“Lo que Sevilla te da, no te lo quita nadie”. Con semejante sentencia del cantaor Juan Peña, conocido como El Lebrijano, poco hay que objetar. Sevilla es una ciudad abierta, soleada, acogedora como pocas y con infinitas sensaciones que impactan al viajero. Por tierra (a pie o a bordo de una calesa), por mar (bueno, más bien por el único río navegable de España, el Guadalquivir), y por aire (¡ese inconfundible aroma a azahar!), Hispalis nos atrapa.
Sobrecoge la devoción de su Semana Santa, de la misma manera que su Feria de Abril contagia una alegría desbordante. Ambas citas, aunque antagónicas, resultan ineludibles para descubrir el alma de la ciudad hispalense. Pero es que Sevilla siempre guarda un as en la manga con el que agasajar al viajero en cualquier momento del año… ¡y sorprenderle! A su incuestionable patrimonio histórico y cultural —la Giralda, la Catedral, los Reales Alcázares—, la ciudad suma la hospitalidad de sus gentes. Porque Sevilla se vive en la calle, en la imponente plaza de España con sus azulejos multicolores, en el parque de María Luisa, pero también recorriendo a pie su casco histórico y tapeando por él. A la vuelta de cualquier callejuela, el bullicio adquiere su connotación más apetecible en barrios como Triana, Santa Cruz o el de la Alfalfa, salpicados de tiendas de artesanía local.
Más allá de los tópicos, y parafraseando a Ferran Adrià, “Sevilla no se puede explicar, hay que vivirla porque tiene un alma única”. Lo que sí podemos hacer es explorar todo aquello que deja una huella imborrable, independientemente de sus monumentos, sus plazas, sus majestuosos jardines, el Museo de Bellas Artes (segunda pinacoteca de España después de El Prado), la Plaza de Toros de La Maestranza… Nos adentramos en la Sevilla más sensorial y exclusiva para saborear sus cocinas excelsas, dormir en sus palacetes históricos, probarnos sus volantes y bordados más auténticos, empaparnos del duende de sus bailes y mezclarnos con el ajetreo de su esencia.
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1. Un paseo por el Guadalquivir, desde la Torre del Oro
Sevilla es una ciudad monumental que se puede recorrer fácilmente a pie, pero ofrece una perspectiva única e imprescindible desde el agua. El Guadalquivir, el único gran río navegable de España, ha sido testigo de momentos históricos clave en la ciudad y se extiende en calma como una gran avenida desde la que contemplar su grandeza. Subir a bordo de uno de los cruceros disponibles —con copa y aperitivo o sin ellos— es una excelente manera de hacer una primera incursión de una hora que ofrece una visión global de lo que nos espera. Spoiler: ¡es mucho! El punto de partida de esta aventura panorámica fluvial no es otro que la Torre del Oro, una imponente construcción defensiva del siglo XIII de 36 metros de altura, hoy convertida en museo naval e imprescindible en cualquier postal de la ciudad.
2. ¡Hasta la cocina! La experiencia de comer en la mesa del chef en Abantal
Llega el momento de regalarnos un homenaje gastronómico, y el elegante restaurante Abantal es el lugar idóneo para ello. Con una Estrella MICHELIN, su propuesta de culinaria andaluza contemporánea, con influencias árabes, se materializa en dos menús degustación centrados en el producto de calidad y temporada. Para quienes buscan sublimar la experiencia, Abantal propone formar parte de la mesa del chef, un espacio inmersivo dentro de la mismísima cocina. Allí, diez afortunados comensales comparten con el chef, Julio Fernández Quintero, el buen hacer del equipo.
Y como pisar Sevilla bien merece más de un día, no podemos dejar de recomendar el lugar del barrio de La Alameda donde los amantes del ibérico van a encontrar su paraíso. En el interior del céntrico hotel One Shot Palacio Conde de Torrejón, del siglo XVIII, nos esperan Lalola de Javi Abascal y las mejores viandas de esa raza tan nuestra en un menú degustación elaborado al cien por cien (incluidos los postres) en torno al cerdo ibérico. La mejor materia prima de la Sierra de Huelva pasada por la creatividad del chef: Lengua acebichada con crema de maíz; Humus de pochas con secreto ibérico a baja temperatura; Corte ibérico con milhojas de calabaza a la villeroy; o Bombón de chocolate ibérico Tiramisú Lalola.
3. Vida palaciega para reposar del ajetreo como reyes
Los palacetes barrocos sevillanos del XVII son señas de identidad inequívocas de la ciudad, y en uno de ellos merece mucho la pena hospedarse y respirar el encanto del casco histórico. Corral del Rey es un hotel boutique de lujo con 17 habitaciones distribuidas en torno a un atrio de tres plantas, columnas de mármol, suelos de piedra de Tarifa y madera tallada. Es una joya escondida con vistas a la Giralda desde su terraza y habitaciones elegantes con alma propia.
Si, por el contrario, prefieres reposar del mundanal ruido en una casa típica encalada del siglo XVIII, pero sin renunciar al lujo y a todas las comodidades posibles (además de a una ubicación privilegiada), tu lugar es el Hospes Las Casas del Rey de Baeza. Se trata de un alojamiento tradicional con sabor flamenco, un antiguo corral de vecinos sevillano que hoy es un remanso de paz con 41 habitaciones. Suelos de pizarra, grandes ventanales y una decoración esmeradamente sobria, además de una encantadora terraza en la que tomar una copa con vistas, son sus credenciales.


