Nuestros inspectores e inspectoras recorren España de norte a sur y de este a oeste en busca de sabores sorprendentes. Cada año degustan miles de platos, incluidos cientos de postres, que ponen el broche perfecto a cada comida o cena. Algunos presentan combinaciones ingeniosas, técnicas sofisticadas, productos excepcionales... o un poco de todo.
Desde reinterpretaciones de clásicos hasta creaciones que parecen auténticas obras de arte, cualquier dulce puede encontrar un lugar entre los favoritos de nuestros incansables especialistas del paladar, siempre que alcance la excelencia. Aunque esta lista podría ser mucho más extensa, aquí seleccionamos cinco propuestas que definitivamente les han cautivado.
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Cocina Cabal (Oviedo)
PanalEl chef Vicente Cabal, tras los fogones de este restaurante de Oviedo, reinterpreta la clásica combinación de queso con miel en este postre. Con una presentación cuidada hasta el más mínimo detalle, el protagonista aquí es un cilindro de color crema, casi blanco, cuya parte superior evoca la forma de una colmena. Se trata de un mousse de sabor delicado, elaborado con un queso de la D.O. Afuega'l Pitu. Sobre él, unos puntos de miel y otros de cítrico aportan frescor y una acidez perfectamente equilibrada.
Clavado en el mousse, un crujiente recuerda la estética de un panal, mientras que, a su lado, un trampantojo de una cuchara de miel encapsula el sabor intenso de un helado de avellana con textura cremosa. Para rematar, un toque de miel natural y polen, junto a unas avellanas tostadas intercaladas con dados de gelatina, nos invitan a disfrutar de este sorprendente y delicioso dulce.
El Molino de Urdaniz (Urdaitz)
Almendra, coco y manzanaCercado por la naturaleza navarra, este restaurante de piedra, con un estilo rústico-moderno, liderado por el chef David Yárnoz, apuesta por una cocina sincera y creativa que rinde homenaje a los productos locales. En este escenario, presenta una fascinante trilogía de sabores que combina temperaturas frías y calientes.
En la base, una crema de almendras untuosa, con un delicado punto amargo, aporta profundidad al postre. La aréola de coco que la rodea añade un toque dulce y tropical, mientras que las finas láminas de manzana encurtida que la coronan ofrecen un contraste ácido y fresco. Una propuesta sutil y perfectamente equilibrada, capaz de seducir tanto al paladar como a los demás sentidos.

Esperit Roca (Sant Julià de Ramis)
Postre: Anarkia de chocolateDesde una antigua fortaleza militar, el nuevo Estrella MICHELIN Esperit Roca ofrece este postre, del célebre chef pastelero Jordi Roca, con un sinfín de variedades de chocolate, elaboradas con ingredientes como té de jazmín, café, leche de cabra o whisky. Muchas de ellas provienen de diferentes países de Sudamérica, y cada una se presenta a través de una preparación distinta, como bizcocho, caramelo, salsa, helado, espuma, crema, nougat, entre otras. La puesta en escena recuerda más bien a un cuadro abstracto, con una “anarquía” cuidadosamente medida, texturas variadas y matices múltiples de marrón sobre un plato amplio, o, mejor dicho, un lienzo en blanco. Una obra de arte gastronómica muy vistosa y para chuparse los dedos.
Les Cols (Olot)
Flor de miel y requesón, nueces, ratafíaLa cuidada y delicada apariencia de este postre oculta un sabor profundamente intenso, gracias a los productos del entorno que lo componen o, mejor dicho, a los “alimentos no viajados”, un concepto defendido por la chef de Les Cols, Fina Puigdevall, junto a sus hijas Clara, Martina y Carlota, en Olot. La flor caramelizada y crujiente, con una gominola en el centro, está elaborada con miel de la comarca y refleja una técnica de preparación sofisticada. Bajo ella se oculta un cremoso requesón de leche de oveja de raza ripollesa, dispuesto sobre una base de nueces garrapiñadas recolectadas en el entorno. El postre se acompaña de una copa de ratafía, un licor típico de la región, hecho con nueces y una mezcla de hierbas aromáticas locales. Este bello, exquisito y equilibrado conjunto rinde homenaje a las tierras circundantes al restaurante, desde el respeto absoluto por el medio ambiente.
Una nota dulce adicional de los inspectores sobre Les Cols: los petit fours son increíbles. Presentados sobre un tronco de madera, incluyen gominola de piña, macarrón de hinojo, roscón de Olot con licor de ratafía, bombones de castañas, de hojas de col, de flores de rosa, entre muchas otras exquisiteces. Un verdadero espectáculo de color sobre la mesa.

Oria (Barcelona)
Zanahoria y mango, coco y crema helada de mandarinaDesde la Ciudad Condal, el Monument Hotel se erige como templo de la alta gastronomía creativa, con un dúo de restaurantes bajo la tutela del chef vasco Martín Berasategui: Lasarte y Oria. Este último ofrece este elegante postre de colores vibrantes y alegres, que ya se ha convertido en un clásico de la casa.
Con marcados tintes tropicales y una técnica sofisticada, presenta un trampantojo de zanahoria con una base de gelatina de mango, sobre la que descansa unas finas rodajas de zanahoria cruda. A su lado, el helado de mandarina cubre unas rocas de coco, que en su interior esconden una crema de tamarindo con la untuosidad de un dulce de leche. Este juego de texturas y sabores, provenientes de distintas latitudes, cautiva tanto a la vista como al paladar. Una experiencia fresca y espectacular.

Imagen de cabecera: Flor de miel y requesón, nueces, ratafía, de Les Cols © Xevi Abril/Les Cols