Viajes 6 minutos 02 agosto 2024

2 días en Mallorca

Recorremos una de las islas más bellas del Mediterráneo para descubrir rincones paradisíacos con una oferta hotelera y gastronómica excepcional.

Mallorca ofrece multitud de propuestas culinarias, así como proyectos culturales variados, playas turquesas y espacios naturales recónditos. Desde la capital, Palma, con su ambiente bullicioso, hasta los pueblos de la sierra de Tramontana ˝Mallorca es el paraíso, si puedes resistirlo˝, como escribió Gertrude Stein.


Día 1: Palma

Por la mañana

Palma, la capital de Mallorca, es un excelente punto de partida para una ruta de 48 horas por la isla. Es una ciudad llena de bellezas arquitectónicas y propuestas gastronómicas de primera, donde lo tradicional y lo moderno se combinan. Y, aquí, no hay nada como empezar el día con una buena degustación de ensaimadas. Hay varios forns, pastelerías y panaderías tradicionales, donde probar los diferentes sabores de esta delicia. La ensaimada mallorquina típica es la lisa, pero también son famosas las de nata, crema, cabello de ángel, albaricoque, chocolate o de sobrasada. Entre los forns más emblemáticos de Palma se encuentra Can Joan de s'Aigo. Fundado en 1700, ofrece helados artesanales y chocolate caliente, según la temporada, con el que acompañar las típicas ensaimadas.

La ensaimada lisa se suele servir con azúcar espolvoreado © iStock/nito100
La ensaimada lisa se suele servir con azúcar espolvoreado © iStock/nito100

A unos pasos de este establecimiento se encuentra la Catedral–Basílica de Santa María de Mallorca. De estilo gótico mediterráneo, destaca su gran rosetón, la capilla del Santísimo, decorada en 2006 por el artista mallorquín Miquel Barceló, y el espacio interior que adaptó Antoni Gaudí. Tampoco hay que olvidar las vistas al mar de este monumento. Justo al lado de la Catedral, avistamos el Palacio Real de La Almudaina, antigua fortaleza del siglo XIV y residencia oficial de los Reyes durante sus estancias en Mallorca.

Vistas de Palma de Mallorca © Mlenny/iStock
Vistas de Palma de Mallorca © Mlenny/iStock

A escasa distancia de este emplazamiento se localiza La Lonja de Palma, un edificio gótico que suele albergar exposiciones itinerantes. Desde este punto, podemos callejear por el casco antiguo. Veremos numerosas terrazas y tiendas de moda, palacetes con típicos patios mallorquines, edificios históricos con fachadas de piedra de marés —característica de las Illes Balears— y paseos como el del Borne. Muy cerca de allí se ubica el Casal Solleric, un espacio expositivo alojado en un palacio del s. XVIII y con entrada gratuita.

A media mañana, disfruta de una bebida refrescante o de un café en el patio señorial, tranquilo y elegante del Cappuccino. Si prefieres tomar un aperitivo antes de la comida, prueba un variat mallorquí, una combinación de ensaladilla rusa, frit mallorquín, croquetas, albóndigas y calamares. Existen numerosos locales que lo ofrecen, entre ellos el Bar Bosch, donde también puedes degustar un llonguet, pan típico de la isla, acompañado de sobrasada.

Una vez repuestas las energías, podemos conocer la plaza Mayor y la plaza de Cort, donde se localiza el Ayuntamiento. Frente a él, destaca un árbol de más de 600 años conocido como L'olivera de Cort, símbolo de la capital. Durante este paseo, pululan pequeñas tiendas que venden sobrasadas de cerdo negro, raza autóctona de la isla.

Comida

No faltan opciones para almorzar en el casco antiguo. Una de ellas es Aromata, donde Andreu Genestra propone una gastronomía informal y urbana en un patio señorial del s. XVII. Otra alternativa es DINS Santi Taura, en el animado hotel El Llorenç Parc de la Mar. La cocina abierta de este restaurante, con su flamante Estrella MICHELIN, permite a un número limitado de comensales observar el proceso de preparación de los platos tradicionales, a la vez que modernos, del chef Santi Taura. A partir de productos de kilómetro cero de excepcional calidad, el menú degustación Origen, que se reinventa a cada temporada, nos presenta los diferentes sabores de la isla. 

llet encallada © Tarek Serraj/DINS Santi Taura
llet encallada © Tarek Serraj/DINS Santi Taura

Por la tarde

En el centro histórico, se encuentra la construcción de estilo modernista que albergó en su momento el histórico Gran Hotel de Palma. Actualmente, es la sede del CaixaForum y exhibe, entre otras joyas, obras del pintor Hermenegildo Anglada Camarasa. Enfrente de este edificio, el Fornet de la Soca, un forn dedicado a recetas antiguas, ofrece tanto dulces tradicionales como especialidades saladas, como las Cocas de trampó, los Cocarrois o las Panades mallorquinas.

