Viajes 26 septiembre 2025

10 ideas para disfrutar de la provincia de Ciudad Real

Un viaje por los tesoros culturales, históricos y gastronómicos de Ciudad Real, el escenario que inspiró las andanzas de don Quijote de La Mancha.

En un lugar de La Mancha… concretamente en la provincia de Ciudad Real, en el centro de la península, naturaleza, patrimonio y literatura se dan la mano. Aquí conviven ecosistemas de alto valor ambiental, volcanes, campos de olivos, viñedos y azafranales, junto a castillos de la Orden de Calatrava, yacimientos prehistóricos y los molinos de viento contra los que se batió el hidalgo caballero de Miguel de Cervantes.

El paisaje de esta zona privilegiada de Castilla-La Mancha se teje con encaje de bolillos, revive en el teatro del Siglo de Oro y se hace tangible en el Corral de Comedias de Almagro, todo ello acompañado por la hospitalidad de sus gentes y una gastronomía contundente que hace de la sobriedad bandera y de la honestidad, su sello propio.

Por tierras de Ciudad Real, restaurantes de la selección MICHELIN revisitan recetas ancestrales, no sin aportarles toques de modernidad, mientras que numerosas queserías y bodegas demuestran un respeto reverencial a las raíces manchegas. No es de extrañar que este mosaico de paisajes, sabores y tradiciones sirviera de inspiración para los delirios de don Quijote, uno de los personajes más insignes de la literatura.

¿Preparados para convertirnos en caballeros andantes y comenzar la aventura manchega? Aquí van 10 ideas para disfrutar de la provincia de Ciudad Real con todos los sentidos.

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Productos de proximidad con sabores del Campo de Montiel, premisas de Coto de Quevedo; y la 'nueva cocina manchega' que propone el restaurante Epílogo. © Izquierda: Coto de Quevedo / Derecha: Miguel Muñoz/Epílogo
Productos de proximidad con sabores del Campo de Montiel, premisas de Coto de Quevedo; y la 'nueva cocina manchega' que propone el restaurante Epílogo. © Izquierda: Coto de Quevedo / Derecha: Miguel Muñoz/Epílogo

1. El buen yantar y la excelencia gastronómica manchega


Si el caballero de la triste figura sentenciaba en El Quijote que “las penas con pan son menos”, nosotros hacemos nuestras sus palabras… y elevamos la apuesta gastronómica hasta los restaurantes con el sello MICHELIN de la provincia de Ciudad Real.

En Torre de Juan Abad, al sureste de la provincia, se encuentra un establecimiento excelente: Coto de Quevedo. En el interior del hotel homónimo, el restaurante se desdobla en dos proyectos: Evolución (con una Estrella MICHELIN), y Origen (Recomendado por la Guía). Respecto al primero, con vistas a la campiña manchega, el chef Antonio Medina realza el producto de proximidad y los sabores de la comarca del Campo de Montiel, donde se ubica. ¿Lo más especial? Probablemente su devoción por los productos cinegéticos (perdiz, jabalí, conejo, corzo) y su defensa del entorno rural.

Ya en Tomelloso, brilla Epílogo, distinguido con una Estrella MICHELIN. El local sublima la 'nueva cocina manchega de vanguardia' a base de pequeños bocados, por obra y gracia del chef Rubén Sánchez-Camacho. Una propuesta que invita a recorrer las historias del Guadiana a través de ingredientes y recetas de cada región bañada por sus aguas, desde Castilla-La Mancha hasta Andalucía. Imprescindible degustar su Buñuelo de sopas de ajo.

Si lo que buscamos son las raíces gastronómicas de la zona, en Ciudad Real capital nos espera un restaurante entrañable y más que especial: Mesón Octavio. Allí el comensal se sumerge en la cocina de las abuelas, con un mimo extremo en guisos como el Pisto manchego, las Migas del Pastor & Huevos de gallina feliz o las Albóndigas de jabalí. Con una excelente relación calidad-precio (reconocida con el Bib Gourmand), este local familiar, dirigido por tres hermanos, apuesta por una cocina emocional… ¡y cumple su promesa a rajatabla!


