Cuando se trata de escapadas a las playas europeas, elegir el momento adecuado marca la diferencia, sobre todo para los amantes de la gastronomía que disfrutan de comidas tranquilas sin tener que pelearse por una mesa. La primavera es el momento ideal para los viajeros que buscan buena comida antes de que las playas se llenen de bañistas y los mejores restaurantes estén reservados con meses de antelación. Imagínate marisco recién capturado, vinos locales y productos de temporada, todo ello con el sonido de las olas de fondo y sin prisas para disfrutar cada bocado. Desde las escarpadas costas atlánticas de Portugal hasta los rincones más apartados y bohemios de Ibiza, te traemos los mejores destinos de playa para esta temporada, con hoteles y restaurantes que hacen que el viaje valga la pena.

1. Mariscos con vistas en Croacia
En ciudades costeras como Split y Dubrovnik, los viajeros pueden deleitarse con mariscos frescos del Adriático mientras disfrutan de vistas a las antiguas murallas de la ciudad o al brillante mar azul verdoso. Christy Irvin, asesora de viajes especializada en retiros gastronómicos en Croacia, cuenta a la Guía MICHELIN: “A pesar de que el agua sigue fría en mayo, el sol es cálido, hay menos gente y los bares de playa están abiertos”. A la hora de comer, Irvin lo tiene claro: “Se trata de encontrar cualquier bocado que sirva como vehículo para el aceite de oliva virgen extra croata: desde mariscos hasta ensaladas mixtas, no nos cansamos de ello. Prueba los camarones con aceite y ajo en Rovinj”.
Agli Amici Rovinj es el único restaurante del país con dos Estrellas MICHELIN. Ubicado en la marina de Rovinj, este elegante establecimiento ofrece vistas al mar, una amplia terraza y un telón de fondo espectacular con la iglesia iluminada de Santa Eufemia por la noche. Bajo la dirección de Simone De Lucca y Emanuele Scarello, presenta dos menús degustación: Rovinj (centrado en mariscos) e Istria (en carnes), con platos destacados como la Sepia a la plancha con risotto salteado, complementados con una selección de vinos croatas comisariada por el sumiller Kristijan Harjač.
Dubrovnik cuenta con numerosos hoteles y resorts elegantes junto al mar. Entre los favoritos de los inspectores están el Hotel Excelsior —una villa real convertida en alojamiento que, en el pasado, ha acogido a aristócratas y figuras icónicas como Elizabeth Taylor y la reina Isabel II— y el Hotel Bellevue, un exclusivo establecimiento boutique con fachadas acristaladas que ofrecen vistas panorámicas a la pintoresca bahía de Miramare.
En la isla de Korčula, frente a la costa de Croacia y perfecta para una excursión de un día desde Dubrovnik, el LD Restaurant ostenta una Estrella MICHELIN. Su propuesta combina ingredientes de Dalmacia con técnicas asiáticas y vistas al mar. Entre sus creaciones más sorprendentes, destacan el Langostino local con caviar, queso de cabra y ostra; y el plato Wagyu vs Black Angus, en el que la carne más tierna de Kagoshima y Escocia se sirve con alioli, chalota y chiles frescos.
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2. Playas y refugios elegantes en el sur de Francia
Aquí, el sol brilla sobre el Mediterráneo 300 días al año. Es la tierra de los campos de girasoles y lavanda, del rosado fresco y de las ollas humeantes rebosantes de mariscos recién capturados. El sur de Francia se ha ganado su reputación como un destino de ensueño, pero no es fácil llevar la corona. Con la llegada del verano, las multitudes inundan la región, por lo que la primavera es el momento perfecto para visitarla sin aglomeraciones. Y no faltan Estrellas MICHELIN ni Llaves de hotel para elegir.
En Saint-Tropez, La Vague d'Or, con tres Estrellas MICHELIN en el hotel Cheval Blanc St-Tropez, el chef Arnaud Donckele rinde un cálido homenaje a este paisaje costero bañado por el sol a través de un menú degustación de cuatro o cinco pases.
