Viajes 8 minutos 04 julio 2024

3 días en la Costa Brava

Recorremos uno de los paisajes más impresionantes del Mediterráneo, la Costa Brava, con propuestas para disfrutar de su cocina, vinos y cultura gastronómica.

El turista visita la Costa Brava atraído por su espectacular entorno: arboledas donde abundan los pinos, arenas doradas con aguas cristalinas y un mar salvaje que conquista a quien lo observa. Pero esta franja de la costa gerundense no solo es paisaje, sino que cuenta con un gran patrimonio gastronómico.

Son conocidos, por ejemplo, sus vinos y aceites de oliva virgen extra, propios del Empordà, comarca catalana de la Costa Brava, que presta su nombre a las denominaciones de origen de estos productos. También lo son sus pescados y mariscos, entre los que destacan la anchoa de l’Escala o la gamba de Palamós. O el arroz de Pals, alabado por sus cualidades. Entre algunas de sus elaboraciones se encuentra la butifarra dulce, un embutido con carne de cerdo, azúcar, limón y, opcionalmente, canela, que se toma como postre, o incluso como un segundo plato.

Os proponemos una ruta en la que el mar, con sus playas esmeralda y sus abruptos acantilados, nos acompañará durante tres días. Aprovechad este recorrido para adquirir productos típicos, degustar las especialidades autóctonas, mezclarse con los locales y visitar sus restaurantes y tiendas tradicionales.

Día 1. Peralada como punto de partida


Mañana

Situada a algo más de hora y media en coche de Barcelona y apenas a una hora de la frontera con Francia, Peralada es el municipio perfecto para poner a cero nuestro cuentakilómetros. La mejor opción es movernos en coche, puesto que las conexiones en tren, no siempre nos dejarán cerca de nuestro destino. La llamada autopista del Mediterráneo, que atraviesa España de norte a sur, la AP-7, es una de las vías recomendadas para llegar, por ejemplo, desde Barcelona.

No hay mejor manera de empezar el día que rodeado de naturaleza en un entorno tan idílico como el del Castillo de Peralada, una fortaleza medieval, del s. XIV, custodiada por dos torres y más de 70.000 metros cuadrados de jardines. El complejo ha ido sumando instalaciones a lo largo de los años hasta albergar un museo, una biblioteca, una iglesia con claustro gótico, un club de golf y el Hotel Peralada Wine Spa & Golf con una Llave MICHELIN, 54 habitaciones y 10 suites. Si nos hemos alojado en el hotel, durante la mañana podemos practicar nuestro swing en el campo de golf y, después, relajarnos en el spa con una sesión de vinoterapia. Hay que destacar que este complejo cuenta con una de las más impresionantes bodegas del país, reconocida con el Premio Pritzker 2017.

Spa del alojamiento con sesiones de vinoterapia © Hotel Peralada Wine Spa & Golf
Spa del alojamiento con sesiones de vinoterapia © Hotel Peralada Wine Spa & Golf

Comida

Nuestra primera toma de contacto con la cultura gastronómica de la zona la encontraremos en el mismo Castillo de Peralada. El restaurante, que hereda el nombre de la edificación, Castell Peralada, está liderado por el cocinero Javi Martínez, con una propuesta basada en su interpretación del recetario ampurdanés y en la que tanto el sabor como el punto de cocción son impecables. Imprescindible el magnífico carro de quesos de la carta con más de 50 tipos de diversas nacionalidades, algunos únicos. Dejaos asesorar por Toni Gerez, un auténtico profesional de los vinos y de estos lácteos, disfrutaréis de sus conocimientos y anécdotas. Gerez es una de las personas más reconocidas dentro del sector. Si el tiempo acompaña, podemos tomarnos el café en la terraza y admirar la vista al lago.

Uno de los platos de Javi Martínez, del restaurante Castell Peralada © Laura Galobardes/Castell Peralada
Uno de los platos de Javi Martínez, del restaurante Castell Peralada © Laura Galobardes/Castell Peralada

Tarde

Tras la comida, merece la pena un paseo por el paisaje ajardinado y, quizás, una visita a algunos de los puntos de interés cultural de este complejo. Hay que destacar que durante los meses de julio y agosto, se celebra el Festival del Castillo de Peralada. La sala del auditorio abre el telón para acoger diferentes conciertos. Y la iglesia y el claustro ofrecen recitales, conciertos de cámara y óperas de pequeño formato, convirtiendo este emplazamiento en el centro cultural y de ocio de las noches estivales de la Costa Brava.

