Reportajes 4 minutos 16 septiembre 2022

La alta gastronomía oculta tras las puertas de grandes bodegas

Cualquier propuesta culinaria, maridada con acierto, eleva la experiencia. ¿Conoces las bodegas donde este binomio funciona a la perfección?

Cada otoño las bodegas se convierten en el centro de todas las miradas. Cada vez son más los visitantes que destinan tiempo a conocer y profundizar en el mundo de la enología, una parte fundamental dentro de la gastronomía. Por ese motivo, no es de extrañar que en su interior hayan ido apareciendo restaurantes gastronómicos en los que disfrutar de una cocina cada vez más cuidada y maridada con vinos de altura. En la Ribera del Duero, Álava, Murcia y Bilbao se encuentran algunas de las propuestas donde conocer y disfrutar el mundo del vino y su cocina, más aún en época de vendimia.

El impresionante hotel-bodega Marqués de Riscal, en Elciego (Álava), diseñado por el conocido arquitecto canadiense Frank O. Gehry es uno de los ejemplos vitivinícolas, gastronómicos y de arquitectura conocidos a nivel mundial, además de haber sido reconocida en 2021 como la Mejor Bodega de Europa. Sus curvas de titanio, en rosa, oro y plata en recuerdo a los colores del vino y a la malla y las cápsulas de sus reconocidas botellas, encierran bajo su interior el restaurante gastronómico Marqués de Riscal. En manos del chef Francis Paniego, su carta enfocada a la cocina de autor maridada con vinos de la casa permite conocer la gastronomía de la tierra de la sierra riojana desde su base más tradicional y sus técnicas más modernas. Si hubiera que quedarse solo con tres de esas referencias serían su Finca Montico, un verdejo 100%, perfecto para maridar pescados, mariscos, pollo y carnes frías; su XR Marqués de Riscal, para servirse con platos más tradicionales como legumbres, guisos o asados; o uno de los más especiales, Frank Gehry Selection 2021, un vino que armoniza bien con jamón, quesos no muy curados, parrilla y asados. Aunque para gustos, están los colores.

Hotel Marqués de Riscal © Marqués de Riscal
Hotel Marqués de Riscal © Marqués de Riscal

Ambivium es la apuesta gastronómica de la bodega Pago de Carraovejas, localizada en Peñafiel (Valladolid). Allí, desde 2017, buscan crear una experiencia culinaria completamente diferente, alrededor del vino, conjugando a la perfección la cocina con el maridaje y la tradición con la innovación, todo dentro de una bodega que sorprende con más de 7.500 botellas y algunas referencias únicas. Y es que sentarse en su mesa es hacer su recorrido a lo largo de su geografía, disfrutando de productos de temporada de la tierra, además de un maridaje que empieza en sus propios viñedos para terminar pasando por algunos de los más interesantes del mundo. Una de las partes más llamativas de todo ese viaje gastronómico y vitivinícola es el despliegue de copas en las que se sirven cada uno de sus vinos. Más anchas, más estrechas, alargadas o con formas imposibles, la impresionante cristalería con la que juegan en cada pase cuenta con más de medio centenar de modelos de las marcas más prestigiosas.

Para cada vino elegimos una copa. © Javi García/Ambivium
Para cada vino elegimos una copa. © Javi García/Ambivium

El chef Víctor Gutiérrez es el responsable de hacernos disfrutar en el restaurante Taller ubicado en el interior de las Bodegas Arzuaga (Quintanilla de Onésimo, Valladolid), en el corazón de la Ribera de Duero. Allí, sus vinos son los responsables de regar cada uno de los menús basados en la cocina castellana de vanguardia elaborada con productos de la tierra y carne de caza procedentes, ambos, de su finca La Planta. Ese es el nombre de, posiblemente, una de sus etiquetas más conocidas: La Planta 2020, un vino elaborado en su totalidad con uvas procedentes de los viñedos de su finca, ideal para combinar con embutidos, arroces de mar y montaña, carnes blancas y pescados fritos y en salsa.