Ya en Marsella, que rápidamente se está convirtiendo en un destino imprescindible para los amantes de la gastronomía, alberga el icónico Le Petit Nice, con tres Estrellas MICHELIN, referencia absoluta en la reinterpretación elegante de la cocina provenzal. Su chef, Gérald Passedat, ha convertido su plato estrella, “Ma Bouille Abaisse”, en una experiencia imprescindible. Está localizado en el hotel boutique homónimo, con una Llave MICHELIN y 19 habitaciones repartidas en dos villas y una moderna zona de bienestar con hammam, baño japonés y una piscina de un azul intenso.
Niza también está en ascenso, aunque a un ritmo más pausado. Aquí conviven nuevas aperturas de moda con instituciones atemporales como Chez Davia, un restaurante Bib Gourmand conocido por su refinada versión de la cocina del sur de Francia. Entre sus platos destacan los barbajuan ligeramente fritos, una especialidad regional, y la versión fresca y creativa de la ratatouille del chef.
Paseando por el Paseo de los Ingleses de Niza, es imposible no fijarse en la grandeza de la Belle Époque de Le Negresco, un hotel independiente que ha acogido a la élite cultural desde 1913. Detrás de su icónica cúpula rosa se esconde una impresionante colección privada de arte, con obras de maestros como Niki de Saint Phalle y Moretti. El personal, impecablemente vestido con sombrero de copa y pajarita, mantiene el encanto del viejo mundo, mientras que su restaurante con Estrella MICHELIN, Le Chantecler, ofrece una experiencia gastronómica exquisita y contemporánea. Alojarse en Le Negresco es, en sí mismo, un viaje inolvidable.
3. Relajación y gastronomía al estilo bohemio en Eivissa
Durante los últimos años, Eivissa ha dejado atrás su reputación como destino de fiesta con música electrónica. Los viajeros más astutos están apreciando la isla balear más allá de Pacha (su famosa discoteca), ya sea en playas de arena blanca y tranquilas o en retiros de bienestar bohemios. El complejo Six Senses Ibiza incluso organiza su propio festival de wellness, llamado Alma, en el que los asistentes pueden embarcarse en viajes de sanación sonora meditativos y asistir a ceremonias de fuego chamánicas.
En la costa oeste se encuentra Petunia Ibiza, A Beaumier Hotel, el encantador alojamiento boutique de un pintoresco pueblo en la ladera de una colina. Sus suites, decoradas en un estilo rústico-bohemio, ofrecen una estancia acogedora y elegante. En La Mesa d’Es Vedrà, el bar del establecimiento, situado junto a la escarpada costa de la isla, puedes disfrutar de un cóctel al atardecer mientras contemplas la impresionante vista de Es Vedrà, la icónica formación rocosa que emerge del mar como si fuera una postal.
Situado en Eivissa ciudad, el restaurante La Gaia, galardonado con una Estrella MICHELIN y ubicado en el Ibiza Gran Hotel, es el escenario donde el chef Óscar Molina da vida a su innovadora propuesta de gastronomía mediterránea con un enfoque en la sostenibilidad. Molina ha creado dos menús degustación: Tanit, un homenaje a la diosa de la mitología cartaginesa e ibicenca, que celebra los ingredientes locales, y Posidonia, que resalta la temporalidad de los productos con un toque de vanguardia culinaria. Cada bocado es una obra de arte.
No lejos, Es Terral, en Santa Eulalia del Río, ostenta la distinción Bib Gourmand de la Guía MICHELIN. En este restaurante, el chef francés Matthieu Michel Savariaud fusiona influencias internacionales con ingredientes orgánicos y de temporada. Su cocina refleja sus raíces francesas con sutiles toques de la gastronomía árabe, siempre destacando productos locales.