Después del paseo, cogeremos el coche hacia nuestro próximo destino: Llancà. El trayecto hasta esta población, por la B-260, no alcanza los quince minutos, así que podréis aprovechar la tarde para pasear por esta pequeña villa. Si sois de mar, hay opción de refrescarse en cualquiera de las veintidós playas y calas que acoge sus 7 km de costa, y si sois más de montaña, podéis acercaros al Parque Natural del Cap de Creus o al Paraje Natural de Interés Nacional de Albera.

Cena

Este precioso municipio alberga una variada y amplia oferta gastronómica en la que destaca el restaurante Miramar, galardonado con dos Estrellas MICHELIN. El establecimiento era una vieja fonda familiar que fue recuperada y rehabilitada por el chef Paco Pérez y su mujer Montse Serra. La carta se construye sobre el recetario del entorno, ese paisaje de mar y montaña que el cocinero interpreta y convierte en propio a través de sus platos de autor. Aparte de la carta, se ofrecen dos menús degustación: Mar y Territorio y Cultura. Si admitís un consejo: reservad alguna de las mesas situadas junto a la ventana, así podréis disfrutar de las vistas.

Vistas al Mediterráneo desde la sala del restaurante Miramar, en Llancà © Miramar
Vistas al Mediterráneo desde la sala del restaurante Miramar, en Llancà © Miramar

Además de restaurante, Miramar dispone de cinco suites donde podremos alojarnos y descansar después de la cena.

Día 2: Cadaqués y Roses, donde empezó todo


Mañana

Al día siguiente, se puede desayunar en el mismo establecimiento donde nos esperan zumos naturales, productos ecológicos del Alt Empordà, huevos benedictinos y dulces caseros.

Tras coger fuerzas, y antes del próximo destino, podéis visitar el recién abierto obrador de Paco Pérez, aMà. Se trata de un local, anexo al restaurante, pero con acceso independiente, donde podéis adquirir algunas de las elaboraciones caseras del chef. Hay desde seis clases de pan hasta pastas como croissants, pain au chocolat, ensaimadas o pasteles, pasando por productos de despensa como mermeladas de temporada, granola, baldosas de chocolate, crema de avellanas, misos y garums.

Nuestra siguiente parada es Cadaqués, a 20 km de Llançà por la GI-612 y GI-613. Este pueblo, considerado uno de los más bonitos de Catalunya, es conocido por haber sido el lugar de residencia de uno de los artistas más importantes del s. XX, máximo exponente del surrealismo, Dalí. De hecho, se puede aprovechar la mañana para visitar su casa convertida en museo.

En el paseo por las calles de este municipio, es mejor no dejar de probar uno de sus dulces típicos tradicionales, el Tap de Cadaqués, un bizcocho con forma de tapón de champán. 

Comida

Entre los referentes culinarios de Cadaqués, encontramos el restaurante Compartir Cadaqués, liderado por Mateu Casañas, Oriol Castro y Eduard Xatruch (cocineros también de los barceloneses Disfrutar, con tres Estrellas MICHELIN, y Compartir Barcelona). El establecimiento cuenta con una amplia terraza y una agradable sala interior de aire rústico, vestida con materiales naturales, como la piedra y la madera. La carta ofrece platos para compartir en el centro de la mesa y propuestas con un perfil tradicional, como los arroces, pero con un toque contemporáneo.

Sorbete de ajoblanco con ensalada de remolacha y fruta de Compartir Cadaqués © Francesc Guillamet
Sorbete de ajoblanco con ensalada de remolacha y fruta de Compartir Cadaqués © Francesc Guillamet

Tarde

Tras la comida nos dirigiremos a Roses, donde visitaremos elBulli1846, abierto el 15 de junio de 2023 y el primer restaurante del mundo convertido en museo. El espacio rinde homenaje al legado de elBulli de Ferran Adrià, cocinero conocido a nivel internacional por su creatividad e icono de la revolución gastronómica del s. XX.

