Reportajes 3 minutos 15 diciembre 2023

¿Dulce Navidad? Descubre algunos restaurantes interesantes por sus postres

La Navidad es una época para pensar en dulce. Tradicionales o modernos, la guinda final a toda comida o cena navideña es un buen postre. Esta regla de oro la conocen bien los cocineros y cocineras, que prestan especial atención a la última parte de las experiencias que brindan a sus comensales, y es que, la gastronomía no abarca solo el ámbito salado, también el apartado dulce. Estos son algunos restaurantes, incluidos en la Guía, que merecen la pena probar especialmente por sus postres.

Sabor del recuerdo

Helado de mantecado envuelto en cortezas © James Sturcke/El Portal de Echaurren
Helado de mantecado envuelto en cortezas © James Sturcke/El Portal de Echaurren

El pueblo de Ezcaray, en La Rioja, es uno de los destinos idóneos para disfrutar en estas fechas invernales. La naturaleza que lo rodea, sus tradicionales y conocidas mantas y el olor de las chimeneas encendidas de las casas de la villa hacen que resulte confortable pasar unos días recorriendo sus calles. Sin embargo, existen muchos más motivos por los que hacer una escapada a Ezcaray durante las fiestas navideñas. La pista de esquí de la estación de Valdezcaray es uno de ellos; un lugar perfecto para disfrutar de la nieve en medio de la Península Ibérica. Otro, la oportunidad de degustar la cocina que Francis Paniego elabora en su restaurante familiar El Portal de Echaurren. Sus elaboraciones, con una clara inspiración tradicional, buscan reinterpretar los sabores de la zona dándole una relevancia importante a las recetas del recuerdo. En su menú degustación, además de recorrer la comarca a través de platos elaborados con productos y materias primas locales, el apartado del dulce juega un papel fundamental. Formado en algunos de los mejores restaurantes y pastelerías de Europa, Pol Contreras es el responsable del I+D de Echaurren y su maestro chocolatero. Allí trabaja de primera mano chocolates provenientes de diversos rincones del mundo bajo el concepto Bean to Bar, que también es posible probarlo en el postre Chocolate, vainilla y tendones fritos al cacao que acompaña dos dulces más del menú degustación de 2023, el Helado de mantecado envuelto en cortezas y los Churros con crema y anís.


Postres de corazón dulce y base salada

Berenjena, ganache de chocolate con leche Valrhona, menta y yogur © Divinum
Berenjena, ganache de chocolate con leche Valrhona, menta y yogur © Divinum

Girona se ha convertido en una de las paradas esenciales para todos aquellos que van en busca de la nieve en Navidad, pero también de los que quieren disfrutar de una experiencia gastronómica de altura. A medio camino entre la Costa Brava y el Pirineo, esta ciudad se ha posicionado como un destino gastronómico de primer orden con El Celler de Can Roca a la cabeza, al que le siguen restaurantes como Bo.TiC, Massana o Els Tinars, por mencionar algunos, pues la selección de la Guía 2024 reúne más de 30 restaurantes solo en esta provincia. Entre ellos también se encuentra Divinum, especialmente conocido por su apartado dulce. Localizado en el casco antiguo de la ciudad, concretamente en los bajos del casino de Girona, con una sala decorada con clásicas bóvedas catalanas, la cocina tradicional de elaboración moderna es la que guía su base gastronómica. Tanto su carta como sus dos menús degustación hacen una oda al producto local haciendo especial hincapié en la cocina dulce, en manos de Arnau Casadevall, donde también trabajan con verduras. Su postre Berenjena, ganache de chocolate con leche Valrhona, menta y yogur, ha demostrado la originalidad y la dificultad de trabajar en el apartado dulce con una solanácea al mismo tiempo que sorprende a cada uno de los comensales. Tampoco se queda atrás otro de sus dulces, el Calçot a la brasa con puntos cítricos de mandarina y naranja, praliné de avellanas, helado de pieles de calçot y polvo de calçot ni su homenaje a la manzana de Gerona con La poma de Girona, un trampantojo con cobertura de manteca de cacao e interior de manzana.


Dulces con música de fondo

Beso, piruleta líquida de chicle de melón © Iván Balboa/ Alejandro Serrano
Beso, piruleta líquida de chicle de melón © Iván Balboa/ Alejandro Serrano

En medio de la meseta castellana existe una parada obligada para descubrir su gastronomía, especialmente si lo que buscas es probar el apartado dulce esta Navidad. En la ciudad de Miranda de Ebro, el joven cocinero Alejandro Serrano y todo su equipo han dado un giro al concepto gastronómico actual. La música, el arte plástico, efímero o digital, la escultura o el vídeo se entrelazan con una forma de entender la cocina que lo engloba todo, hasta crear una experiencia única en torno a la restauración. El color, la diversión y el sabor son tres de los ejes que guían la propuesta del restaurante Alejando Serrano desde el aperitivo hasta el postre. Rosalía y su canción Beso, ha sido parte de la inspiración del apartado dulce de su menú Bosque Marino. El estribillo de la canción, que reza "Huele a tabaco y melón y a domingo en la ciudad", ha dado lugar a tres elaboraciones dulces que Serrano ha llevado al plato: Por un lado, el Bizcocho efímero de tarta al whiskey Lagavulin y algodón; por otro, la Nata ahumada, toffe de lúpulo, avellana y mantequilla tostada; y, para finalizar, la Piruleta líquida de chicles de melón, un bocado que sin lugar a duda recuerda a la infancia y a las tiendas de golosinas.


Templo del dulce

Cocina del restaurante Enigma, de Albert Adriá © Pepo Segura/Enigma
Cocina del restaurante Enigma, de Albert Adriá © Pepo Segura/Enigma

Las luces navideñas y los mercadillos, como la Feria de la Sagrada Familia que se celebra justo delante de la basílica, es uno de los grandes reclamos turísticos de la Capital Condal además de la parte gastronómica. Son muchos los que aprovechan estas fiestas para disfrutar conociendo restaurantes, es por eso que, si hablamos de experiencias gastronómicas en donde el dulce tenga una relevancia especial, no puede faltar una visita a Enigma. Formado en pastelería en ElBulli y en numerosas pastelerías de prestigio como Turrul (Terrassa), Escribá (Barcelona) o Totel (Elda), Albert Adrià es uno de esos cocineros que busca el asombro y el disfrute del comensal prestándole especial atención al apartado dulce. Su menú degustación, que varía cada mes en función de los productos de la temporada, cuenta con entre 20 y 25 pases de los cuales los tres últimos son los postres. Su Membrillo y queso es un guiño a los sabores del recuerdo y de infancia donde el producto de la temporada hacía las veces de un postre perfecto. Con guiños asiáticos y mucho sabor local presentan su Caqui, yuzu y remolacha, un postre que mezcla una fruta y una hortaliza local con un cítrico chino, sin olvidar el pase del Chocolate, el punto final que no puede faltar en el apartado dulce.

Desde La Rioja hasta Cataluña, pasando por Miranda de Ebro, estos locales son solo una pequeña prueba de que la gastronomía tiene especial importancia en el ámbito dulce. Ahora más que nunca debemos tener en cuenta esa frase que dice: “Deja hueco para el postre”.


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Foto de portada: Cereza del Jerte con flor de sauco © Moisés Torné/Enigma

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