4. Juan Foronda: hilando la artesanía flamenca desde 1923
Mantones, mantoncillos, mantillas y bordados artesanales son la especialidad de la casa Foronda, que lleva más de cien años ofreciendo lo mejor de los complementos sevillanos por excelencia. Traspasar el umbral de la puerta de esta emblemática tienda, toda una institución, y no salir de ella con un mantón bordado en seda a mano es (casi) un delito del que podríamos arrepentirnos. Princesas y reinas se han embellecido con los mantones de Foronda, referente mundial de esta prenda tan andaluza y tan tradicional.

5. El brunch del hotel Alfonso XIII, placer culinario en un edifico histórico
Entre muros centenarios, con música de piano en vivo, cava y vistas inmejorables al icónico patio azulejeado del Hotel Alfonso XIII, nos sumergimos en una experiencia de ensueño. Por este emblemático lugar han pasado los personajes icónicos de los últimos tiempos, además de lo más granado de la sociedad sevillana. No en vano, este excepcional alojamiento del histórico barrio de Santa Cruz, inaugurado por el rey Alfonso XIII, es una de las visitas obligadas en la ciudad. Entre las múltiples opciones, elegimos disfrutar de su Sunday Brunch, deleitándonos con Tostadas de mousse de foie y orejones, Tartar de buey o su famosa Tarta de chocolate estilo fudge, entre otras delicias gastronómicas. Antes de irnos, no podemos evitar coronar la experiencia con un cóctel en su precioso bar americano.
6. ¿Un vinito en la taberna más antigua de Sevilla?
Para el momento del vinito a media mañana, podríamos perfectamente recomendar la Bodega Bar Ventura, de ambiente taurino y mucho arte; o Casa Moreno, un peculiar establecimiento con dos caras, una en formato tienda y, al fondo, la concurrida barra. Pero si tenemos que elegir una taberna entre todas las posibles (y ojo, que en Sevilla parecen brotar de las piedras) nos quedamos con El Rinconcillo. Con casi cuatro siglos de historia (se fundó en 1670, en tiempos de Carlos II), es el bar más vetusto de España. Su barra de madera, sus suelos de loza, toneles, azulejos típicos y el constante bullicio llenan los 400 metros cuadrados de este lugar único, donde te invitan a viajar en el tiempo degustando una tapa típica con sabor a tradición.

7. Moda flamenca exclusiva, by Alejandro Santizo
Tras ganar el Premio Revelación en el concurso de noveles de la Semana Internacional de la Moda Flamenca, la firma de moda flamenca Alejandro Santizo se ha convertido en un referente para quienes buscan exclusividad y desean lucir el mejor traje de flamenca de la ciudad. Con el color 'rojo Santizo' por bandera, cuerpos ceñidos y mangas con volúmenes XXL, este aclamado diseñador reinterpreta cada año el único traje regional (el de flamenca) que evoluciona con la moda “sin salirnos de los patrones que definen el cuerpo de la mujer”. Descubrir las creaciones sublimes de Alejandro Santizo es, sin duda, un apasionante plan, que hasta el 8 de abril se muestra en la Suite Santizo del Hotel Only You, con cita previa.

8. Tardeo en una villa modernista en el barrio del Porvenir
Casa Ozama y su terraza, así como sus interiores en plena avenida de la Borbolla, ofrecen todo lo necesario para un buen tardeo. Música en vivo, más de 2000 metros cuadrados y cócteles de autor se dan la mano en esta fastuosa y elegante villa modernista de 1912, ubicada junto al parque de María Luisa. En el exterior, jardines adornados con coloridas buganvillas, limoneros y olivos, con diferentes espacios en los que disfrutar de la tarde en buena compañía y sumergirse en la hospitalidad sevillana.

