Viajes 7 minutos 04 julio 2025

Los 10 pueblos costeros más gourmets de España

El mar las une y la excelencia las define. Estas villas marineras brillan por su paisaje y su cocina, con sello MICHELIN.

Si recorremos el mapa de España dibujando su contorno de norte a sur y de este a oeste, encontramos pueblos mecidos por la brisa del mar con una oferta gastronómica digna de los paladares más exigentes. En ellos, la cocina de autor convive con la tradición marinera en restaurantes seleccionados por la Guía MICHELIN.

Desde Cambados, villa gallega y cuna del albariño, hasta la tradición salinera ibicenca de Sant Josep de Sa Talaia, este recorrido atraviesa playas inmaculadas, rías, acantilados, puertos pesqueros, castillos y fortalezas. Y en cada parada, un restaurante —o varios— que bien merece el viaje. Os invitamos a saborear la costa española y descubrir los pueblos más gourmets del país. 

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1. Cambados, Galicia: cuando el Atlántico mece la cuna del albariño

Rodeada de viñedos, bosques y montes, y con un casco histórico declarado Bien de Interés Cultural, Cambados (Pontevedra) es una de esas villas marineras que se descubren mejor a pie, entre calles esculpidas en granito y vistas abiertas al mar. Las bateas flotantes (estructuras de madera donde crecen mejillones) dibujan una estampa muy gallega sobre el Atlántico. Y no es casualidad que este lugar sea reconocido como la cuna del albariño, D.O. Rías Baixas, que riega una gastronomía recién llegada del océano.

Desde esas mismas aguas bravas parte la propuesta del restaurante Yayo Daporta, con una Estrella MICHELIN. Aquí se practica una cocina gallega actualizada, “con buen gusto y sentido común”. Mejillones, berberechos, percebes, gelatina de algas y navajas en diferentes texturas se reparten en dos menús (Degustación y Gran Menú Yayo Daporta), en diálogo constante con el entorno. Desde el fondo marino hasta las huertas (una de ellas, en el propio restaurante), todo se traduce en platos que saben a origen. Especialmente interesante su homenaje al albariño en los postres.

Más restaurantes en Cambados, seleccionados por la Guía MICHELIN: A Taberna do Trasno y Posta do Sol.

Puente de piedra con vistas a Cambados (Pontevedra). © David Andres Gurierrez/iStock
Puente de piedra con vistas a Cambados (Pontevedra). © David Andres Gurierrez/iStock

2. Ribadesella, Asturias: construcciones indianas y coherencia en los fogones

Siguiendo la orilla del mar por el oeste, llegamos hasta Ribadesella, destino que protagoniza todos los veranos el famoso Descenso Internacional del Sella en canoa, declarado Fiesta de Interés Turístico Internacional. En la costa oriental de Asturias, frente al Cantábrico, y a los pies de los Picos de Europa, este pueblo se abre entre montañas, playas, acantilados y construcciones indianas de principios del siglo XX. En esta villa marinera de 85 km² esperan al viajero un santuario del arte rupestre declarado Patrimonio de la Humanidad (la cueva de Tito Bustillo), así como algunos de los mejores fogones de la provincia.

En este contexto, brilla con una Estrella MICHELIN Ayalga, en las faldas del hotel Villa Rosario Palacete (un palacio indiano de 1914) y a un paso de la playa de Santa Marina. Aquí, el chef Israel Moreno defiende una 'gastronomía asturiana a contracorriente', que se rige por la innovación culinaria, por los ingredientes locales y por el sello de Marcos Granda, el famoso sumiller de Skina. El restaurante ofrece dos menús degustación, marinados con grandes tragos de coherencia, que incluyen platos como el Solomillo de corzo con puré especiado de calabaza.

Más restaurantes en Ribadesella, seleccionados por la Guía MICHELIN: La Huertona.