Algo más alejado del centro de la ciudad, en un paraje rodeado de naturaleza y ubicado en una antigua fábrica de cerámica donde Joan Miró tuvo su estudio, se encuentra la Fundació Pilar i Joan Miró. Este museo exhibe el taller original del pintor, una colección permanente y exposiciones temporales.

Al atardecer, merece la pena acercarse al Castillo de Bellver, monumento emblemático de la capital, para contemplar de forma panorámica Palma y la costa mediterránea. Como curiosidad, este castillo es el único de España con planta circular.

Castillo de Bellver, del s. XIV, en Mallorca © jewhyte/iStock
Castillo de Bellver, del s. XIV, en Mallorca © jewhyte/iStock

Cena y velada

De vuelta al centro histórico, una de las numerosas alternativas para cenar es Zaranda, del chef Fernando Pérez Arellano, ubicado en el hotel Es Princep. Dispone de diferentes menús degustación con guiños a su emplazamiento originario, una antigua curtiduría.

Si prefieres seguir aislado del bullicio de la ciudad, cerca de Palma, en la localidad de Llucmajor, se encuentra el restaurante del ya mencionado chef Andreu Genestra, con nombre homónimo. Ofrece tres menús, uno de ellos vegetariano, enmarcados en el concepto Mediterranean. Aquí, el enfoque de Andreu en la gastronomía sostenible le ha llevado a conquistar, además de una Estrella MICHELIN, una Estrella Verde. Cuentan con huerto propio, sistema de reutilización del agua, paneles solares para abastecerse de la luz solar, entre otras medidas que muestran cómo la alta gastronomía puede ir de la mano con el cuidado del medio ambiente. 

La creatividad es una de las insignias del chef Fernando Pérez Arellano © Nando Esteva/Zaranda
La creatividad es una de las insignias del chef Fernando Pérez Arellano © Nando Esteva/Zaranda

Un día explorando la ciudad pide una copa o un cóctel para relajar. En pleno centro histórico y en una antigua casa mallorquina, el Bar Abaco es una de las mejores opciones. Pero si prefieres deleitarte con las vistas al puerto de la ciudad, el Sky Bar, en la azotea del Hotel Hostal Cuba, es el destino ideal.

Cualquiera de las doce acogedoras habitaciones del Hotel Can Cera, en el casco antiguo de Palma, son perfectas para descansar tras este primer día en la isla. Este palacio mallorquín del s. XVII combina elementos tradicionales elegantes con todas las comodidades modernas. Otra de las opciones para relajarse es Cap Rocat, con dos Llaves MICHELIN. Se ubica en una antigua fortaleza, a unos 20 kilómetros de la capital, en un área natural protegida y brinda unas vistas únicas a la bahía de Palma. 

Descubra la habitación más singular de Cap Rocat

Las espectaculares vistas al mar desde el hotel © Cap Rocat
Las espectaculares vistas al mar desde el hotel © Cap Rocat

Día 2: la sierra de Tramontana

Por la mañana

Empezar el día con un buen café en cualquiera de los hoteles recomendados es un acierto —el Es Princep, por ejemplo, ofrece el desayuno en la terraza con vistas al paseo marítimo. De todas las formas, merece la pena reservar un pequeño espacio para un dulce esencial en esta ruta: la coca de patata de Valldemossa.

Puedes probar este bollo esponjoso a base de patata en Ca'n Molinas. Mejor si lo acompañas con un helado de almendra en verano o un chocolate caliente en invierno. Mientras lo degustas, puedes recorrer las calles estrechas y empedradas de Valldemossa, un pequeño pueblo de la sierra de Tramontana, que albergó visitantes del mundo de la cultura en el XIX como George Sand, Rubén Darío o Frédéric Chopin. Chopin describió este pueblo como “Todo lo que el poeta y el pintor pueden soñar, la naturaleza lo ha creado en este lugar. Es el lugar más hermoso del mundo”. Destacan sus miradores con vistas inmejorables a la naturaleza, su Cartuja y el jardín de cipreses.

El encantador pueblo de Valldemossa © Alex/iStock
El encantador pueblo de Valldemossa © Alex/iStock

Siguiendo la ruta de la sierra de la Tramontana, llegamos al mirador de Sa Foradada, que exhibe toda la belleza de la inmensidad del mar y una pequeña península. Al lado, se encuentra la finca Son Marroig, donde vivió el archiduque Luis Salvador de Austria.