9. Domi Vélez, el mejor panadero del mundo
Si nunca has oído hablar de un panadero humanista, es momento de descubrir a Domi Vélez, reconocido como el mejor panadero del mundo en 2021. Entrar en su obrador y degustar "el pan de siempre como nunca antes lo habías probado" es toda una experiencia. Sus panes de autor, artesanales y naturales, están libres de artificios pero llenos de oficio, donde cada pieza es única y especial. Elevar un producto de gran consumo como el pan a la categoría de bocado gourmet es un arte que Vélez domina a la perfección. Así que, si viajas a Sevilla, lo suyo es que te lleves un pan (de autor) debajo del brazo. Pan de limón y semillas de amapola, Batard de chía o Pan chimichurri con jackfruit son algunas de sus creaciones más sorprendentes. También ofrece su versión dulce, igualmente recomendable.

10. La mejor foto de la Giralda está en la terraza del Hotel EME
Recomendado por los inspectores de la Guía MICHELIN, el Hotel EME Catedral Mercer es un alojamiento excepcional en el mítico barrio de Santa Cruz, una zona judía y medieval de la ciudad de calles estrechas y plazas llenas de naranjos, testigo de los amoríos entre don Juan Tenorio y doña Inés. Ubicado en un edificio andaluz del siglo XVI, donde el valor histórico se fusiona con un diseño contemporáneo, los sevillanos disfrutan desde su terraza de las mejores vistas de la Catedral de Sevilla en toda la ciudad y de la posibilidad de departir con una copa en la mano.
11. Mantecados y otras delicias, en La Despensa de Palacio
La historia de la legendaria pastelería La Despensa de Palacio comienza en 1743, cuando Antonio Santaella, el primer hornero de la saga familiar, entra al servicio del Marqués de Estepa, quien poco después lo nombra responsable de la despensa del palacio. Generación tras generación, los Santaella han elaborado confitería de calidad que hoy venden tanto en Estepa como en Sevilla capital. Entre sus productos destacan especialmente las tortas de Pasión y los mantecados, que comercializan en preciosas latas coleccionables. Como colofón a la excelencia, en 2012 inauguraron el Museo del Chocolate de la Despensa de Palacio, considerado uno de los mejores del mundo, aunque para visitarlo deberemos desplazarnos a Estepa, a una hora de la capital.

12. Un buen espectáculo flamenco, la mejor manera de despedirse
Para rematar una estancia cien por cien emocional, no puede faltar un buen espectáculo flamenco. Entre los recomendables se encuentran tablaos como Los Gallos o El Arenal, además de La Casa de la Guitarra, un centro cultural en el barrio de Santa Cruz que también permite empaparse de la historia de uno de los instrumentos más importantes de la cultura andaluza. Y si lo que buscamos es un escenario consagrado al cante, el baile y la guitarra, con un diseño inspirado en la Sevilla del 29 y un aforo de 100 butacas con tres pases diarios, nuestro lugar es el Teatro Flamenco Triana, que garantiza que lo que allí vamos a ver y sentir es genuino.

Leer también: Andalucía para amantes del flamenco y de la buena comida
Direcciones
Restaurante Abantal: C/ Alcalde José de la Bandera, 7 y 9. 41003. Sevilla.Restaurante Lalola de Javi Abascal: C/ Conde de Torrejón, 9. 41003. Sevilla
Hotel Corral del Rey: C/ Corral del Rey, 12. 41004. Sevilla
Hotel Hospes Las Casas del Rey de Baeza: Plaza Jesús de la Redención, 2. 41003. Sevilla
Tienda Juan Foronda: C/ Sierpes 33, 41004. Sevilla
Hotel Alfonso XIII, A Luxury Collection Hotel: C/ San Fernando, 2. 41004. Sevilla
El Rinconcillo: C/ Gerona, 40. 41003. Sevilla
Alejandro Santizo: Punto de venta oficial: C/ Congreso, 38. Polígono Pisa Mairena Aljarafe. 41927. Sevilla
Casa Ozama: Avda. de la Borbolla, 59. 41013. Sevilla
Panadería Domi Vélez: C/ Álvarez Quintero, 10. 41004. Sevilla
Hotel EME Catedral Mercer: C/ Alemanes, 27. 41004. Sevilla
La Despensa de Palacio: C/ Villegas, 1, esquina C/ Francos. 41004. Sevilla
Teatro Flamenco Triana: C/ Pureza, 76. 41010. Sevilla
Museo Casa de la Guitarra: C/ Mesón del Moro, 12. 41004. Sevilla
Tablao Los Gallos: Plaza de Santa Cruz, 11. 41004. Sevilla
Tablao El Arenal: C/ Rodo, 7. 41001. Sevilla
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Imagen de portada: Catedral de Sevilla, con La Giralda al fondo © Maylat/iStock