Si quisiéramos ser breves, simplemente le diríamos que Secret Bay es una colección de villas de lujo encaramadas en lo alto de un verde acantilado con vistas al mar Caribe. Y eso es exactamente lo que es, pues las fotos hablan por sí solas. Pero una mirada más atenta al lugar que ocupa Secret Bay en el paisaje hotelero histórico revela otra faceta: el triunfo del equilibrio.
Todas las villas son tan excepcionales como sugieren las imágenes, pero también se ha tenido cuidado en hacerlas excepcionalmente discretas para que no perturben el equilibrio entre su entorno y la finalidad de las estructuras: ofrecer alojamiento de gama alta. Construidas a mano con madera local procedente de fuentes sostenibles, su diseño da prioridad a la luz natural y a la circulación del aire. La arquitectura es deliberadamente sencilla, prefiriendo la artesanía a la grandiosidad, y cuidando de dar protagonismo al fantástico paisaje de mar y montaña. Cada una de las villas se parece más a una cabaña ecológica en la selva que a una habitación en un hotel de lujo.
Pero no se impaciente, pues volveremos a esas villas artesanales en un momento. Hay otra cosa igualmente importante que debe saber sobre Secret Bay y es su ubicación, en la isla de Dominica. Puede que le suene; seguro que ha oído hablar de sus vecinas, Santa Lucía, Antigua y Barbados. Dominica, que está menos masificada y atrae a quienes buscan la comunión con la naturaleza, es conocida como "la isla de la naturaleza" (un apodo tremendamente apropiado). Eche un vistazo a esta lista de las maravillas que ofrece:
Dominica tiene el segundo "lago hirviente" más grande del mundo. Por sorprendente que parezca, este fenómeno natural es exactamente lo que dice: un lago hirviente. La isla también cuenta con 365 ríos diferentes (sí, podría explorar uno distinto cada día del año). También tiene volcanes enterrados, cascadas, fuentes termales y playas de arena blanca y negra por todas partes, la mayoría protegidas. Todo tipo de visitantes acuden en oleadas, desde buceadores y excursionistas hasta observadores de aves. Los cachalotes tienen aquí su cuartel; es el único lugar del Caribe donde permanecen todo el año.
Al principio de este artículo hay una foto de la Zabuco Honeymoon Villa. La ubicación de esta villa es particularmente especial, pues fue el lugar que inspiró a los propietarios, Gregor Nassief y Sandra Vivas, a construir la casa de sus sueños en primer lugar. El regalo de bodas del padre de Sandra, el famoso arquitecto Fruto Vivas, sirvió de modelo para su residencia personal.
"El complejo se basa en una historia de amor", dicen los representantes de Secret Bay. "Fueron las visiones combinadas de Fruto, Sandra y Gregor las que dieron origen a las villas, que son el corazón palpitante de este complejo ecológico de lujo". Puede llamarse una historia de amor, o un cuento de hadas, pero eso sería pasar por alto los años de duro trabajo que se invirtieron en hacer realidad el complejo. En la construcción de Secret Bay no se utilizó maquinaria pesada y, en cada decisión, el hotel optó por una solución sostenible.
En el exterior, Secret Bay trabaja en un vivero de coral para plantarlos en los arrecifes que rodean la propiedad. En el interior, en cada villa, hay una "caja de cultivo privada" para animar a los huéspedes a aprender técnicas de plantación, jardinería y compostaje. Además, tienen la posibilidad de elegir sus propias guarniciones y verduras a la hora de comer. Se trata de un programa creativo que el hotel define como "una experiencia de aprendizaje completamente nueva", y que sin duda encaja con las prioridades de bienestar y sostenibilidad del complejo.
Las demás experiencias que se ofrecen se han desarrollado aún con más esmero: un sinfín de actividades relajantes o aventureras. Secret Beach, una playa enclavada en una diminuta cala, solo es accesible por mar. Los senderos naturales están bordeados de plantas autóctonas, ríos y árboles alrededor de los cuales se han construido las villas, y que albergan más de 20 especies de aves, y aún más mariposas y reptiles. "Ninguno de ellos es peligroso", dicen en el hotel. Tampoco hay que perderse la cueva marina, que ofrece a los bañistas aguas cálidas y una luz impresionante. Cerca hay muchos más lugares que explorar, desde el mercado local hasta el parque nacional, equipándose con botas de montaña o equipo de buceo.
De vuelta al hotel, el restaurante Zing Zing sirve ingredientes de origen o recolección local, acompañados de vinos seleccionados por un sumiller y una magnífica vista de la playa. El resto del día se dedica a otras actividades de lujo, como el spa en la casa del árbol, el pabellón de bienestar junto a la playa para yoga... y otras diversiones, como la terraza solárium disponible para cenas privadas. El Bwa Denn, que abrirá a finales de año, es una estructura de dos niveles que alberga la colección de arte caribeño y latinoamericano del hotel y una microcervecería. Ahora puede comprender porqué Secret Bay recomienda estancias de, al menos, cinco noches.
"El Catch & Cook es una de las actividades favoritas de nuestros huéspedes", dice el hotel. La actividad comienza con una salida de pesca submarina, en busca del fascinante pez escorpión, y termina con su preparación, paso a paso, para la cena. La actividad "ayuda al ecosistema contribuyendo a estabilizar el número de peces escorpión", dice el hotel, pues es una especie invasora y depredadora cuyo número es necesario reducir. En Dominica, y en Secret Bay, hasta nuestros instintos más destructivos se desvían por el bien de la isla. ¡Todo es natural!
Imagen de cabecera: © Secret Bay