Comedor de Taller © Michelin
Comedor de Taller © Michelin

Sardón de Duero (Valladolid) acoge una de las bodegas con hotel más impresionantes y bellas de la zona, se trata de Abadía Retuerta LeDomaine. Localizado en un monasterio del siglo XII fundado por la Orden Premonstratense, esta antigua abadía dedicada a Santa María de Retuerta es hoy día uno de los destinos enoturísticos y gastronómicos más reconocidos dentro y fuera de nuestras fronteras. Su tradición vitivinícola, que encuentra su esencia y su razón de ser en el vino de pago, tiene más de ocho siglos pues fueron los monjes fundadores de la abadía los que iniciaron el cultivo de las vides y la producción de vino, contando en la actualidad con una Denominación de Origen Protegida propia: DOP Abadía Retuerta. Estos vinos excepcionales, entre los que destacan etiquetas como Abadía Retuerta Petit Verdot 2001 o su botella Magnum 2016, son el maridaje perfecto de Refectorio, el restaurante gastronómico del hotel, en donde Marc Segarra trabaja una cocina de temporada moderna, pero con base clásica, elaborada en su mayoría con producto proveniente de su propio huerto ecológico, además de los proveedores locales. Sus tres menús, que únicamente se sirven en horario de cena (salvo el domingo), tienen todos los ojos puestos en el producto local y en sus proveedores, dándoles especial protagonismo y contando la historia de cada uno de ellos mientras se maridan y disfrutan con cada uno de sus vinos.

Exteriores Abadía Retuerta LeDomaine © Abadía Retuerta LeDomaine
Exteriores Abadía Retuerta LeDomaine © Abadía Retuerta LeDomaine

Eneko Atxa es la cara que se esconde tras la propuesta Eneko, ubicado en la bodega de txakoli Gorka Izagirre, en Larrabetzu (Bilbao) el mismo pueblo donde se encuentra su restaurante Azurmendi y el mismo lugar en el que empezó el proyecto de ese conocido restaurante. Con un único menú degustación llamado Sutan, en castellano “a fuego”, su cocina parte de la tradición vasca para crear elaboraciones únicas, tecnificadas y llenas de sabor. Además, la sala cuenta con dos cocinas, ambas a la vista, que hacen las delicias de los comensales que adoran disfrutar del despliegue de productos y técnicas con las que trabajan los cocineros. Por supuesto, uno de sus grandes maridajes es, como no podía ser de otra forma, el txakoli y otros vinos blancos elaborados con variedades autóctonas.

 Interior del restaurante Eneko © Azurmendi/Eneko
Interior del restaurante Eneko © Azurmendi/Eneko

En Yecla (Murcia), ubicado en el interior de la bodega Señorío de Barahonda, se encuentra el restaurante Barahonda. Allí su chef Alejandro Ibáñez, propone una cocina moderna, de producto local, a través de la cuál profundiza en la historia de los viñedos. Platos como su Bombón de queso biológico bee con polvo de vino o su Hoja de monastrell de seta, son algunos de estos ejemplos que los clientes pueden disfrutar comiendo con vistas a las vides. Cualquiera de sus menús no incluye el maridaje, pero permiten a los visitantes conocer de cerca las elaboraciones que se hacen en su bodega a través de una gran selección de referencias entre las que resaltan los vinos de la Denominación de Origen Yecla, los de la región.

Chef Alejandro Ibáñez © Bodega Señorío de Barahonda
Chef Alejandro Ibáñez © Bodega Señorío de Barahonda

En la misma Milla de Oro de la Ribera del Duero, en Castrillo de Duero (Valladolid), se localizan las Bodegas Cepa 21, en cuyo interior se encuentra su restaurante homónimo Cepa 21. Sus vistas irremplazables a su increíble viñedo, sumadas a una gastronomía basada en la cocina tradicional y de temporada que no hace más que crecer, hacen las delicias de todos los amantes del vino y el comer bien.

Restaurante Cepa 21 © Luis Hevia
Restaurante Cepa 21 © Luis Hevia

Para mejorar la experiencia en todos estos restaurantes, y dependiendo de los horarios, recomendamos que intente recorrer las bodegas (muchas organizan visitas guiadas), pues es la mejor forma de conocer de cerca tanto su historia como la labor que realizan en los viñedos. ¡Convertirá una escapada gastronómica en un recuerdo imborrable!

Imagen de cabecera: © Ambivium

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