Liturgia: ritual de ceremonia solemne, no necesariamente religiosa, que se lleva a cabo en un lugar habilitado para ello. Semejante definición de la Real Academia Española nos abre las puertas a un arte, Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad desde 2010, que está lejos de tener una definición concreta.
Cuando vamos a un tablao de flamenco, lo que allí sucede es cada noche diferente porque es un arte vivo, una metamorfosis constante… y también técnica, aprendizaje y trabajo duro.
A pesar de que los orígenes del flamenco no son nítidos, sí parece haber consenso en que arranca en Andalucía. Allí, el cante, el toque y el baile atesoraron una amalgama de culturas y costumbres que ha llegado hasta nuestros días. Y lo ha hecho a través de sus 'palos', que van desde la belleza interpretativa de la Soleá, sobria y elegante; hasta la fiesta de las Alegrías de Cádiz y su famoso 'tirititrán'; pasando por los sobrecogedores 'ayeos' del cante.
De la misma manera que los chefs apuestan por el producto de proximidad, el flamenco se vive de cerca, cuerpo a cuerpo, en lugares acogedores y reducidos. En los tablaos, sientes la respiración de los bailaores, compartes su alma, te emocionas con ellos. A esta sensación indescriptible la llaman 'duende'.
No sirve que te lo cuenten. Y no vale todo. Por eso, compartimos los mejores lugares en los que este arte se sublima a lo largo y ancho de Andalucía. Si, además, quieres bordar la experiencia, añadimos pistas para comer (muy) rico y hoteles en los que no querrás hacer el check out nunca.
Primera parada: Ayamonte (Huelva)
En el extremo más occidental y fronterizo de la provincia de Huelva, el flamenco se presenta en La Puerta Ancha, un patio cautivador por el que desfilan grandes artistas las noches de martes y jueves, en septiembre, y los viernes, de octubre a diciembre. Es un tablao en pleno centro de Ayamonte (Plaza de La Laguna, 14), un pueblo en la desembocadura del Guadiana, con kilómetros de playas de arena fina y con vistas espectaculares del vecino Algarve portugués. Aunque en el tablao hay picoteo (y venden productos de la tierra), recomendamos llevar el placer gastronómico a otra dimensión.Finca Alfoliz, pasión natural en la mesa
No se nos ocurre una idea mejor después de haber perdido el 'sentío' en Ayamonte, que compartir a 33 minutos en coche el sueño tangible del chef Xanty Elías. En el restaurante, la apuesta firme por la sostenibilidad le ha valido una Estrella Verde; y su excelente relación calidad/precio, la calificación Bib Gourmand. Así pues, Finca Alfoliz lo tiene todo para rematar un día de emociones hondas, rodeado de huertos y cocina tradicional actualizada. ¿Sus credenciales? El producto ecológico de temporada, los arroces al barro, las carnes a la brasa, los pescados de estero... y platos ya icónicos como su Tartar de jarrete de jamón ibérico de bellota SRC, mostaza helada y yema de corral.
¿Y si cruzamos al Algarve portugués y dormimos en un palacio?
Para los amantes de la aventura, cambiamos de rumbo: picoteo en el tablao y, como colofón, una noche de ensueño en un palacio, concretamente en Pousada Palácio de Estoi. Situado en el Algarve portugués, a 65 kilómetros, es un lugar idílico con jardines de influencia francesa y 63 habitaciones de estilo clásico contemporáneo presididas por la calma. La mezcla del neoclásico, neorrococó y art nouveau está presente en cada rincón de esta posada de la sierra de Barrocal.
Flamenco en Sevilla: dos opciones ineludibles
Desde el año 1966, el Tablao Flamenco Los Gallos de Sevilla ha permanecido en la élite de este arte gracias a su gran elenco de artistas (ocho por noche). Inaugurado con la actuación del gran cantaor Antonio Mairena, es el más antiguo de Sevilla, con pases diarios a las 19 y a las 20:45 horas. La excelente acústica del edificio (en la plaza que da nombre al mítico barrio de Santa Cruz) y su reducido tamaño convierten este show en vivo en toda una experiencia para los sentidos. Por el firmamento de las tablas de Los Gallos han pasado estrellas como Merche Esmeralda, La Paquera de Jerez o Farruco.
En Sevilla destacamos también un lugar extraordinario, con formato de pequeño teatro íntimo, llamado Teatro Flamenco Triana, en el barrio que le da nombre. Este escenario inspirado por la Sevilla del 29, dedica los siete días de la semana al cante, al baile y al toque flamencos. Como curiosidad, en este teatro existe la posibilidad de apuntarte a una clase de iniciación al flamenco antes de presenciar el espectáculo.
