Este céntrico restaurante frente a la iglesia de San Lorenzo, en un atractivo local que llama la atención por la presencia de un altísimo arco y las paredes en ladrillo visto, entiende la gastronomía como un lenguaje y ve cada uno de sus platos como las frases con las que narrarnos historias, en lo posible vinculadas tanto a la memoria como a los recuerdos del territorio cercano.
Al frente del proyecto están María Egea y Marco Antonio Iniesta, con ella pendiente de todo en la sala y él tras los fogones. La propuesta, que sorprende por la elegancia con la que recuperan las raíces murcianas y ponen al día la tradición, solo ve la luz a través de sus menús degustación (Origen y Tierra). ¿Qué tipo de platos encontrarás? Nos han sorprendido gratamente tanto el pase que llaman Jamón, con un excelente juego de sabores similares a los del cocido tradicional, como su Chato murciano, una terrina hecha de carrillera y papada asadas. ¡El servicio de sala no puede ser más amable!