Retama, recetario manchego tradicional con técnicas actuales; y el aeródromo del hotel La Caminera Club de Campo. © Izquierda: Retama. / Derecha: Hotel La Caminera Club de Campo
Retama, recetario manchego tradicional con técnicas actuales; y el aeródromo del hotel La Caminera Club de Campo. © Izquierda: Retama. / Derecha: Hotel La Caminera Club de Campo

2. Saborear una Estrella MICHELIN y dormir en un exclusivo Club de Campo


Otro lugar muy recomendable de la provincia de Ciudad Real es el Hotel La Caminera Club de Campo, que entre sus singulares servicios ofrece un espacio exclusivo para la caza, campo de golf de nueve hoyos, spa con tratamientos a base de aceite de oliva y… ¡hasta una pista de aterrizaje para jets privados! Situado en Torrenueva, este confortable hospedaje también destaca por su oferta gastronómica, gracias al restaurante Retama. La Estrella MICHELIN de este recinto sobrio y acogedor, a cargo del chef Miguel Ángel Expósito, se fundamenta en el legado culinario del recetario manchego tradicional, con toques andaluces por los orígenes sevillanos del cocinero, y se refleja en tres menús degustación, uno de ellos dedicado a los productos cinegéticos.


Los molinos de viento de Campo de Criptana forman parte ineludible de su mítico paisaje manchego. © MICHELIN
Los molinos de viento de Campo de Criptana forman parte ineludible de su mítico paisaje manchego. © MICHELIN

3. Campo de Criptana, tras los pasos de don Quijote


En el corazón de La Mancha, hay un lugar envuelto en magia, pintado de blanco y añil: Campo de Criptana, conocido como 'Tierra de Gigantes' por la presencia de sus emblemáticos molinos de viento. Son los mismos contra los que se batió el hidalgo caballero don Quijote, al confundirlos con gigantes en el capítulo más conocido de la historia de la literatura española. Declarados Bien de Interés Cultural, sus 34 molinos permiten al viajero descubrir el proceso de molienda tradicional (en algunos casos incluso por la noche), un viaje que transporta directamente al pasado.

En Campo de Criptana, limítrofe con las provincias de Toledo y Cuenca, también resulta imprescindible pasear por su estético barrio del Albaicín, entre la Sierra de los Molinos y el centro histórico: callejuelas intrincadas, pendientes pronunciadas, casas bajas blancas con zócalo azul añil, tejas árabes rojizas y rejas de forja que conservan intacto el espíritu manchego.


Soportales del pueblo medieval de Almagro, paradigma del Siglo de Oro; y el famoso encaje de bolillos, seña de identidad del lugar. © Izquierda: Turismo Almagro / Derecha: Turismo de Castilla-La Mancha
Soportales del pueblo medieval de Almagro, paradigma del Siglo de Oro; y el famoso encaje de bolillos, seña de identidad del lugar. © Izquierda: Turismo Almagro / Derecha: Turismo de Castilla-La Mancha

4. Almagro: epicentro del teatro clásico, el encaje de bolillos y las berenjenas


Si existe un lugar en España que atesora el excepcional patrimonio teatral del Siglo de Oro, ese es Almagro. Famoso por su Corral de Comedias, teatro del siglo XVII que conserva intacta su belleza y estructura original, esta localidad del Campo de Calatrava presume de un conjunto histórico-artístico que bien merece una parada en el viaje. Palacios, iglesias, conventos, patios de singular encanto, su Plaza Mayor o el Museo Nacional de Artes Escénicas conforman el escenario de este pueblo medieval —el tercero más visitado de Castilla-La Mancha—, que cada año acoge el prestigioso Festival Internacional de Teatro Clásico.

Al recorrer sus calles, sorprende al viajero un característico sonido acompasado e incesante: el del encaje de bolillos, esos que caracterizan la artesanía más representativa del lugar. Ver a las mujeres trabajar con esta técnica, originaria del siglo XVI, en plena plaza o en cualquier rincón del municipio, es todo un espectáculo. Otra seña de identidad la encontramos en la mesa, con la berenjena de Almagro, encurtido autóctono, pero de raíces árabes, conocido en el mundo entero. Y aún hay más: su pan en cruz, una delicia local que merece ser probada.