La terraza acristalada de Ayalga y sus impresionantes vistas al Cantábrico. © Jonathan Hevia/Ayalga
La terraza acristalada de Ayalga y sus impresionantes vistas al Cantábrico. © Jonathan Hevia/Ayalga
La cocina de este restaurante con Estrella sublima los productos del entorno con gran calidad técnica. © Trucha Asalmonada/Ayalga
La cocina de este restaurante con Estrella sublima los productos del entorno con gran calidad técnica. © Trucha Asalmonada/Ayalga

3. San Vicente de la Barquera, Cantabria: patrimonio y pescados salvajes

San Vicente de la Barquera, en la costa occidental de Cantabria, es un encantador y pintoresco pueblo marinero famoso por su patrimonio medieval, como el castillo del Rey o la iglesia de Santa María de Los Ángeles. Con vistas a los Picos de Europa, entre bosques, dunas, estuarios y playas abiertas al Cantábrico, aquí el mar sigue marcando el pulso de la vida diaria, especialmente en su activo puerto pesquero.

En lo gastronómico, pocos lugares reflejan tan bien la tradición local como Sotavento, un restaurante de gestión familiar que ha hecho del producto su mejor carta de presentación. Mariscos y pescados salvajes llegan directamente del entorno, y los arroces —como el de bogavante— hacen honor a la gran reputación ganada con el tiempo. Las zamburiñas son otro de sus imprescindibles.

Más restaurantes en San Vicente de la Barquera, seleccionados por la Guía MICHELIN: Augusto y Las Redes.

San Vicente de la Barquera, pintoresco pueblo marinero de Cantabria. © MEDITERRANEAN/iStock
San Vicente de la Barquera, pintoresco pueblo marinero de Cantabria. © MEDITERRANEAN/iStock

4. Hondarribia, País Vasco: un entorno privilegiado para la 'Cocina del Bidasoa'

Angostas calles adoquinadas, casas de colores y un casco antiguo amurallado junto a la desembocadura del río Bidasoa dan la bienvenida al viajero en Hondarribia, uno de los pueblos más bonitos del País Vasco. Al nordeste de Gipuzkoa, bañado por el Cantábrico, este destino combina historia —con el antiguo castillo de Carlos V convertido en parador—, una playa que es un verdadero reclamo turístico y una escena gastronómica en ebullición, liderada por jóvenes (grandes) chefs que reparten su excelencia por toda la villa.

Entre tanto talento, destaca el de los hermanos Txapartegi, responsables de Alameda y defensores de la máxima de su abuela Julia, de quien heredaron su manera de entender la cocina: 'cuanto más corta sea la distancia entre la tierra y el fogón… mejor'. Con una Estrella MICHELIN, huerta propia, dos menús degustación (Hondarribia y Gartzinea) y una carta con pescados a la parrilla de las lonjas locales, su propuesta reivindica lo que ellos llaman la 'Cocina del Bidasoa'. Entre todos sus espacios, algunos más informales, la terraza brilla con luz propia durante los meses más cálidos.

Más restaurantes en San Vicente de la Barquera, seleccionados por la Guía MICHELIN: Gran Sol, Laia Erretegia y Sutan.

El río Bidasoa, a su paso por Hondarribia, es el escenario de la 'Cocina del Bidasoa' de los hermanos Txapartegi. © nito100/iStock
El río Bidasoa, a su paso por Hondarribia, es el escenario de la 'Cocina del Bidasoa' de los hermanos Txapartegi. © nito100/iStock
El restaurante Alameda dispone de dos menús degustación que reivindican los sabores de la comarca de Bidasoa-Txingudi. © mandragora/Alameda
El restaurante Alameda dispone de dos menús degustación que reivindican los sabores de la comarca de Bidasoa-Txingudi. © mandragora/Alameda

5. Cambrils, Cataluña: mar y montaña en la Costa Dorada

En el corazón de la Costa Dorada, a pocos kilómetros al sur de Tarragona y en la comarca del Baix Camp, Cambrils posee todos los ingredientes para destacar como uno de los pocos pueblos costeros catalanes de mar y montaña. Con diez playas de arenas finas y doradas (todas ellas con la distinción Bandera Azul) y el Parque Natural del Delta del Ebro a pocos kilómetros, esta villa es considerada la capital gastronómica de la Costa Dorada.