Más al sur, a lo largo de la costa, se encuentra Unic, un restaurante con una Estrella MICHELIN que ofrece una experiencia gastronómica en un entorno verdaderamente singular. Su comedor, enmarcado en dos cubos de cristal, permite que la belleza del paisaje se integre con la propuesta culinaria. Aquí, el chef David Grussaute presenta menús degustación que ponen en valor ingredientes poco conocidos de Eivissa, apostando por productores locales, pescadores y agricultores de la región.

4. Playas volcánicas y sabores intensos en las Islas Canarias
Frente a la costa noroeste de África, las Islas Canarias ofrecen a los viajeros cielos azules y paisajes volcánicos espectaculares durante todo el año, además de una gastronomía local fresca con una personalidad única. Piensa en plantas silvestres, pescado recién capturado y sabores intensos.En Las Palmas de Gran Canaria, el hotel Santa Catalina, a Royal Hideaway Hotel, ofrece dos opciones gastronómicas galardonadas con una Estrella MICHELIN. Por un lado, Muxgo propone una experiencia culinaria que comienza fuera del restaurante, en la granja orgánica y sostenible del chef Borja Marrero. Nacido en las Islas Canarias y apasionado defensor de los productos locales, Borja emplea plantas silvestres de la isla para elaborar salsas y guarniciones llenas de sabor. No es casualidad que el restaurante también ostente una Estrella Verde MICHELIN, en reconocimiento a su compromiso con la sostenibilidad. Por otro lado, está Poemas by Hermanos Padrón, un establecimiento especializado en mariscos, dirigido por el chef Adrián García, natural de Arucas. Su cocina creativa se refleja en dos menús degustación con platos innovadores, como la Cigala, toffee de sus cabezas y shiitake, una combinación que resalta la riqueza del producto local con un enfoque vanguardista.
En la isla de Tenerife, el restaurante Moral, distinguido con el premio Bib Gourmand, se encuentra en una encantadora casona antigua que contrasta con su moderno interior y las fascinantes propuestas de los jóvenes chefs Icíar Pérez Cejas y Juan Carlos Pérez.
Por otro lado, en la isla de Gran Canaria, el Salobre Hotel & Resort Serenity ofrece lujosas villas con un diseño interior minimalista, rodeadas de un entorno de belleza exuberante. Ubicado junto a un campo de golf, este complejo es un destino en sí mismo. Y para quienes buscan relajación más allá del golf, el Be Aloe Wellness Center cuenta con piscinas, una sauna finlandesa, duchas biotónicas y una cabina de oxigenoterapia para una experiencia de bienestar total.
5. Más allá de lo básico a orillas del mar en Portugal
Una de las grandes ventajas de Portugal es que nunca estás demasiado lejos de la playa: este país ibérico cuenta con más de 1.100 millas de costa. Con el aroma de los azahares en el aire, los visitantes pueden deleitarse con especialidades locales, como sardinas a la parrilla o bacalao en sus múltiples versiones, en tabernas junto al mar. La gastronomía pausada se fusiona con impresionantes vistas de los acantilados y excelentes vinos portugueses.Lo que alguna vez fue un refugio para surfistas, ahora atrae también a los amantes de la buena mesa. En las costas cercanas a Lisboa, especialmente en Cascais y Sintra, se encuentran varios restaurantes reconocidos por la Guía MICHELIN, como Lab by Sergi Arola, Midori y Fortaleza do Guincho. En la capital, dos restaurantes destacan con dos Estrellas: Belcanto, dirigido por el chef José Avillez en el animado Bairro Alto, y Alma, comandado por el chef Henrique Sá Pessoa.
Conocido por sus acantilados dorados, calas escondidas y aguas cristalinas, el Algarve, en el sur de Portugal, es uno de los destinos favoritos de los viajeros europeos. Vila Joya, uno de los refugios más exclusivos de la región, mantiene la esencia de una villa privada, lo cual no es de extrañar, ya que originalmente fue una vivienda particular. Sus elegantes suites en tonos crema crean un ambiente sereno, mientras que su restaurante homónimo, galardonado con dos Estrellas MICHELIN, ofrece la refinada cocina del chef austriaco Dieter Koschina, quien se inspira en el cercano océano Atlántico para elaborar platos vibrantes y llenos de arte.