Tapeo de día en la ciudad y una cena especial
La capital de Andalucía cuenta con todo tipo de ofertas para disfrutar de la gastronomía más top. Pero como en esta vida hay que elegir, nos quedamos con un picoteo antes del espectáculo en La Barra de Cañabota, un bar de tapas que replica la filosofía de la casa madre, Cañabota (con una Estrella), que ofrece sobre todo pescados y mariscos de calidad.Después del show, bien sea en Los Gallos o en el Teatro Flamenco Triana, la cena también puede ser un espectáculo si optamos por Lalola de Javi Abascal (Bib Gourmand). Fácil de localizar en el casco antiguo de Sevilla, en el interior del hotel One Shot Palacio Conde de Torrejón (s. XVIII), el chef apuesta por una cocina tradicional con toques actuales y por un interesante menú degustación elaborado al cien por cien (postre incluido) en torno al cerdo ibérico.
Para dormir, el hotel boutique más moderno
Dormir en Sevilla es un lujo en sí mismo, por la belleza que nos regala la ciudad. Nos decantamos por el alojamiento con Llave MICHELIN, CoolRooms Palacio Villapanés, ubicado en una mansión de estilo mudéjar del siglo XVIII, en el céntrico barrio de Santa Cruz. Aquí encontramos autenticidad histórica mezclada con un estilo contemporáneo repartido en 50 habitaciones cuidadas al detalle.
Jerez de la Frontera (Cádiz), catedral del arte jondo
Con denominación de origen propia, Jerez es la faraona del flamenco. No en vano, la inimitable Lola Flores nació en este lugar de Cádiz, en el que también surgieron aportaciones de estilos propios del flamenco como las seguiriyas, las bulerías por soleá o sus famosas bulerías, palo flamenco del que Jerez presume especialmente. Federico García Lorca la llamó 'la ciudad de los gitanos' y su seña de identidad continúa bajo el palio de este arte indomable: es la catedral del arte jondo.Y es precisamente en el epicentro de flamenco 'güeno' donde se ubica La Guarida del Ángel, un espacio palaciego con 500 años de historia en pleno corazón de Jerez, junto al barrio de San Miguel y la casa que vio crecer a Lola Flores. Presidido por unos impresionantes arcos mozárabes, este mágico lugar, que fue sinagoga, convento y orfanato, presenta los jueves, viernes y sábados a artistas consagrados de la ciudad. Aunque este tablao con solera abre sus puertas a las 20 horas, el espectáculo tiene lugar dos horas después, por lo que nuestra recomendación es 'echar el resto' en la comida y en cualquiera de los establecimientos emblemáticos que sugerimos a continuación.
LÚ Cocina y alma, el mejor producto andaluz
Con una Estrella MICHELIN, este local de Jerez (a 15 minutos a pie del tablao) encierra el universo personal y un poco loco que el chef Juanlu Fernández denomina 'vanguardia de retaguardia'. Con la cocina visible desde el comedor, dos menús degustación reflejan a la perfección su ideario, un viaje a través de los sentidos para descubrir la historia y el recetario de la región, sin olvidar los vinos de Jerez.Otras opciones para saborear el alma de la zona
A seis minutos del tablao nos encontramos con La Carboná, un restaurante instalado en una bodega antigua, con techos altos de madera y un acogedor interiorismo en el que podrás empaparte de una cocina de bases tradicionales vehiculizadas en dos menús degustación: Lola Carboná (homenaje a Lola Flores) y Un Sólo Palo 'Amontillado'.Y claro, “ya que estamos aquí, ¿cómo no vamos a deleitarnos en el glorioso Aponiente de Ángel León?”. Conocer al famoso 'chef del mar' apenas llevará 20 minutos en coche, puesto que este restaurante con tres Estrellas MICHELIN y una Verde está a 19 kilómetros de Jerez, en El Puerto de Santa María (Cádiz).
Dormir en una casa palaciega del siglo XIX en Jerez
Si has optado por comer en LÚ Cocina y alma, debes saber que a pocos metros se encuentra Casa Palacio María Luisa, un edificio del siglo XIX que en su día albergó el histórico Casino de Jerez. Hoy es un hotel de lujo y casa palaciega con 21 habitaciones y un bar en el patio que a menudo sorprende con conciertos en directo.
Córdoba: el arte del barrio de la Judería
Ubicado en el emblemático barrio de la Judería cordobesa, Patrimonio de la Humanidad, y a 20 metros de la Mezquita-Catedral, el Tablao El Jaleo preside una típica plaza mozárabe llamada en origen 'plazuela de los Gitanos' y rebautizada como plaza Alhóndiga. Su edificación fue posible gracias a la donación de un cuadro por parte del reconocido pintor cordobés Julio Romero de Torres. El Jaleo cuenta con las actuaciones habituales de Hugo López Luque, ganador en el Concurso Internacional del Cante de las Minas en 2018, y Encarna López, reconocida en el panorama nacional e internacional.
