Comer fuera 1 minuto 22 julio 2019

Zaranda, para ser universal hay que ser local

Del terreno local al universal. Zaranda (Es Capdellà) y su chef Fernando P. Arellano han sabido conquistar paladares de toda la geografía y se han convertido en el único restaurante con dos estrellas MICHELIN de las Islas Baleares. El restaurante, ubicado en el hotel de lujo Castell Son Claret, ha conseguido situarse dentro de la élite gastronómica española.

La historia de Zaranda comienza en 2005 cuando el chef Fernando P. Arellano -formado en Patrick Guibaud, Dublín, dos estrellas MICHELIN, Don Alfonso 1890, Sant'Agata Sui Due Golfi, dos estrellas MICHELIN y Can Fabes, Sant Celoni, entre otros) y su socia y directora de sala Itziar Rodríguez, deciden embarcarse en la aventura de abrir un pequeño restaurante en Madrid donde el chef daba rienda suelta a su pasión creando una cocina muy personal, sin reglas ni artificios y apostando siempre por el producto local. Un esfuerzo que en menos de un año fue reconocido con su primera estrella MICHELIN. Más tarde, en 2010, el cocinero y todo su equipo decidieron trasladar el proyecto a la isla de Mallorca. Fue en 2013 cuando encontraron el lugar perfecto para ubicar Zaranda, el hotel Castell Son Claret. En tan solo tres años, su carrera meteórica le ha llevado a ser el único biestrellado de las Baleares.

Según palabras del mismo Fernando P. Arellano, su apuesta personal radica en una “cocina de alma tradicional, carácter académico, corazón vanguardista y abierta al mundo”. Bajo el leitmotiv de “para ser universal, hay que ser local”, frase que toma prestada de Joan Miró i Ferrá, Zaranda ofrece una cocina arraigada en la tierra donde se encuentra. Sabores elegantes y tradicionales, fáciles de identificar y al margen de cualquier tendencia pero también resultado de la técnica y experiencias aprendidas por el cocinero. Los menús de Zaranda son abiertos y permiten al comensal elaborar el suyo propio con una elección de platos. La rica despensa balear sirve de proveedor de esta propuesta culinaria tan identificable. El mar, la huerta y sus frutos, la montaña y sus hierbas aromáticas, la artesanía local... Todo ello se pone de manifiesto en los platos de Fernando P. Arellano.

Especialidades como 'S'Àmfora' que consiste en un 'all i pebre' de pulpo y patata, la Gamba de Andratx con emparedado de acelga e infusión, el Canelón de congrio con cebolla y guisante o el Huevo negro -plato estrella- que se elabora con sepia, vieira y caldo concentrado de calamar, son prueba de la inmensa creatividad del chef.

También en la sala, con vistas a la cocina, apuestan por el arte local y cuentan con cuadros del pintor mallorquín Ramón Canet y esculturas de hierro de la artista Águeda Gayá. Incluso la vajilla se ha creado ad hoc para el restaurante por La Fiore, una empresa de la isla. 

Durante los meses estivales, conviene reservar en su terraza para poder disfrutar de todo el universo de Zaranda bajo el cielo de Mallorca y aprovechar también el festival de ópera 'Castell Summer Classics, con la participación de artistas musicales de talla mundial.

 

Foto: Macarena Escrivá.

Comer fuera

Seguir buscando: las historias que quieres leer