran restaurantes clásicos que abanderan la cocina tradicional y regional. Taberna el nº10 es uno de ellos, un espacio dedicado a la Denominación de Origen Montilla-Moriles y a los bocados clásicos como el Flamenquín de lomo y jamón ibérico, el Salmorejo, la Mazamorra, el Cazón en adobo o las Puntas de solomillo y salsa verde. Otro de los grandes clásicos para disfrutar de la cocina tradicional cordobesa es Casa Pepe de la Judería, un restaurante con el típico patio andaluz y con una azotea perfecta para disfrutar prácticamente todo el año. Las Berenjenas con miel, el Rabo de toro, la Presa Ibérica de bellota con pimientos del piquillo confitados y el Bacalao confitado con tomate especiado y judías salteadas son algunas de las especialidades que se pueden probar en Casa Rubio, otro de los grandes templos gastronómicos clásicos del centro de la ciudad.
3. A todo color
A pocos pasos del centro histórico, se encuentran los Patios de Córdoba, unos patios privados típicos de las casas populares cordobesas que cada primera quincena de mayo abren sus puertas al público para poder enseñarles la belleza de su interior. Esta apertura forma parte de la Fiesta de los Patios de Córdoba, Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, donde se muestra la historia de las casas y su ornamentación con un sinfín de plantas de múltiples variedades que dan color a las paredes. Esta fiesta, además de poner en valor los patios como lugar de encuentro intercultural se ha transformado, además, en un concurso en el que participan todos los patios de la zona y en el que se juzga la belleza de la decoración floral de su interior. Además, a lo largo de estas dos semanas, en los patios se celebran conciertos, cantes y bailes de flamenco.
4. Alta cocina cordobesa
El templo de la alta cocina en Córdoba es, sin duda alguna, Noor. En este restaurante, cuyo nombre en árabe significa “luz”, Paco Morales hace un viaje por la historia, la esencia, la cultura y la gastronomía andalusí desde el Califato de Abderramán III, gracias al cuál la ciudad se convirtió en la más culta y avanzada de su época. Cada temporada, acompañados de documentalistas, historiadores, arqueólogos y diseñadores, la cocina de Morales es capaz de llevar a los comensales hacia una época histórica concreta. Esta temporada hace referencia al Fin del Siglo de Oro español del SXVII, donde interpretan la travesía de los andalusíes y el siglo de oro español a través de tres menús diferentes: Mudéjar, Morisco y Al-Yazira.
5. Conviviendo con la historia
Para entender la evolución de la ciudad de Córdoba se ha de recorrer el Alcázar de los Reyes Cristianos, una suerte de fortaleza y palacio que encierra en su interior parte de la historia de la ciudad. Allí se encuentran restos romanos y visigodos, pero también árabes, puesto que fue el lugar predilecto de los distintos gobernantes de la ciudad. Visitar la Sinagoga de Córdoba, la única en Andalucía y la considerada la tercera mejor conservada de toda España, es también hacer un repaso a su historia desde su construcción, entre los años 1314 y 1315 hasta la definitiva expulsión de los judíos. Para profundizar sobre los acontecimientos vividos en la ciudad, y la convivencia entre judíos, cristianos y musulmanes, vale la pena hacer una parada en el Museo Vivo de al-Ándalus localizado en Torre de la Calahorra, ubicado en el extremo sur del Puente Romano, en la que fuera la torre de control y defensa de la ciudad.
6. Cocina onírica
Más allá de los clásicos, la cocina moderna y creativa se está imponiendo en la ciudad de Córdoba. El mejor ejemplo de esta forma de entender la cocina es Vértigo, un restaurante donde los mundos imaginarios se sienten dentro y fuera del plato. El ambiente onírico de este local, creado por el afamado taller de José Miguel Piñero, lleva a los comensales a un viaje por los sueños del cocinero Javier Moreno y a una carta inspirada en recetas de todo el mundo, desde Asia hasta Latinoamérica haciendo parada en diferentes rincones de España. No te puedes marchar sin probar alguno de sus cócteles, servidos en jarras y tazas imposibles creadas por el mismo artista.
7. Alojamiento boutique
Vivir Córdoba de primera mano como un auténtico local pasa también por escoger un alojamiento único y especial donde dejar de ser un cliente más para ser un huésped. Esto es lo que sucede en Hotel Boutique Patio del Posadero, donde sus anfitriones, Lisa y José, hacen que cada persona que pasa por allí se sienta como en casa. Y es que este hotel está construido en una casa del siglo XV que aúna elementos originales de la arquitectura de la época con todos los lujos contemporáneos necesarios para disfrutar de su confort. Esa misma sensación es la que buscan transmitir a sus huéspedes desde Hotel Viento 10, un alojamiento de tan solo siete habitaciones con un diseño elegante y minimalista donde la arquitectura y la estética moderna contrastan con los arcos de ladrillo y las gruesas paredes de piedra del edificio del siglo XVI que lo acoge.
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Estas son solo algunas sugerencias a visitar (y degustar) en la ciudad, pero hay mucho más. Desde sus baños árabes, sus casas y palacios o sus conventos hasta las visitas en las afueras al Monasterio de San Jerónimo de Valparaíso o Medina Azahara. Este es un abreboca para comenzar a vivir la ciudad como un auténtico local.
Imagen cabecera: Patio cordobés © GettyImages