Ubicado en una finca exuberante, Viceroy at Ombria Algarve es un destino en sí mismo. Este resort cuenta con un campo de golf de 18 hoyos, cuatro piscinas con cabañas privadas y bares con impresionantes vistas a las colinas verdes del Algarve. Este mayo, el hotel inaugurará un nuevo spa con ocho salas de tratamiento, estudios de belleza y un amplio gimnasio. Diseñado por Greg Payne, reconocido por su trabajo con los hoteles Aman, el spa colaborará con artesanos y herbolarios locales para rendir homenaje a la riqueza natural y cultural del Algarve.

6. Atenas, puerta de entrada a algunas de las mejores playas de Europa
Desde la historia que resuena en la Acrópolis hasta las islas escarpadas y los pueblos encalados, Atenas y sus alrededores ofrecen algo para cada tipo de viajero.Al pie del Partenón, el restaurante Makris Athens, galardonado con una Estrella MICHELIN, ofrece vistas incomparables y a través de sus suelos de cristal se pueden observar vestigios antiguos impresionantes. El chef y propietario, Petros Dimas, celebra la herencia griega con ingredientes de la propia granja del restaurante y de productores locales. Su propuesta se plasma en tres menús degustación —Genesis, Utopía y el vegetariano Physis Vegan—, acompañados por una cuidada selección de 300 etiquetas de vino y originales maridajes de bebidas.
En la Riviera Ateniense, el hotel Four Seasons Astir Palace es un refugio de ensueño junto al mar, ideal para escapar del bullicio de la ciudad. Los huéspedes pueden nadar en las cristalinas aguas del Egeo y disfrutar de deliciosos platos de cocina local con unas vistas espectaculares. El complejo ofrece el lujo característico de Four Seasons, con un spa y un estudio de bienestar inspirados en la tradición griega, piscinas serenas, salón de servicio completo y mucho más. Para cenar, el complejo cuenta con varias opciones, incluido el Pelagos, un restaurante con Estrella MICHELIN, donde el chef Luca Piscazzi crea un menú moderno inspirado en el Mediterráneo, con ingredientes de temporada y de origen local.
The Margi es otra joya de la Riviera Ateniense ubicada en el exclusivo barrio marítimo de Vouliagmeni. Dispone de habitaciones y suites discretamente lujosas, un spa tranquilo, una elegante piscina y una experiencia gastronómica con Estrella MICHELIN en el Patio. Allí, el chef Panagiotis Giakalis usa hierbas y productos de The Margi Farm para compartir su filosofía de “de la granja a la mesa” a través de dos menús degustación arraigados en la cocina griega.
7. Estancias con estilo y sabores locales en Turquía
Imagina una comida junto al mar con aperitivos para compartir, el yogur más fresco, verduras a la parrilla y kebabs jugosos, mientras el sonido del mar Egeo acaricia la orilla. Esto es lo que espera a los viajeros en la costa de Turquía.Alrededor de 300 millas al suroeste de Estambul, Esmirna presenta sitios arqueológicos, mercados cubiertos y muchas terrazas con vistas al turquesa Egeo. Uno de sus rincones más especiales es Asma Yaprağı, un restaurante familiar donde los comensales disfrutan de su comida rodeados de un exuberante jardín y viñedos. Con una marcada filosofía "de la granja a la mesa", el restaurante ha sido reconocido con la Estrella Verde MICHELIN y el Bib Gourmand. Su carta de temporada ofrece platos reconfortantes como Tarta de calabaza recién horneada con yogur, Flores de calabacín fritas rellenas de ricotta y hierbas frescas, o los tradicionales Manti, una especie de raviolis rellenos, acompañados de yogur y aceite de chile. Su propietaria, Ayşe Nur Mıhcı, lo resume así para la Guía MICHELIN: "Cocinamos en armonía con la naturaleza, dejando que los colores, aromas y sabores cambien con el sol y embellezcan nuestra mesa."