Un título que se confirma, entre otras cosas, gracias a restaurantes como Can Bosch, con una Estrella MICHELIN. Fundado hace más de medio siglo como un humilde bar de pescadores, el restaurante ha sabido mantener intactos sus valores: honestidad en el oficio y un profundo respeto por el producto de cercanía. Aquí el mar se sirve en el plato: destacan las langostas y bogavantes por encargo, además de los arroces de variedad Carnaroli procedentes del Delta del Ebro, que han alcanzado fama por méritos propios.

Más restaurantes en San Vicente de la Barquera, seleccionados por la Guía MICHELIN: Rincón de Diego, Bresca, Hiu y Miramar.

Puerto marítimo de Cambrils, capital gastronómica de la Costa Dorada. © Gerold Grotelueschen/iStock
Puerto marítimo de Cambrils, capital gastronómica de la Costa Dorada. © Gerold Grotelueschen/iStock
La excelencia de los fogones de Can Bosch rinde homenaje al mar. © Can Bosch
La excelencia de los fogones de Can Bosch rinde homenaje al mar. © Can Bosch

6. Dénia, Comunidad Valenciana: la inspiración del Mediterráneo o cómo 'cocinar la belleza'

A medio camino entre Valencia y Alicante, Dénia es uno de los destinos mediterráneos por excelencia, con más de 20 kilómetros de costa y playas divididas entre Les Marines y Les Rotes. Desde lo alto de su castillo (una fortaleza de origen islámico) se divisa la isla de Ibiza en los días claros, mientras que en el puerto, la lonja y el barrio de pescadores late la vida diaria de un destino que, en 2025, fue declarado Ciudad Creativa de la Gastronomía por la UNESCO.

Gran parte de ese reconocimiento tiene nombre propio: Quique Dacosta, chef del restaurante homónimo en Dénia, que demuestra cada día su empeño por 'cocinar la belleza' bajo el amparo de sus tres Estrellas MICHELIN. Inspirado en el Mediterráneo, el chef trasciende lo previsible con una propuesta innovadora que se afana por dejar huella en la memoria del comensal. Octavo, así se llama su menú degustación multisensorial, traza un relato inspirado en las siete artes, en un ejercicio de alto vuelo conceptual.

Más restaurantes en Dénia, seleccionados por la Guía MICHELIN: Peix & Brases

Vistas del puerto marítimo y la fortaleza de Dénia. © Mark Seaden/iStock
Vistas del puerto marítimo y la fortaleza de Dénia. © Mark Seaden/iStock
Uno de los platos de Octavo, menú degustación multisensorial del chef Quique Dacosta. © Pelut i pelat/Quique Dacosta
Uno de los platos de Octavo, menú degustación multisensorial del chef Quique Dacosta. © Pelut i pelat/Quique Dacosta

7. San Pedro del Pinatar, Murcia: de la calma del Mar Menor a la mejor relación calidad/precio

San Pedro del Pinatar se baña en las aguas serenas y cálidas del Mar Menor, por las que transcurrieron fenicios, romanos y árabes. Entre la infinidad de encantos de este pueblo costero destacan la iglesia de San Pedro Apóstol, en el casco antiguo, y el Parque Natural de las Salinas de San Pedro, un humedal de más de 800 hectáreas con flamencos, senderos y atardeceres de postal.

Esta villa puede presumir de su gastronomía en el restaurante Juan Mari, con más de 30 años de recorrido, cerca de las Salinas y a un paso del centro del pueblo. Verduras de temporada, pescados directamente llegados de la lonja, sus populares arroces... y una distinción Bib Gourmand, que señala esa combinación difícil de encontrar: excelente cocina a un precio sensato.

Salinas rosadas de San Pedro del Pinatar, pueblo costero de Murcia. © Unaihuiziphotography/iStock
Salinas rosadas de San Pedro del Pinatar, pueblo costero de Murcia. © Unaihuiziphotography/iStock

8. Barbate, Cádiz: el mejor lugar para degustar el atún de almadraba

Barbate es un pueblo pesquero que ha hecho del mar su modo de vida. A sus espectaculares atardeceres en la playa se suman la Costa Trafalgar (con su mítico faro, testigo de la batalla nacional de 1805) y el impresionante Parque Natural de La Breña, un paraíso natural que supera las 5.000 hectáreas. Pasear al amanecer por su puerto pesquero, mientras se celebra la subasta del pescado recién capturado, es una experiencia en sí misma. Igual que lo es probar la joya local: el atún rojo de almadraba.

