En 2024, la Guía MICHELIN anuncia las primeras Llaves MICHELIN, una nueva distinción que reconoce a los hoteles más destacados de todo el mundo. Consulta aquí todo lo que necesitas saber sobre la nueva distinción.
Conseguir una Llave (80 establecimientos en Estados Unidos) y dos Llaves (33 hoteles también en el país) no es nada fácil, pero más difícil aún es conquistar tres Llaves, la máxima distinción hotelera de la Guía MICHELIN. En Estados Unidos, solo 11 hoteles han obtenido este reconocimiento. De ellos, cuatro tienen su sede en Nueva York.
Los hoteles con tres Llaves sobresalen en los cinco criterios utilizados para juzgar los hoteles por nuestros inspectores. En esta ocasión, nos hemos centrado en uno de ellos, el más fotogénico de los cinco: la arquitectura y el interiorismo.
A continuación encontrarás los cuatro espectaculares hoteles con tres Llaves de Nueva York.
Casa Cipriani
Distrito Financiero, ManhattanEmpecemos por el exterior: el deslumbrante Battery Maritime Building es una antigua terminal de transbordadores construida en 1909 en un espléndido estilo Beaux Arts. El lugar, de indiscutible belleza, es un ejemplo del lujo y la elegancia que caracterizaron las estaciones y nudos de comunicaciones de una Nueva York que hace tiempo dejó de existir. Desde la ventana de la sala de baile todavía pueden verse los muelles desde los que antaño embarcaban personas y caballos con destino a Brooklyn.
Las habitaciones y suites son la perfecta ilustración del diseño de lujo a la italiana, incluyendo, eso sí, detalles de la metalistería original y otros elementos del edificio primitivo (como las columnas centenarias en torno a las cuales han sido diseñadas algunas habitaciones). Es imposible olvidar donde estamos y el paisaje parece formar parte del interiorismo: basta asomarse a las ventanas para vislumbrar imponentes vistas del puente de Brooklyn y la estatua de la Libertad.
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Whitby Hotel
Midtown ManhattanEl hotel Whitby fue construido por el grupo Firmdale desde cero. De él nos llama la atención sus grandes ventanales, su abundante luz natural y, en particular, la maravillosa Whitby Suite que, con terrazas a ambos lados, es una verdadera joya sin parangón en toda la ciudad. El interior del hotel es otro notable ejemplo de la inagotable creatividad de la propietaria y diseñadora de interiores Kit Kemp. Para este proyecto, Kit quiso traer “un soplo de aire fresco hasta Midtown Manhattan”, un barrio que, según ella (y nosotros lo confirmamos), puede parecer demasiado serio.
Todo el hotel es un derroche de telas, estampados y llamativas piezas exquisitamente escogidas. Sobre la recepción cuelga un entramado de hilos con un arco iris de colores, mientras que el espacio entre los ascensores está ocupado por un reloj de pie que es una verdadera obra de arte. Sobre la barra del bar penden 52 cestas hechas a mano, sin duda uno de los adornos más originales para un bar que hayamos visto nunca.
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Aman New York
Midtown ManhattanEl Crown Building, construido en 1921, acogió entre 1929 y 1932 un prestigiosísimo inquilino: el Museo de Arte Moderno. Hoy, esta joya de estilo Beaux Arts rematada por dorados –la “corona” (crown) que le da nombre– alberga otro huésped también ilustre: el Aman New York. El hotel ocupa los pisos superiores y tiene su vestíbulo en la planta 14. De camino a tu suite (todas las estancias lo son y tienen una superficie de entre 70 y 257 m2) pasearás por interiores inspirados en el minimalismo japonés, decorados en tonos apagados y con maravillosas vistas de la ciudad como telón de fondo.
La calidad y elegancia de las habitaciones, entre las mejores del mundo, solo son superadas por el spa y las zonas comunes, entre las que se incluyen una terraza ajardinada, un lounge bar, un restaurante japonés y otro italiano y un club de jazz inspirado en los garitos de la Ley Seca.
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Crosby Street Hotel
Soho, Nueva YorkSí, el grupo Firmdale ganó dos veces Tres Llaves en Nueva York. El primer hotel del grupo en Estados Unidos, el Crosby Street Hotel, fue inaugurado en 2009 en un edificio construido ex profeso. De esta manera, lo que un día fue un aparcamiento vacío se convirtió en una hermosa referencia arquitectónica a los almacenes que antaño proliferaron en la zona. Desde el principio, los fundadores de Firmdale, Tim y Kit Kemp, se propusieron diseñar el espacio de sus sueños: el Crosby fue pues, un lienzo en blanco para la interiorista Kit Kemp, artífice de prácticamente todos los rincones con esa estética tan particular e inconfundible de los hoteles Firmdale.
Cada hotel Firmdale es, sencillamente, una obra de arte. Kemp, cuyo estilo se caracteriza por ser siempre un derroche de estampados y color, eligió para el Crosby dos importantes referentes: el “arte inspirado en la palabra escrita” y la obsesión de la ciudad de Nueva York por los perros. La primera explica la presencia de piezas construidas con palabras, entre ellas una cabeza gigante hecha solo con letras; la segunda, justifica las imágenes de aristocráticos canes como elementos centrales de la profusa decoración.
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Imagen de cabecera: © Aman New York