Edificio de elbulli1846 © elBulli1846
Edificio de elbulli1846 © elBulli1846

elBulli1846 es un lugar único, ubicado en Cala Montjoi, creado y pensado para transmitir lo que representó el restaurante, impulsar la innovación, generar contenido pedagógico y promover el autoaprendizaje en la restauración gastronómica. En definitiva, la visita pretende constatar lo que fue elBulli: un referente dentro de la escena gastronómica catalana, española y mundial.

Exposición del museo de Elbulli1846 © elBulli1846
Exposición del museo de Elbulli1846 © elBulli1846

Cena

Después del recorrido por el museo, de unas dos horas de duración, nos acercaremos al Paseo Marítimo de Roses, a ROM, donde cenaremos. El restaurante ofrece una cocina tradicional actualizada que incluye pescados, carnes y arroces. El proyecto es obra del empresario Fausto Rom, fue inaugurado en 2017 por Pere Planagumà (ex-cocinero de Les Cols) y actualmente está liderado por el sevillano Moisés Vega y por su jefe de cocina Toni Romero. Otra de las opciones que nos ofrece Roses es el restaurante Sumac. Se trata de una casa familiar con una propuesta basada en los productos de proximidad y mercado a cargo de Jordi Dalmau y Carina Juárez. A destacar que, entre sus platos, se ofrece wagyu del Empordà.

Presentaciones y vistas sorprendentes del restaurante Rom © Emma Alcala/ROM
Presentaciones y vistas sorprendentes del restaurante Rom © Emma Alcala/ROM

Para dormir nos alojaremos en Vistabella, uno de los hoteles más lujosos de la Costa Brava. Se ubica en un acantilado en el extremo norte de la bahía de Roses, justo por encima de la playa de Bonifaci. Es uno de los lugares favoritos de la jet set desde los años 60. Consta de 34 habitaciones y suites, spa, piscina cubierta y se sitúa muy cerca del mar.

Vista aérea del hotel Vistabella © Vistabella
Vista aérea del hotel Vistabella © Vistabella

Día 3. Palafrugell, Palamós y Tossa de Mar


Mañana

Tras desayunar en Vistabella, nos dirigiremos a L’Escala para probar o comprar sus míticas anchoas. Lo ideal es adquirirlas en uno de los establecimientos que pertenecen a La Unió d'Antics Saladors d'Anxova, asociación formada por las cinco empresas de l’Escala especializadas en este pescado, alguna con más de cien años de historia. Entre ellas, la más antigua es Callol Serrats, con un siglo de trayectoria en la selección, salazón, maduración y tratamiento de esta especialidad. Aplican tiempos de maduración superiores al año al animal y respetan los tiempos que necesita para alcanzar la calidad exigida.

Filetes de anchoa salados © iStock
Filetes de anchoa salados © iStock

Tras la parada, podemos seguir nuestra ruta a Palafrugell, donde realizaremos el check in en Can Mascort Eco Hotel. El edificio se ubica en una casa tricentenaria actualizada, céntrica y galardonada este año con una Llave MICHELIN. Consta de 15 habitaciones y suites. Se considera un modelo de sostenibilidad, ya que, entre otras cosas, utiliza materiales naturales locales y gestiona recursos como el agua o la energía de forma responsable. 

Estableceremos aquí nuestra sede para realizar varias excursiones a pueblos cercanos. De esta manera, al día siguiente, antes de regresar a casa, podemos disfrutar de sus desayunos con platos variados, frutas y combinaciones diversas. Si se desea, el equipo del hotel puede recomendarnos qué opciones culinarias son las más apropiadas en función de la actividad que realizaremos. Además, si el viaje de regreso es largo, Can Mascort Eco Hotel ofrece la posibilidad de prepararnos un pícnic saludable. El establecimiento también cuenta con una tienda donde adquirir productos naturales y de proximidad.

A continuación, nos dirigiremos a Palamós, a un cuarto de hora en coche por la C-31.

Simplicidad y belleza en las habitaciones de Can Mascort Eco Hotel © Can Mascort
Simplicidad y belleza en las habitaciones de Can Mascort Eco Hotel © Can Mascort

Comida

Aquí recomendamos comer en La Salinera o en DVISI. El primero se encuentra frente al puerto de Palamós, en una antigua fábrica de salazones, con vivero propio y una carta de cocina mediterránea, elaborada con producto de proximidad, en la que destacan los pescados, los mariscos y los arroces. Al frente del establecimiento se encuentra Josep Alsina, en cocina, y su mujer Montse Riera, en sala. Es un lugar estupendo para probar las famosas gambas de Palamós.