Y hablando de este famoso atún, El Campero lo sitúa en el corazón de su propuesta. Con su menú degustación Susurro de los Atunes o a la carta, invita a descubrir cada corte y matiz de este producto, ya sea en el bar, el comedor o la terraza.

Más restaurantes en Barbate, seleccionados por la Guía MICHELIN: Yoko Barbate

En el muelle del puerto de Barbate, en la provincia de Cádiz. © MEDITERRANEAN/iStock
En el muelle del puerto de Barbate, en la provincia de Cádiz. © MEDITERRANEAN/iStock
El atún de almadraba es la estrella de la cocina de El Campero, en Barbate. © Ruben GIl Barrios/El Campero
El atún de almadraba es la estrella de la cocina de El Campero, en Barbate. © Ruben GIl Barrios/El Campero

9. Garachico, Canarias: paisaje volcánico y los 'Bocados del Mar'

Garachico, que fue uno de los principales puertos comerciales de Tenerife en el siglo XVI, es hoy uno de los pueblos pesqueros mejor conservados y con más carácter de Canarias. La erupción del volcán Trevejo en 1706, lejos de borrar su historia, dio paso a una reconstrucción aún más bella. Pinos canarios, terreno volcánico y plataneras conforman su paisaje, donde tampoco falta la gastronomía.

Una de las mejores formas de descubrir su cocina local es en El Rebojo, un restaurante coqueto junto al castillo de San Miguel y las piscinas naturales de El Caletón. Aquí se puede elegir entre dos menús degustación o probar sus Bocados del Mar, una selección de pequeños platos inspirados en la tradición canaria. Todo con una excelente relación calidad/precio, reconocida con la distinción Bib Gourmand.

El pueblo de Garachico, al noroeste de Tenerife, considerado uno de los pueblos más bellos de la isla. © manwolste/iStock
El pueblo de Garachico, al noroeste de Tenerife, considerado uno de los pueblos más bellos de la isla. © manwolste/iStock
El restaurante El Rebojo rescata la tradición culinaria canaria, con excelente relación calidad/precio. © POLINA/El Rebojo
El restaurante El Rebojo rescata la tradición culinaria canaria, con excelente relación calidad/precio. © POLINA/El Rebojo

10. Sant Josep de Sa Talaia, Ibiza: excelencia gourmet con vistas

Casas blancas, iglesias medievales, playas de arena blanca y aguas cristalinas son solo algunos de los atractivos de este rincón ibicenco, que también ofrece al viajero el impresionante Parque Natural de ses Salines. Los sábados, el Mercat de Sant Josep se convierte en un bullicioso y colorido punto de encuentro, y cuando la tarde cae, es imprescindible disfrutar de la puesta de sol desde la cala d'Hort o desde la torre defensiva des Savinar, con el hipnótico Es Vedrà en el horizonte.

¿Y para comer? Las opciones son numerosas, pero la más top se llama Unic, restaurante con Estrella MICHELIN en la Playa d'en Bossa y dentro del hotel Migjorn, que ocupa dos sorprendentes cubos de cristal. Tradición y vanguardia en busca de la esencia culinaria de la isla de Ibiza, con productos de kilómetro cero en su hoja de ruta. Aquí, el chef francés David Grussaute pone en valor su estrecha relación con pequeños proveedores y cofradías de pescadores que le traen a la puerta los mejores productos locales.

Más restaurantes en Sant Josep de Sa Talaia, seleccionados por la Guía MICHELIN: Es Boldado y Ca's Milà.

Playa de Cala Vadella, en el pueblo costero de Sant Josep de Sa Talaia. © nito100/iStock
Playa de Cala Vadella, en el pueblo costero de Sant Josep de Sa Talaia. © nito100/iStock
El chef francés David Grussaute, de Unic, fusiona a la perfección tradición y vanguardia en su propuesta gastronómica. © @petermarconiph/Unic
El chef francés David Grussaute, de Unic, fusiona a la perfección tradición y vanguardia en su propuesta gastronómica. © @petermarconiph/Unic


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Imagen de cabecera: Panorámica de Ribadesella, en Asturias. © FedevPhoto/iStock

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