Comer fuera 2 minutos 22 octubre 2020

Madrid (3): Chueca y Malasaña

Tras la designación de Madrid como sede de la Gala de presentación de la Guía MICHELIN España & Portugal 2021, seguimos con nuestro viaje gastronómico por los principales barrios de la capital.

Nos centramos hoy en dos de los barrios más emblemáticos de la noche madrileña cuya fama hace tiempo que traspasó nuestras fronteras; hablamos, por supuesto, de Chueca y Malasaña. Bohemios y modernos, estos barrios, que bullen de animación cuando cae la noche, conservan durante el día un ambiente mucho más sosegado. En sus estrechas calles, entre coloristas edificios de ladrillo, se esconden algunos museos, bellas iglesias, antiguos palacetes y un gran número de tiendas modernas y establecimientos vintage, que frecuentan una población joven y cosmopolita.

Iniciamos nuestro paseo culinario en el restaurante DSTAgE (2 Estrellas MICHELIN), situado en la calle de Regueros nº 8. La marcada personalidad de su chef Diego Guerrero está patente en todos los rincones del establecimiento; su estética de tipo industrial e informal es un reflejo más de la libertad y creatividad con la que este talentoso chef elabora cada uno de sus platos, fusionando productos y sabores nacionales e internacionales.

A dos pasos, en el nº 11 de la calle Fernando VI, frente al singular edificio modernista de la Sociedad de Autores, se halla Krachai (El plato MICHELIN), un referente de la cocina tailandesa en la ciudad.

Continuando hacia el este y, girando a la izquierda por la calle General Castaños, nada más pasar la plaza de las Salesas, llegamos a El Señor Martín (El plato MICHELIN), situado en el nº13; un establecimiento perfecto para los amantes del pescado.

Desandamos nuestros pasos y pasamos delante de la señorial fachada de la iglesia de Santa Bárbara para continuar por la calle Bárbara de Braganza donde se encuentra Luke (El plato MICHELIN). Su chef coreano ofrece una cocina fusión que nos acerca productos y técnicas de su país de origen.

Bajando hacia el sur por Conde Xiquena, llegamos enseguida a la calle Prim. Junto al Teatro Marquina, el restaurante Tampu (El plato MICHELIN) nos traslada al continente americano para saborear delicias de la cocina peruana.

Muy cerca, en Augusto Figueroa nº 32, de vuelta a los sabores de nuestra tierra, Arce ofrece una cocina de producto y temporada.

Seguimos por Augusto Figueroa hacia el oeste, pasando antes sus numerosas zapaterías, para girar a la izquierda por San Bartolomé, donde Gioia le da la oportunidad de degustar una cocina italiana moderna.

Continuamos hacia el sur, atravesamos la plaza de Pedro Zerolo (antigua plaza de Chueca) y poco antes de llegar a la Gran Vía, giramos a la izquierda por la calle de la Reina. En el nº 31, Arallo Taberna (El plato MICHELIN) es un moderno gastrobar que nos trae Galicia a Madrid, pero con interesantes incorporaciones orientales.

Cerca, en un emplazamiento privilegiado, en Marqués de Valdeiglesias esquina con Gran Vía, está Ático (El plato MICHELIN). Tutelado por el chef Ramón Freixa, este restaurante de cocina actual y desenfadada, ubicado en la última planta de un hotel de lujo, ofrece unas vistas impactantes, especialmente de la cúpula del edificio Metrópolis.

Dejamos las estrechas calles de Chueca para subir por la Gran Vía hacia Callao y adentrarnos en esta bulliciosa zona comercial de la capital, con sus enormes tiendas de moda.

Girando por Mesonero Romanaos entramos en el barrio de Malasaña. En el inicio de la calle Ballesta se asienta La Tasquita de Enfrente (El plato MICHELIN). En su acogedor comedor se sirve una cocina de temporada, honesta, actual y con influencia francesa.

Subimos hacia el norte, callejeando por Corredera Baja de San Pablo, pasando la pintoresca plaza de San Ildefonso, girando a la izquierda por Velarde para salir a la plaza del Dos de Mayo, corazón del barrio. Desde allí, solo queda subir un poco más por la calle de Ruiz hasta alcanzar la calle de Manuela Malasaña, que da nombre al barrio y en cuyo nº 28 se encuentra Bolívar. Único Bib Gourmand de estos barrios, destaca por su cocina tradicional de mercado que cuida las elaboraciones.


Foto: Mikel Ponce / La Tasquita de Enfrente



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