Reportajes 1 minuto 22 julio 2019

Tiramisú, variaciones sobre el tema

Descubriendo el postre italiano más famoso del mundo. Desde su receta clásica hasta sus más variadas interpretaciones.

Algunos platos lucen nombres tan acertados, que parecen haber salido de los más brillantes publicistas y expertos en marketing. Es éste el caso del Tiramisú, el célebre postre italiano a base de azúcar, huevos y queso Mascarpone. Un bocado dulce capaz de devolver las fuerzas hasta a los gourmets más fatigados. De allí su nombre, que significa literalmente “levántame”.

Dos regiones italianas del norte, Véneto y Friuli-Venezia Giulia, se pelean desde siempre la autoría de este dulce. Según la versión oficial, la que cuenta con más adeptos, el Tiramisú nació en los años 70 en la ciudad véneta de Treviso. Por otro lado, hay pocas dudas de que los venecianos, como buenos mercaderes que son, hayan contribuido al éxito nacional e internacional de este postre (“tiramisú” es una de las diez palabras italianas más conocidas en el extranjero).

Según Clara y Gigi Padovani, autores del libro “Tiramisú. Historia, curiosidades, interpretaciones del postre italiano más amado” (2016), el Tiramisú habría nacido en los años 40-50 en Friuli a mano del cocinero Mario Cosolo y bajo el nombre de “Coppa Vetturino Tirimesù”.  A finales de los años 50, el Tiramisú se servía en otro restaurante de la misma región, preparado por la cocinera y propietaria Norma Pielli.

El Tiramisú clásico alterna capas de bizcochos tipo Savoiardi –otro acertado invento dulce del norte del Bel Paese– imbuidos en un buen café, con capas de crema de huevos (primero las yemas y luego las claras a punto de nieve), azúcar y queso Mascarpone, que se obtiene añadiendo un poco de ácido cítrico y cuajando la nata. Se puede diluir en el café un poco de vino dulce Marsala. Una vez terminado, se espolvorea con cacao amargo.

Si es cierto que existe una receta original, también lo es que existen tantos Tiramisú como cocineros. Hay quien prescinde de las claras en la crema, quien cambia los Savoiardi por otro tipo de bizcochos o galletas, quien sustituye el Marsala con el licor Amaretto (a base de almendras amargas), quien prefiere el cacao azucarado y, el punto más controvertido, quien le añade nata.

En este sentido, los chefs al mando de los restaurantes seleccionados por la guía MICHELIN no son una excepción.

En el restaurante Ars Vivendi (Madrid), por ejemplo, preparan un Tiramisú con crema de Mascarpone, helado de café y galleta de chocolate.

En It, embajada ibicenca del reconocido chef italiano Gennaro Esposito, se sirve un postre llamado “Como un Tiramisù”.

Da Paolo (Barcelona), un clásico de la cocina italiana en España, se sirve un especial Tiramisú “cremoso”.

También encontramos esta especialidad dulce, en su versión clásica, en la carta de Flavia (Madrid).

En Orobianco (Calp), una novedad de la edición 2018 de la guía MICHELIN, el chef Enrico Croatti propone un “Tiramisú de Mamma Franca con crema helada de almendra”. 

Finalmente, en otra nueva incorporación, Atlantik Corner (Madrid, Bib Gourmand) se mantienen fieles a su doble alma gallega y portuguesa cambiando el Amaretto por el vino de Oporto y rebautizando este clásico italiano como “tiramisiño”. Buon appetito!

 

Foto: iStock

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