El otoño es sinónimo de enoturismo. De ver cómo las vides pasan de un potente verde a una tonalidad marronácea que se deja ver en los tonos amarillos, rojos y hasta morados en los que se tornan sus hojas. Los campos plagados de cepas son el escenario perfecto de las escapadas de esta temporada, más aún, si lo que se busca es desconexión, calma, buena cocina y disfrutar de la compañía.
Una de las experiencias más singulares para vivir el enoturismo de primera mano es alojarse en una bodega: un solo espacio para ver el mimo con el que se elabora el vino — desde el viñedo hasta la copa — y degustar la cocina local. Estos son algunos hoteles con bodega en donde entregarse por completo a la belleza del otoño.
Una Galicia ecléctica
En una de las regiones vitivinícolas más espectaculares y, posiblemente, menos conocidas de España, se enclava Casa Beatnik Hotel, un alojamiento que mezcla la historia y la modernidad en una villa del siglo XVIII a poca distancia de Santiago de Compostela. Rodeado de viñedos, granjas y pequeñas aldeas, en medio de las Rías Bajas, este hotel es un lugar para disfrutar del enoturismo gallego, además de dejarse llevar por la tranquilidad, la belleza y el buen comer de esta región. En su carta de experiencias, entre las que se incluyen recorridos por ciudades milenarias, pícnics o rutas rurales, se encuentran las visitas a bodegas ubicadas dentro de la Denominación de Origen Rías Baixas. También es posible conocer su propio viñedo del que salen cada año menos de 500 cajas de botellas de vino, elaborado 100% con uva procedente de cepas viejas de Albariño y acabado en barriles de roble francés individualmente seleccionados. Esta producción tan exclusiva y cuidada se completa con su cepa Cascón que, con sus más de 400 años, y considerada una de las más antiguas de Galicia, permite producir un vino tinto muy especial.
Mens sana in corpore sano
Siguiendo el curso del río Duero, justo encima del llamado valle del Duero de Portugal, se encuentra Valbusenda Hotel Bodega & Spa, un alojamiento enfocado al disfrute del enoturismo desde el cuidado y el bienestar. No son pocos los viajeros que se desplazan hasta esta zona de Zamora para profundizar en las raíces del área vitivinícola de la Denominación de Origen Toro. En ella se aglutinan 62 bodegas únicas — como Valbusenda — en las que hacer una visita para descubrir algunas de las variedades de sus uvas como la tinta de Toro, la garnacha tinta, la verdejo, la malvasía castellana, el albillo real o la moscatel de granillo menudo. La gastronomía de la zona, con platos como el bacalao a la tranca, el arroz a la zamorana, su cocido o sanantonada (una especie de fabada hecha con habones de Sanabria), además de productos como sus quesos o embutidos, redondean cualquier viaje a la región.
Herencia celestial
En el corazón del Valle del Duero, más concretamente en Sardón de Duero (Valladolid), se enclava un hotel que ha recuperado una antigua abadía del siglo XII. La ha convertido en un alojamiento de lujo donde la cultura del vino es parte esencial de su filosofía, junto con la gastronomía, la sostenibilidad y el confort del huésped. El lugar de vida y culto de los monjes de la Orden Premostratense es a día de hoy Abadía Retuerta LeDomaine, uno de los templos del vino de la Ribera del Duero, con más de 500 hectáreas de viñedos. Conocer de cerca cada uno de sus proyectos de viticultura pasa por visitar las viñas, la bodega y realizar una cata, aunque otra de las maneras más completas de hacerlo es visitando el restaurante Refectorio, de la mano de Marc Segarra. Aquí la gastronomía se pone al servicio del vino para crear en conjunto una comida inolvidable. Los platos elaborados con productos de cercanía, de proveedores locales o de su propio huerto y trabajados con prácticas sostenibles, se fusionan con etiquetas de añadas históricas, con su colección de vinos únicos de producción limitada Winemaker’s Collection o con sus vinos con Denominación de Origen Protegida Abadía Retuerta.
Oscilando entre arquitectura y vino
Cruzando la Rioja Alavesa, a medida que el viajero se acerca a Elciego, comienzan a aparecer los destellos morados, dorados y plateados que confirman la belleza que en mitad de este paraje supone el hotel Marqués de Riscal de The Luxury Collection de Starwood. Diseñado por el famoso arquitecto Frank Gehry, inspirado en el rojo del vino, el dorado de su distintiva malla y el plateado de las cápsulas que cierran sus botellas, este edificio de espectaculares curvas de titanio es uno de los templos del vino de la comarca de Álava. Diseñado por y para el vino, este hotel, que recibe a diario decenas de visitas en su bodega, se ha convertido en uno de los más excepcionales del mundo. En el ámbito gastronómico, Francis Paniego es el chef que lleva las riendas de su restaurante Marqués de Riscal con una oferta centrada en los sabores de la tierra, en los productos riojanos y en la tradición. Además del paisaje, de la arquitectura y de los sabores que sirve, el hotel ofrece un cuidado especial al huésped y tratamientos corporales en su spa de vinoterapia Caudalie.
Escapada para mimarse y disfrutar
En el Empordà, entre Girona y la frontera francesa, se encuentra un hotel de lujo con su propia bodega y un campo de golf que es considerado uno de los mejores de toda la Costa Brava. Se trata del Hotel Peralada Wine Spa & Golf, un alojamiento único con un convento carmelita, un casino y un sinfín de restaurantes en donde disfrutar de la cocina. Este establecimiento ofrece una de las experiencias más interesantes relacionadas con el enoturismo, la llamada Tesoros de Peralada. Esta escapada de tres días y dos noches está enfocada a conocer la Finca Garbet y el interior de la Bodega Peralada de forma privada con una degustación exclusiva de vinos y una comida de altura en un auténtico castillo del siglo XIV, en el restaurante Castell Peralada. También incluye una visita al Wine Spa con un tratamiento de vinoterapia neurosedante Aires de Garbet.
Entre bodegas y habitaciones impecables
Estos cinco alojamientos son solo una pequeña muestra de la gran variedad de experiencias que se pueden vivir alrededor del enoturismo en España. Los hay para todos los gustos y para todo tipo de públicos, con o sin experiencias gastronómicas, enfocadas al autocuidado o para descubrir la riqueza y la naturaleza de su entorno; y esta temporada otoñal es una de las más adecuadas para disfrutarlos.
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Foto de cabecera: Los alrededores de Casa Beatnik Hotel rodeados de viñedos en plena Rías Baixas © Casa Beatnik Hotel