Con su paisaje montañoso y sus vistas al mar cristalino, Bodrum se está consolidando como un destino imprescindible en Turquía. Allí, Macakızı es un hotel de lujo sofisticado y elegante, digno de la Costa Azul francesa. Entre su beach club, spa con hammam turco y tres restaurantes, incluyendo el establecimiento homónimo, con una Estrella MICHELIN, este resort invita a disfrutar de días bajo el sol del Egeo y noches refrescadas por la brisa marina. Quienes visiten la zona tampoco deberían perderse Kitchen By Osman Sezener, galardonado con una Estrella. El chef Osman Sezener se inspira en los paisajes de Bodrum, desde el mar hasta los bosques, para crear platos modernos que rinden homenaje a la cocina casera turca.
Otro reflejo del auge de la región es la llegada de Six Senses Kaplankaya, a 90 minutos al norte de Bodrum. Este exclusivo refugio combina el lujo bohemio con una oferta gastronómica saludable y sostenible, además de experiencias de bienestar fuera de lo común. Su spa cuenta con 38 salas de tratamiento, hamanes, una sauna finlandesa, un baño de vapor con cristales y una experiencia de "lluvias sensoriales" diseñada para la relajación total.
Por último, en Alaçatı, en la península de Çeşme, se encuentra The Stay Warehouse Alacati, un antiguo almacén de los años 80 transformado en un hotel boutique con un marcado carácter artístico. Además de sus modernas habitaciones con vistas a los jardines, ofrece una piscina y un servicio de transporte a la exclusiva Plage Isolée, su club de playa privado. El establecimiento también funciona como espacio para conciertos y representaciones teatrales, lo que lo convierte en un destino vibrante y culturalmente enriquecedor.

8. Sabores mediterráneos y piscinas en lo alto de los acantilados en Sicilia
Entre los destinos con las mejores playas de Europa, Sicilia promete baños en aguas cristalinas y una costa impresionante que combina calas de arena dorada y escarpados acantilados, además de una gastronomía protagonizada por tomates madurados al sol y otros productos locales. La capital, Palermo, es un excelente punto de partida para explorar la isla más grande de Italia, situada justo al sur del continente.
Para disfrutar de lo mejor de la cocina siciliana, dos favoritos de la Guía MICHELIN destacan en la ciudad: Mec Restaurant, con una Estrella MICHELIN, ubicado en un palazzo del siglo XVI, y Buatta Cucina Popolana, un Bib Gourmand que interpreta recetas tradicionales. Para una estancia con encanto siciliano, Villa Igiea, a Rocco Forte Hotel, lo tiene todo: un palacio junto al mar del siglo XIX, jardines en terrazas, majestuosos interiores art nouveau y elegantes restaurantes de inspiración mediterránea.
En la costa oriental de Sicilia, Taormina es un destino pintoresco con vistas al mar Jónico. Conocida por su teatro griego antiguo, sus calles medievales y su cercanía al Monte Etna, es uno de los lugares más codiciados de la isla. También alberga dos hoteles de lujo galardonados con dos Llaves MICHELIN, la distinción que reconoce estancias excepcionales: San Domenico Palace, Taormina, A Four Seasons Hotel y Grand Hotel Timeo, A Belmond Hotel, Taormina. Este último es el hogar de Otto Geleng, un restaurante con Estrella MICHELIN que ofrece refinados platos sicilianos con vistas impresionantes.
Muy cerca, en los límites del centro histórico de Taormina, se encuentra St. George by Heinz Beck, un restaurante con dos Estrellas MICHELIN ubicado en el The Ashbee Hotel, una villa de principios del siglo XX. Allí, el chef Heinz Beck presenta una interpretación sofisticada de los productos de la región en platos como Risotto con achicoria, navajas, limón negro y uvas, o unos delicados Tortellinis rellenos de albahaca, almendras y sepia.
Imagen de cabecera: © Four Seasons Astir Palace