La capital de las islas Canarias está, gastronómicamente hablando, más en auge que nunca. Cada vez son más los locales con conceptos diferentes y rompedores que abren en Las Palmas de Gran Canaria dejando entrever que su cocina está completamente en boga. Rodeados de una historia rica, una cultura única, arte urbano y productos y vinos locales, en términos culinarios, Gran Canaria tiene mucho que ofrecer a los visitantes. Estos son algunos de los locales que dan prueba de ello, pero son muchos más los que merecen ser conocidos en un viaje a Las Palmas de Gran Canaria.
ADN local y sostenible
En el hotel Santa Catalina Royal Hideaway, en pleno corazón de Las Palmas de Gran Canaria, se encuentra el restaurante Muxgo, donde el chef Borja Marrero propone una cocina de proximidad basada en la ecología y la sostenibilidad, desde el origen del producto hasta su emplatado. Gran parte de los ingredientes que utilizan para la elaboración de sus menús, el Ejecutivo, Los Orígenes y Lo Más Profundo de Tejeda, provienen de sus propios huertos y de una granja ubicada en el centro de la isla, además de proveedores de cercanía que completan un listado de materias primas con sello canario. Sus elaboraciones tienen ADN local, no solo por los productos que utiliza sino también por las recetas que revisita como la Sopa de queso ligada con bienmesabe, roca de gofio y perlas de mandarina o el Despiece de oveja con arroz meloso.
Tintes vasco-navarros
Un viaje desde Canarias hasta el extremo norte de la Península Ibérica, eso es lo que se busca mostrar a través de Nákar, un restaurante vasco-navarro donde la cocina y el producto se ponen por delante de todo. Muestra de ello es su cocina abierta, esa que recuerda a los asadores vascos en donde el cliente puede disfrutar no solo de la gastronomía que llega a la mesa, también de la experiencia de ver cómo se manipula, cocina y emplata cada una de las materias primas que trabajan en su interior. Sus productos hacen viajes de 2000 kilómetros, desde las huertas vascas y navarras, para ofrecer al comensal lo mejor de estas dos tierras. Verduras, hortalizas, pescados y carnes son los ejes de una carta en la que tampoco faltan las etiquetas de vinos y txakolís locales.
El icono de la isla
Los hermanos Padrón, Juan Carlos y Jonathan, son las cabezas visibles, junto con la chef Icíar Pérez, de Poemas by Hermanos Padrón, ubicado en el histórico hotel Santa Catalina Royal Hideaway. Su nombre, Poemas, es un guiño a la obra del artista gran canario Néstor Martín-Fernández de la Torre, Poemas de los Elementos, que se plasma también en la carta del restaurante. Su saber hacer culinario es una combinación de la gastronomía local con las técnicas y aprendizajes de su paso por otras cocinas del mundo entre las que se dejan entrever la delicadeza de Francia, la expresión de los sabores asiáticos, los productos canarios y el recetario español.
Gran Canarias desde otro punto de vista
Abraham Ortega es el alma de Tabaiba, un restaurante que hace honor con su nombre a una planta autóctona de las islas cuya filosofía se centra en la cocina canaria evolutiva; dicho de otro modo, este local es una propuesta de carácter local y raíces humildes canarias donde el producto y su origen son los ejes que guían su menú degustación. Su materia prima se trabaja con sumo respeto, tanto por el producto en sí mismo como por los proveedores que lo hacen llegar al restaurante, dándole una nueva vida marcada por la tradición, la vanguardia y la transgresión.
Para todos los públicos
Concebida como una casa de comidas contemporánea, Deliciosamarta es un restaurante en el que a través de su carta se rinde pleitesía al producto de calidad y proximidad. Su cocina de mercado, con toques modernos y canarios, es la forma que tienen Marta Ponce Díaz y Pol Durán de dar valor a la isla en la que viven y de enseñar a sus comensales las bondades de esa tierra.
Aquí no se tira nada
Recién galardonados con una Estrella MICHELIN, María González y José Luis Espino siguen poniendo la gastronomía grancanaria en boca de todos desde su restaurante Bevir. Con solo año y medio de vida, en medio del barrio de Triana, su propuesta enfocada a la huerta y al mar, sigue enamorando paladares. Su mayor peculiaridad es que el 95% de su menú está elaborado con producto local proveniente de la huerta y del mar, sin olvidar que en su cocina no se genera ningún excedente, pues todos los restos de productos (pieles, tallos o espinas, por poner algunos ejemplos) se reutilizan para crear salsas, fondos o garums que acompañan la experiencia de sus elaboraciones. Su menú es una oda a canarias con bocados y sabores reconocibles permitiendo a los comensales disfrutar de un viaje alrededor de la cocina más tradicional y de sus materias primas más llamativas y sorprendentes.
Estos locales, con sus conceptos para todo tipo de públicos y gustos, son el ejemplo de que Las Palmas de Gran Canaria y su gastronomía están más en alza que nunca. Desde la cocina tradicional hasta la más moderna y vanguardista, las propuestas culinarias en la isla no dejan de crecer y son motivos más que suficientes para desplazarse hasta allí y conocerlas una a una.