Humedal de Las Tablas de Daimiel, Reserva de la Biosfera; y una de las preciosas cascadas de las Lagunas de Ruidera, de gran riqueza biológica. © MICHELIN. / Derecha: © Jose Ramiro Laguna/iStock
Humedal de Las Tablas de Daimiel, Reserva de la Biosfera; y una de las preciosas cascadas de las Lagunas de Ruidera, de gran riqueza biológica. © MICHELIN. / Derecha: © Jose Ramiro Laguna/iStock

5. Entre humedales, lagunas y volcanes: la naturaleza en Ciudad Real


La provincia de Ciudad Real es tan rica como variada, y en ella encontramos diversos espacios naturales que merecen ser visitados.

Entre ellos destaca Las Tablas de Daimiel, un humedal declarado Parque Nacional en 1973 y Reserva de la Biosfera en 1981. Último representante de un ecosistema denominado tablas fluviales, formado por el desbordamiento de los ríos Guadiana y Cigüela, este espacio alberga una gran variedad de especies de flora y fauna. Además de su récord histórico en el censo de aves acuáticas, este año, por primera vez, el flamenco común ha criado dentro del parque.

Al este, otro Parque Natural más que recomendable es el de las Lagunas de Ruidera, uno de los parajes más sorprendentes de España. Sus quince lagunas, de aguas transparentes y azul turquesa intenso, se comunican entre sí formando cascadas y saltos, rodeadas de una extraordinaria riqueza biológica y paisajística. Es un enclave ideal para practicar kayak u otros deportes de naturaleza y aventura, o simplemente pasear al atardecer.

Para los amantes de la geología, especialmente de los volcanes, en el Campo de Calatrava, te espera el Geoparque Volcanes de Calatrava, un patrimonio natural privilegiado que ofrece visitas guiadas.


 En la bodega Encomienda de Cervera se elaboran vinos y aceite de oliva volcánicos ecológicos. © Encomienda de Cervera
En la bodega Encomienda de Cervera se elaboran vinos y aceite de oliva volcánicos ecológicos. © Encomienda de Cervera

6. Tierra de vinos milenarios en la zona vitivinícola más extensa del mundo


La Mancha es una tierra de horizontes abiertos, sin grandes desniveles, con una profunda vocación vinícola que la ha convertido en cuna de vinos de gran calidad. El terruño de la llanura manchega, de suelos calizos, resulta especialmente propicio para vinos tintos de cuerpo, ideales para la crianza. El cultivo de la vid ya era habitual en tiempos romanos, y la D.O. La Mancha mantiene viva esa tradición milenaria, a la vez que ostenta el título de la zona vitivinícola más extensa del mundo. También Valdepeñas cuenta con su propia D.O., reconocida por sus vinos sencillos pero interesantes, y por su Museo del Vino, que ofrece al viajero un recorrido por la historia y las bodegas subterráneas de la región.

Entre sus innumerables bodegas, destaca Encomienda de Cervera, situada en un singular paraje volcánico a 800 metros de altitud. Allí se elaboran excelentes vinos y aceites de oliva volcánicos ecológicos. Entre las posibles visitas, merece la pena adentrarse en uno de los volcanes dentro de la finca, Maar de la Hoya de Cervera, declarado Monumento Natural en 1999. Otro ejemplo a señalar es Bodegas Castiblanque, con 120 hectáreas de viñedo propio y un completo programa de enoturismo que incluye catas de mosto y vino en rama de depósito, comidas al aire libre y muchas más experiencias para elegir.


La iglesia del Cristo del Valle, del siglo XVIII; el castillo de Calatrava La Nueva, de 46.000 metros cuadrados; y el yacimiento prehistórico de Motilla del Azuer. © Izquierda: MICHELIN / Centro: Turismo Castilla-La Mancha / Derecha: Turismo Castilla-La Mancha
La iglesia del Cristo del Valle, del siglo XVIII; el castillo de Calatrava La Nueva, de 46.000 metros cuadrados; y el yacimiento prehistórico de Motilla del Azuer. © Izquierda: MICHELIN / Centro: Turismo Castilla-La Mancha / Derecha: Turismo Castilla-La Mancha

7. Viaje en el tiempo: castillos, yacimientos y pueblos con historia


La Mancha es presente y futuro, pero sobre todo pasado, raíz y tradición. Esa herencia se refleja en tres enclaves emblemáticos: San Carlos del Valle, el Castillo de Calatrava la Nueva y el yacimiento prehistórico de la Motilla del Azuer.