¿Cocina regional para tapear o gastronomía de lujo?
Antes de acudir a El Jaleo para empaparnos del buen flamenco, podemos comer de forma informal, a siete minutos andando del tablao, en Casa Pepe de la Judería. Se trata de un patio andaluz con cocina regional para tapear y con una terraza perfecta para una copa.Si hablamos de lujo gastronómico, el restaurante con tres Estrellas Noor ('luz' en árabe) está ubicado a 15 minutos en coche del tablao. En su luminoso interior, con cocina vista, el chef Paco Morales recupera la esencia de la cocina andalusí desde conceptos y técnicas actuales. Imprescindible probar las Naranjas del barrio con azahar, almendra frita y aceite.
¿Y para dormir en Córdoba?
Con una ubicación ideal en el centro histórico de la ciudad, a diez minutos a pie desde el tablao, el Hotel Viento 10 se erige en un edificio del siglo XVI alrededor de un patio central con columnas. Alberga siete habitaciones de diseño y se completa con una magnífica terraza.
Málaga: divulgación y defensa del arte
Si nuestro destino es la ciudad de Málaga, vamos a descubrir un lugar excepcional dedicado en cuerpo y alma a la divulgación, la promoción y la defensa del arte flamenco. Su nombre es Peña Juan Breva (C/ Ramón Franquelo, 4). Fundada en 1958, este lugar atesora el poso del flamenco en la ciudad y es una entidad sin ánimo de lucro. Sus 'Noches de flamenco en el Colmao', ofrece conferencias, eventos y jornadas especiales. Por supuesto, también hay espacio para disfrutar de un espectáculo en directo, jueves y sábados a las 20:30 horas.En Málaga también, otra opción es El Gallo Ronco, un tablao con encanto junto a la famosa calle Larios, que presenta artistas profesionales de 19 a 20 horas.
Tradición malagueña en la mesa
Bien para reponer fuerzas, o bien para comer antes, existen dos restaurantes que merecen mucho la pena en Málaga. Por un lado, el Bib Gourmand La Cosmo, moderno, informal y céntrico (ojo, cierra los domingos), de cocina abierta y materias primas de proximidad. Su chef, Dani Carnero, reivindica la tradición y los sabores marineros.La segunda opción nos sitúa en el patio porticado del hotel Palacio Solecio (s. XVIII), se llama Balausta, y nos conquista por su marcado carácter andaluz. El chef Sergio Solano mira a la tradición desde la modernidad. Un consejo: no dejéis de probar su menú para comidas de lunes a viernes, por 42 euros.
Dormir en plena calle Larios
En el edificio de 1821 que un día acogió los emblemáticos Almacenes Gómez Raggio, el Vincci Larios Diez es un hotel de lujo moderno con 76 habitaciones, con una luminosa mezcla de toques de color y elegancia en cada estancia. Imprescindible subir a la azotea, a su 'El Taller de Larios 10', gastroespacio con vistas al casco histórico.
Granada y las cuevas de Sacromonte
Con más de 50 años de historia, una de las cuevas flamencas más antiguas de Granada promete una experiencia emocionante y auténtica. La Zambra María La Canastera (Camino del Sacromonte, 89), fue casa de la familia de María Cortés Heredia, bailaora y cantaora conocida como La Canastera porque su padre fabricaba cestos de mimbre. La 'zambra', palabra que da nombre al local, procede del árabe y se refiere a un baile ceremonial gitano de origen granadino. Era la forma de festejar el rito prenupcial entre los gitanos, y estuvo prohibido durante un tiempo. Hoy este ritual tiene lugar en las cuevas del barrio de Sacramonte, donde el arte flamenco cobra su sentido más profundo. En el caso de La Canastera, seis artistas descendientes de María cantan y bailan La Alboreá, La Cachuchá, El Fandango del Albayzín y los Tangos del Sacromonte, autóctonos de Granada.
Tres menús degustación y un hotel con una terraza sobre la plaza de la Trinidad
Antes o después de la increíble experiencia que supone subir a esta cueva, proponemos comer o cenar en un lugar a los pies de la Alhambra, con tres menús degustación a elegir. Faralá es coqueto y defensor del recetario tradicional. Además de darnos de comer mejor que bien esconde un tesoro en el sótano: ¡un tablao con actuaciones, por si te has quedado con ganas de más arte!Para dormir, Seda Club Hotel está galardonado con una Llave MICHELIN y su ubicación es inmejorable, junto a la Catedral. En total, ofrece 25 habitaciones y suites que comparten cierto toque art déco y rinden homenaje a la cercana y majestuosa Alhambra. Destaca su espectacular azotea con forma de oasis, que da cobijo a los huéspedes al final de un largo día de turismo.
Imagen de cabecera: la bailaora Berta Morales © Fernando M. Llorens
