Carta de almohadas, ropa de cama de algodón egipcio, amenities beauty de alta gama, gastronomía con Estrella, un interiorismo espectacular, piscinas infinitas que se funden con vistas inolvidables… Todo esto acompañado del silencio, elegancia, discreción y serenidad que definen un alojamiento de lujo.
La idea es que el huésped se sienta especial, único y privilegiado, sin agasajos inoportunos ni ostentación innecesaria. El lujo se ve, pero sobre todo se siente en los pequeños detalles, lejos del disfrute 'a granel' y cerca de la excelencia que proyectan los 12 hoteles singulares que hemos seleccionado en las Islas Baleares. Partiendo del criterio básico del lujo, todos estos establecimientos aportan valores añadidos que redefinen el concepto.
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La elegancia aristocrática del hotel boutique Can Alberti 1740 Hotel Boutique alberga encuentros artísticos y culturales relevantes de Mahón © Can Alberti 1740 Hotel Boutique
Can Alberti 1740 Hotel Boutique
Elegancia aristocrática en un hotel boutique de 14 habitaciones, cada una con su propia personalidad, donde se fusionan con armonía los detalles de época y la sensibilidad moderna, sin estridencias. Ubicado en el corazón de Mahón, capital de Menorca, Can Alberti (una Llave MICHELIN) debe su nombre al año de construcción de esta histórica residencia familiar (1740), hoy convertida en un exclusivo refugio que forma parte del patrimonio histórico, artístico y cultural de la ciudad. Esta lujosa casa de huéspedes, con servicio de conserjería por WhatsApp, ofrece, además, una imprescindible terraza desde la que contemplar la puesta de sol sobre el puerto de Mahón. En el apartado wellness, el alojamiento dispone de entrenador personal, clases privadas de yoga o pilates, y experimentados terapeutas para ayudar al viajero en la desconexión absoluta.
El terciopelo y los detalles art déco visten las 24 habitaciones de Can Bordoy Grand House & Garden © Can Bordoy Grand House & Garden
Can Bordoy Grand House & Garden
Paredes revestidas de terciopelo, elementos art déco, piezas exclusivas de antigüedades de todo el mundo, jardín interior con piscina climatizada y un ambiente elegante que no abruma al viajero, es lo que nos espera en este santuario de la hospitalidad en pleno centro histórico de Palma. Ubicado en un edificio del siglo XII, este hotel con dos Llaves MICHELIN y 24 habitaciones nos transporta a la exclusividad más absoluta, con detalles como su servicio de mayordomo personal y la oferta de productos de belleza orgánicos y veganos, en sintonía con su filosofía sostenible.En cuanto a sus propuestas extramuros, Can Bordoy invita a disfrutar de un taller culinario fundamentado en platos tradicionales, un paseo en catamarán por la bahía de Palma o una excursión por tierra en transfer privado.
La madera de olivo y los tonos suaves representan en el Hotel Can Cera la Mallorca eterna © Hotel Can Cera
Hotel Can Cera
¿Y si pudiéramos alojarnos en una casa palaciega del siglo XVII, en pleno centro histórico amurallado de Palma de Mallorca, con un frondoso e impresionante patio central? Gracias a Can Cera, galardonado con dos Llaves MICHELIN, es posible ser protagonistas de un viaje a la Mallorca eterna, la de muebles de madera de olivo, paredes color crema y grandes ventanales que dejan pasar la luz del sol de una manera especial. Este espacio alberga un diálogo entre el pasado y el presente e invita al huésped a experimentar el arte de la contemplación.En este alojamiento el lujo se viste de discreción y de obras de arte locales en cada rincón. Su terraza con vistas al casco histórico, el amor por el trabajo hecho a mano y el respeto por el entorno son sus credenciales, que alcanzan la máxima expresión en su suite de 60 metros cuadrados o en la posibilidad de reservar el hammam de forma privada.
Exteriores de Can Ferrereta, junto al recinto amurallado de Santanyí, en Mallorca © Hotel Can Ferrereta
Hotel Can Ferrereta
En la costa sureste de la isla, junto al recinto amurallado de Santanyí y suspendido en una elegancia atemporal, se ubica este lujoso refugio rural del siglo XVII con 32 habitaciones y suites dignas de dos Llaves MICHELIN. Su interiorismo, valiente, bucea en la esencia mallorquina a partir de una impecable colección de arte seleccionada por la familia Soldevila Ferrer, y también a través de los ejemplares de una acogedora biblioteca que atesora preciadas ediciones limitadas.Para los más activos, el servicio de bicicleta Bike Station, con guía experimentado, ofrece itinerarios meticulosamente seleccionados para descubrir los encantos ocultos de la zona a lo largo de más de 50 kilómetros de costa.