Otra opción es DVISI, ubicado en la zona ajardinada del hotel Casa Vincke. El comedor es muy luminoso, gracias al gran ventanal con vistas a la piscina. Junto a esta sala, se encuentra un espacio que funciona como terraza. El proyecto está a cargo de Laura Vicente y Jordi Simón, quienes ofrecen una carta creativa, con guiños a otras latitudes, pero con el producto de proximidad como eje. Buena oferta en ostras. En cualquiera de los dos restaurantes se puede cenar o comer, ya que abren a mediodía y a la noche.

Uno de los pases de DVISI © DVISI
Uno de los pases de DVISI © DVISI

Tarde

Nuestro último día de ruta bien merece una escapada a Tossa de Mar. Entre este municipio y Palamós hay unos 46 km por la C-31 y la GI-681. No olvidemos que tras la cena tendremos que volver a Palafrugell, donde hemos fijado nuestro centro de operaciones.

Uno de los atractivos de Tossa de Mar es su castillo y casco antiguo, un conjunto medieval del s. XII en el que vale la pena perderse. En la parte más alta encontraremos el faro que sustituye al antiguo castillo que coronaba el recinto y, durante la subida a pie, dos cañones auténticos que fueron rescatados del mar. Entre sus callejuelas empedradas, podemos ver algunos sitios para tomar algo, ver el atardecer y admirar el paisaje. 

Vistas al casco antiguo de Tossa de Mar © Tossa de Mar Turisme Tossa de Mar Arxiu Imatge PTCBG
Vistas al casco antiguo de Tossa de Mar © Tossa de Mar Turisme Tossa de Mar Arxiu Imatge PTCBG

Cena

Tras el recorrido, cenaremos en el restaurante La Cuina de Can Simón, liderado por la familia Lores-Gelpí desde 1988. Su propuesta gastronómica ofrece una carta actual, con sabores tradicionales y contemporáneos, pero siempre con producto de temporada. Una cocina mediterránea en la que destacan los pescados, mariscos y arroces que rinden homenaje a los abuelos de la familia, pintores y pescadores de la zona.

El restaurante La Cuina de Can Simón, ubicado en el encantador casco histórico de Tossa de Mar © La Cuina de Can Simón
El restaurante La Cuina de Can Simón, ubicado en el encantador casco histórico de Tossa de Mar © La Cuina de Can Simón

Direcciones
Castillo de Peralada. Carrer Sant Joan, s/n, 17491 Peralada, Girona. Tel.: 972 53 81 25
Miramar. Passeig Marítim, 7 17490 Llançà, Girona. Tel.: 972 38 01 32
Casa Museo Dalí. Platja de Port Lligat, 17488 Cadaqués, Girona. Tel.: 972 25 10 15
Pastelería Mallorquina. Plaça Doctor Trèmols, 8, 17488 Cadaqués, Girona. Tel.: 932 13 35 40
Compartir Cadaqués. Riera de Sant Vicenç, s/n, 17488 Cadaqués, Girona. Tel.: 972 25 84 82
ElBulli1846. Carrer la Roca, 4, 17480 Roses, Girona. Tel.: 638 00 18 46
Hotel Vistabella. Avinguda de José Díaz Pacheco, 26, 17480 Roses, Girona. Tel.: 972 25 62 00
Rom. Passeig Marítim, 43, 17480 Roses, Girona. Tel.: 972 15 11 94
Sumac. C. del Cap Norfeu, 22, 17480 Roses, Girona. Tel.: 673 108 589
Can Mascort. Carrer Raval Inferior 23-25 17200 Palafrugell, Girona. Tel.: 623 188 828
Callol Serrats. Carretera d'Orriols, km 20.9 17130 L'Escala. Tel.: 972 77 25 77
La Salinera. Avda. Onze de Setembre, 17230 Palamós, Girona. Tel.: 972 31 64 74
Dvisi. Carrer de l'Avió, 5, 17230 Palamós, Girona. Tel.: 673 55 74 87
La Cuina de Can Simon. Carrer del Portal, 24, 17320 Tossa de Mar, Girona. Tel.: 972 34 12 69


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Imagen de cabecera: Costa boscosa de Palamós © Palamós Jordi Renart Arxiu Imatge PTCBG

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