Mini Bar Teatro, (recomendado en la guía MICHELIN) supone una de las propuestas más interesantes y divertidas de José Avillez. Ubicado en Chiado, barrio en el que el chef ha decidido abrir la mayoría de los restaurantes que atesora, está concebido bajo una estética inspirada en un teatro Art Decó con maderas nobles y paneles de cristal como separación entre las mesas. La cocina de Mini Bar Teatro es heredera de la de Belcanto y se trabaja bajo el lema de que allí 'no todo es lo que parece'. Además, el propio José Avillez, asegura que guarda muchas similitudes en concepto de 'bar de snacks' con el restaurante Tickets (Barcelona, 1 estrella MICHELIN) de Albert Adrià. Ideado como un 'gourmet bar' es el lugar ideal para disfrutar de una suculenta y amena cena de autor -solo abre por las noches- acompañada con cócteles, vinos y cervezas artesanas. La carta permite elegir entre pequeños platillos para comer con las manos de uno o dos bocados y dos menú degustación, 'En carta' y 'Menú Épico'. Recomendamos elegir uno de ellos, pues es la mejor forma de hacer un viaje gastronómico por los petiscos más sofisticados de José Avillez.
Como no podía ser de otra forma, los menús degustación y la carta se dividen en actos similares a los que ocurren en el escenario de un teatro. El primer acto comienza con una Caipirinha (Belcanto, 2012) que no se bebe, sino que se come. El segundo acto consta de las Olivas de El Bulli, como homenaje a los hermanos Adrià, un Ferrero Rocher (Belcanto, 2011) que resulta ser un bombón de foie, Pollo asado sobre una tosta con crema de aguacate y requesón y un Ceviche de gambas del Algarve para comer de un bocado y servido sobre media lima. El tercer acto lo forman dos 'Cornettos', uno de tartar de atún con alga nori y otro de steak tartar en un cucurucho de maíz y petiscos como la Terrina de foie-gras con uvas de Oporto y las Patatas bravas con mayonesa de ajo picante. Los actos cuarto y quinto, divididos entre pescados y carnes, ofrecen excelentes platos como un Bacalao à Brás y un Atún ahumado con cebollino y mojo de miso o la célebre JAburguer DOP, servida dentro de un pan brioche delicado y esponjoso, y un Arroz de ternera entre las carnes.
Los postres no dejan de sorprender y resulta imprescindible el Globo de lima-limón, una esfera rellena de sorbete y 'memorias de la infancia'.
Los fines de semana, a partir de las 11 de la noche, el lugar cobra una atmósfera de celebración y fiesta con la actuación de un DJ para amenizar la velada. “Entren en escena y diviértanse”.
Foto: Macarena Escrivá