El hotel Cap Rocat ofrece al viajero la posibilidad de alojarse en una ciudadela fortificada excavada en la roca, con vistas a la bahía de Palma © Cap Rocat
Cap Rocat
Como en la mayoría de los hoteles asociados al concepto de lujo, este establecimiento con dos Llaves MICHELIN es 'only adults'. Cap Rocat se alza sobre un área natural protegida, en un edificio catalogado Monumento Nacional y Bien de Interés Cultural. Antigua fortaleza del siglo XIX, se extiende sobre una propiedad costera de más de 35 hectáreas con vistas a la bahía de Palma, una zona famosa por sus praderas de posidonia y su riqueza en biodiversidad. La sobriedad de este enclave, recóndito y privado, se manifiesta en sus salones privados y en su invitación a dormir en una ciudadela fortificada excavada en la roca.En su zona de spa existe la posibilidad de elegir entre tres experiencias exclusivas: el exotismo de Filipinas y las técnicas de masaje asiáticas; el bienestar interior a partir de esencias especiadas de la India; o la magia de los hammams de las antiguas colonias mediterráneas. Además, a un paso del hotel, un servicio personalizado diseña aventuras a medida, incluyendo navegar a bordo de una embarcación eléctrica que minimiza emisiones y contaminación acústica; recorrer durante seis horas la costa y las reservas marinas más desconocidas; o viajar por mar hasta la isla Dragonera.
En el entorno del Castillo Hotel Son Vida, el huésped puede disfrutar de cuatro campos de golf © Castillo Hotel Son Vida, a Luxury Collection Hotel
Castillo Hotel Son Vida, a Luxury Collection Hotel
Reconocido por su excelencia, el completo equipo de conserjería de este hotel 'only adults' con una Llave MICHELIN está listo para brindarnos una experiencia a medida que haga de nuestra estancia algo inolvidable. Aventuras al aire libre, recorridos culturales, descubrimientos gastronómicos, talleres sostenibles… todo es posible en este lugar que marida un patrimonio enriquecedor con una esmerada atención al detalle. Además de gimnasio las 24 horas, vistas inigualables sobre la Sierra de Tramontana y la opulencia de la Suite Royal, este lugar ofrece sesiones de yoga y tratamientos de belleza con la firma cosmética María Galland.Otro valor añadido del Castillo Son Vida son los cuatro grandes campos de golf circundantes, ideales tanto para iniciarse en este deporte como para perfeccionar el swing. Los conserjes del establecimiento también nos invitan a descubrir de primera mano el arte de la apicultura, la artesanía del vidrio soplado Gordiola o la bodega Macià Batle, en la que deleitarnos con vinos de autor.
Ubicado en Mahón, cada rincón del pequeño (y original) hotel Cristine Bedfor cuenta una historia © Cristine Bedfor
Cristine Bedford
Aunque la percepción del lujo puede variar de una persona a otra, lo que es incuestionable es que un hotel excepcional debe preservar su alma intacta. Y si hay un 'hotel con alma' en las Islas Baleares, concretamente en Mahón (Menorca), ese es Cristine Bedford, distinguido con una Llave MICHELIN. Con un concepto boutique reflejado en cada una de sus 21 habitaciones, su cuidada selección de antigüedades nos invita a descubrir el mundo sin salir de este remanso de paz, que respira serenidad en su patio ajardinado, en perfecta simbiosis con la biosfera de la isla. Imprescindible: una visita a su encantadora tienda.Si el objetivo es explorar alguna de las calas recónditas y 'secretas' junto al establecimiento, en Cristine Bedford te proporcionan tu kit de playa y una 'carta pícnic' para que no tengas que preocuparte por nada. Dentro de este lugar tan especial, la ropa de cama es de algodón egipcio mercerizado, las toallas están hechas a mano y la cosmética es menorquina, natural, artesanal y ecológica (sin envases de un solo uso para ser más sostenibles). Además, el minibar ofrece una selección de productos locales, las habitaciones están decoradas con muebles únicos que reviven historias del pasado, las telas son majestuosas y las vistas, inolvidables. Un destino con personalidad, sin duda.
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La piscina infinita de El Llorenç Parc de La Mar es la más larga de los hoteles de Palma de Mallorca © El Llorenç Parc de La Mar
El Llorenç Parc de La Mar - Adults Only
El lujo se siente, pero debe 'entrar por los ojos'. La puesta en escena de este hotel 'only adults', de una Llave MICHELIN, ubicado junto a la catedral de Palma, es espectacular: mobiliario modernista, líneas geométricas y el minimalismo justo para no prescindir de calidez en cada estancia. Lujoso y confortable, El Llorenç Parc de La Mar se esmera en los detalles, personalizando cada servicio, desde las máquinas espresso y los controles de alta tecnología en las habitaciones hasta los increíbles baños que parecen spas. Todo está milimétricamente calculado, incluso el regalo con el que se despide al huésped.La piscina infinita de 14 metros de su terraza es tan impresionante como sus vistas, y su oferta gastronómica exhibe una Estrella MICHELIN con Santi Taura a los fogones. Además, el hotel destaca por su compromiso con la sostenibilidad, utilizando energías renovables, controlando las emisiones de carbono para minimizarlas, usando productos ecológicos, reduciendo el desperdicio de agua y alimentos, y creando menús de temporada a partir de productos de kilómetro cero.