La primera parada nos lleva a un precioso pueblo de poco más de mil habitantes, conocido como 'el Vaticano manchego', en pleno corazón del Campo de Montiel. San Carlos del Valle exhibe una grandeza monumental, visible en su impresionante Plaza Mayor, considerada una de las más bellas de España, y en la Iglesia del Cristo del Valle, del siglo XVIII y de estilo barroco.

Igualmente, sorprende la visita al Castillo de Calatrava la Nueva (en Aldea del Rey), una fortaleza imponente, sede histórica de la Orden de Calatrava. Sus 46.000 metros cuadrados forjados en piedra y sus vistas infinitas sobre el paisaje manchego nos transportan directamente a tiempos medievales.

Por último, merece la pena destacar Motilla del Azuer, un yacimiento singular con más de 4.000 años de historia. Situado en el entorno de Daimiel, está considerado el pozo más antiguo de la península y constituye un ejemplo excepcional de las motillas de la Edad del Bronce.


 En Quesos La Casota se elabora de principio a fin el auténtico DOP queso manchego. © Quesos La Casota
En Quesos La Casota se elabora de principio a fin el auténtico DOP queso manchego. © Quesos La Casota

8. El lujo de acompañar al maestro quesero y descubrir el queso manchego


Es difícil encontrar algo más auténtico que el queso manchego. Esta joya culinaria de la provincia de Ciudad Real, todo un clásico de la gastronomía española, se elabora con leche de oveja de raza manchega, una maduración mínima de 30 días y un saber hacer que se ha transmitido de generación en generación durante siglos. La Denominación de Origen Protegida (D.O.P.) asegura que cada pieza cumpla con los estándares de calidad que lo han hecho mundialmente reconocido. Visitar la casa de los multipremiados Quesos La Casota (en La Solana), o acompañar al maestro quesero de Finca La Granja para descubrir los secretos que se esconden detrás de cada elaboración, es un auténtico lujo.


En Pastelería La Rosa, Jesús Quirós y su familia elaboran dulces manchegos típicos con recetas tradicionales. © Pastelería La Rosa
En Pastelería La Rosa, Jesús Quirós y su familia elaboran dulces manchegos típicos con recetas tradicionales. © Pastelería La Rosa

9. Un buen sabor de boca: Pastelería La Rosa


Recorrer la provincia de Ciudad Real y no probar alguna de las delicias de la Pastelería La Rosa sería un auténtico delito gastronómico. En este rincón de Alcázar de San Juan, trabaja los dulces Jesús Quirós, actual mejor maestro chocolatero de España, vencedor del Spanish World Chocolate Máster 2025. Representa la quinta generación de un negocio familiar extraordinario, donde el recetario clásico de los bisabuelos sigue vivo en forma de Pestiños de miel, Mantecados manchegos, Mazapán, Empanadillas de cabello de ángel u Hojaldres, todos elaborados artesanalmente y en el día (en temporada alta llegan a preparar hasta 150 productos diferentes). Y una curiosidad que nos contó Quirós: la receta de su Crema pastelera, celestial y con un ingrediente diferenciador que nadie conoce, no está escrita —la original se quemó—, pero ha pasado de generación en generación como un tesoro bien guardado.


Sobrevolar en globo toda la provincia de Ciudad Real, una perspectiva diferente de la tierra de El Quijote. © Izquierda: Globos Castilla La Mancha / Derecha: © Globos Castilla La Mancha
Sobrevolar en globo toda la provincia de Ciudad Real, una perspectiva diferente de la tierra de El Quijote. © Izquierda: Globos Castilla La Mancha / Derecha: © Globos Castilla La Mancha

10. La tierra de don Quijote, a vista de pájaro


Disfrutar de la provincia de Ciudad Real pasa por degustar sus productos más emblemáticos, recorrer sus ciudades históricas, desentrañar las claves de su pasado y abrirse a su paisaje natural. Pero aún hay más… se puede cerrar la visita con una apuesta diferente: un viaje en globo. Con el amanecer, la vista a vuelo de pájaro resulta inolvidable, ya sea partiendo desde el Castillo de Calatrava la Nueva o desde otro punto. Globos La Mancha acepta sugerencias del viajero —siempre que las condiciones climatológicas y las corrientes del viento lo permitan— e invita a descubrir el paisaje manchego desde las alturas. Una experiencia extraordinaria que brinda una visión de 360° de la tierra que inspiró las andanzas de don Quijote de La Mancha, su mejor embajador.



Imagen de cabecera: © Angelo D'Amico/iStock

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