A unos minutos en coche, otro de los enclaves más visitados de la isla: Sóller. Este pueblo cuenta con una pequeña plaza enmarcada por la fachada modernista de la iglesia de San Bartolomeu. Desde Palma, también se puede llegar a este destino a través del Ferrocarril de Sóller, un tren de madera inaugurado en 1912.

Comida

Podemos disfrutar de un menú típicamente mallorquín, basado en productos locales, de temporada y con un amplio abanico de sabores en Ca´n Boqueta, del chef Kiko Martorell. Ubicado en una casa tradicional de la isla, goza de vistas a la sierra y de un encanto especial.

Carpaccio de vieira con sorbete de hierbas de ‘caragols’ © Kiko Martorell/Ca´n Boqueta
Carpaccio de vieira con sorbete de hierbas de ‘caragols’ © Kiko Martorell/Ca´n Boqueta

Por la tarde

A cuatro kilómetros del centro de Sóller, se encuentra el pintoresco Port de Sóller. Es más que recomendable recorrer el camino al lado del mar y probar un helado de sus famosas naranjas. Tras el paseo, veremos cómo una carretera estrecha, con curvas y rodeada de naturaleza, convierte nuestro próximo destino en unos de los rincones favoritos de la isla para los ciclistas: Sa Calobra. También puedes llegar a este escondido paraje natural en barco desde Port de Sóller.

Otro reclamo de la sierra es el pueblo de Fornalutx, acreditado como uno de los más bonitos de España. Merece la pena perderse por sus encantadoras callejuelas de adoquines y casas de piedra, rodeadas de naranjos y limoneros.

Vista aérea de Sa Calobra © jotily/iStock
Vista aérea de Sa Calobra © jotily/iStock

Cena y velada

Para terminar el viaje con unas vistas magníficas al mar, reserva mesa en la terraza del restaurante Béns d'Avall. Tras los fogones, Benet y Jaume Vicens (padre e hijo) proponen una gastronomía mallorquina de temporada, hecha con la materia prima de sus huertos, de su granja de gallinas y de sus olivares, desde donde obtienen un aceite propio y de sabor único. Por el cuidado con el medio ambiente y compromiso con la sostenibilidad, el restaurante se enorgullece de su Estrella Verde.

Una de las propuestas suculentas del restaurante © Béns d'Avall
Una de las propuestas suculentas del restaurante © Béns d'Avall

El hotel La Residencia, A Belmond Hotel, en Deià, es el alojamiento ideal para relajar, dormir y terminar nuestro viaje. Esta villa, construida entre los ss. XVI y XVII, cuenta con unas panorámicas espectaculares de la sierra de Tramontana, rodeada de olivos y árboles cítricos. Las habitaciones son espaciosas y con una decoración tradicional mallorquina. 

Uno de los enclaves exclusivos de la isla © La Residencia, A Belmond Hotel, Mallorca
Uno de los enclaves exclusivos de la isla © La Residencia, A Belmond Hotel, Mallorca

Agenda de direcciones:
Can Joan de s'Aigo: Carrer Can Sanç, 10, Palma, 07001
Catedral – Basílica de Santa María de Mallorca: Plaça de la Seu, s/n, Centre, Palma 07001
Palacio Real de La Almudaina: Carrer del Palau Reial, s/n, Centre, Palma 07001
La Lonja de Palma: Plaça de la Llotja, 5, Centre, Palma 07012
Casal Solleric: Pg. del Born, 27, Centre, Palma 07012
Cappuccino: Carrer de Sant Miquel, 53, Palma, 07002
Bar Bosch: Pl. del Rei Joan Carles I, 6, Bajos, Palma, 07012
Aromata: Concepción 12, Palma, 07012
DINS Santi Taura: Plaça de Llorenç Villalonga 4, Palma, 07001
Gran Hotel – CaixaForum Palma: Plaça de Weyler, 3, Centre, Palma 07001
Fornet de la Soca: Plaça de Weyler, 9, Palma, 07001
Fundació Pilar i Joan Miró: C/ de Saridakis, 29, Ponent, Palma 07015
Castillo de Bellver: Carrer Camilo José Cela, s/n, Ponent, Palma 07014
Andreu Genestra: Camí de Sa Torre, Km 8,7, Llucmajor, 07609 Zaranda: Bala Roja 1, Palma, 07001
Bar Ábaco: Carrer de Sant Joan, 1, Palma, 07012
Hotel Hostal Cuba: Carrer de Sant Magí, 1, Ponent, Palma, 07013
Ca'n Molinas: Via Blanquerna, 15, Valldemossa, 07170
Ca´n Boqueta: Avenida de la Gran Via 43, Sóller, 07100
Béns d'Avall: Urbanización Costa de Deià, Sóller, 07100


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Imagen de cabecera: Playa de Formentor, Palma Mallorca © Balate Dorin/iStock

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