El Único Spa de Finca Serena Mallorca posee una zona wellness ampliamente premiada © Finca Serena Mallorca
Finca Serena Mallorca
Oculto entre más de 40 hectáreas de olivares, cipreses, campos de lavanda y viñedos, Finca Serena hace honor a su nombre. Este moderno hotel boutique, con una Llave MICHELIN y 25 habitaciones, se encuentra alejado de los abarrotados resorts de playa y de la desenfrenada vida nocturna de Palma. Un refugio ideal para la desconexión, que ofrece la posibilidad de practicar running o simplemente pasear por los senderos de su finca, hacer yoga en plena naturaleza o disfrutar de sus rutas en bicicleta. Su spa de 250 metros cuadrados con piscina y chimenea, llamado Único, ha recibido numerosos premios por sus excepcionales instalaciones sostenibles para el relax, la belleza y el deporte. Dejarse llevar por su espíritu íntimo es una invitación a viajar a nuestro interior, en un entorno espectacular.También puedes alojarte en Villa Serena, una residencia vacacional de 110 metros cuadrados con todos los servicios incluidos.
Todas las habitaciones de La Residencia, en Mallorca, son diferentes © La Residencia, A Belmond Hotel, Mallorca
La Residencia, A Belmond Hotel, Mallorca
Este hotel con dos Llaves MICHELIN se localiza en una villa construida entre los siglos XVI y XVII en una ladera de la Sierra de Tramontana, con vistas al idílico (y artístico) pueblo de Deià y al Mediterráneo. Las dos casas de campo gemelas de La Residencia y su premiado spa se rodean de frondosos jardines, entre olivos y árboles frutales, y albergan habitaciones y suites (algunas con piscina y terraza privada), todas diferentes y lujosas.Más especial aún es la posibilidad de tomar clases de arte y escultura en sus instalaciones; explorar los tesoros culturales de la región sobre una Vespa; dejar que los responsables del hotel nos preparen un pícnic y lo carguen a lomos de uno de sus burros para disfrutar de un banquete mallorquín mientras contemplamos el paisaje; contar con acompañamiento personalizado si queremos salir a correr; o tener clases de tenis solo para nosotros. Además, La Residencia ofrece al huésped una espectacular biblioteca, una galería de arte y la posibilidad de admirar el atardecer durante un paseo de dos horas en barco, mientras los niños asisten a un taller de cocina.
El hotel Petunia Ibiza está ubicado entre exuberantes jardines © Petunia Ibiza, A Beaumier Hotel
Petunia Ibiza, A Beaumier Hotel
Desde la azotea de este hotel boutique de una Llave MICHELIN en la costa occidental de la isla, se disfrutan vistas privilegiadas de un icono de Ibiza: el islote Es Vedrà. Ya dentro del establecimiento, los interiores de madera y cal blanca, las paredes con pinturas al fresco, las coloridas alfombras, los glamurosos sofás y los muebles de coleccionista de los años 70 rinden homenaje a los mejores tiempos de la isla.Haciendo gala de la idea de que lo mejor de Ibiza se vive al aire libre, el Petunia prepara escapadas ad hoc: senderismo en 'The other face' para descubrir las joyas ocultas de la isla, viajes en barco privado, proyecciones de cine a cielo abierto, conciertos en directo… Todo en este hotel está pensado para hacernos sentir únicos, bajo el paraguas de la sostenibilidad, con estación de recarga para vehículos eléctricos, cultivo de productos orgánicos en la propiedad, apoyo a las comunidades locales y la posibilidad de formar parte de un programa de voluntariado para cuidar el ecosistema.
La edificación de Torralbenc mantiene las piedras originales del siglo XIX en sus paredes © Torralbenc
Torralbenc
La conexión con la naturaleza y con las tradiciones locales está asegurada a lo largo y ancho de las 74 hectáreas de este hotel mediterráneo con una Llave MICHELIN. Cuenta con edificaciones de los siglos XIX y XX, dedicadas en otro tiempo a la ganadería y la agricultura, que hoy albergan un tesoro de imprescindible visita: su propia bodega (en 2016 nació su primer vino).El Torralbenc distribuye sus estancias (todas con jardín privado, terraza o balcón) entre arbustos de romero, lavanda y buganvillas, con todos los servicios de lujo imaginables. Entre ellos, se encuentra un servicio de conserje personalizado que organiza experiencias como la de viajar a bordo de un clásico llaut menorquín para descubrir paraísos naturales de difícil acceso, acantilados y playas de arena blanca, con praderas marinas de posidonia y fondos de coral únicos. Si el huésped prefiere tierra firme, podrá recorrer los viñedos de la finca a caballo, para terminar con una cata privada de vinos. Merece una mención especial la posibilidad de conocer el museo al aire libre que forman los talayots, construcciones prehistóricas del siglo VII a.C. hechas con la técnica de piedra seca sin argamasa.
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Imagen de cabecera: © Hotel Can Cera
