La idea de una escapada a una isla suele traer a la mente playas tranquilas, lugares para bucear y resorts con todo incluido. Sin embargo, algunos de los paraísos albergan también joyas culinarias poco conocidas. Por eso, la Guía MICHELIN ha trazado un mapa de las islas más románticas, donde la buena mesa se une a la más absoluta intimidad: desde rincones ocultos de Alemania y Francia hasta idílicos parajes de Tailandia y Malasia.
Llegar a estos lejanos destinos no es siempre una tarea fácil (hay que esperar viajes en ferry, carreteras sinuosas y a veces una épica sensación de aventura), pero la recompensa merece la pena. Estas son las islas más impresionantes del mundo, con restaurantes aprobados por la Guía MICHELIN. Apúntalas a su agenda antes de que todo el mundo las descubra.

1. Córcega, Francia
Por qué ir: Por sus espectaculares paisajes, sus playas vírgenes y los sabores franceses e italianos que se funden para crear un panorama gastronómico único.Restaurantes de Córcega según la Guía MICHELIN: 43 establecimientos, entre ellos un restaurante con dos Estrellas, tres con una y tres Bib Gourmands.
Esta pequeña isla mediterránea ofrece algunos de los paisajes más espectaculares del viejo continente. En el Cap Corse septentrional encontrarás una belleza salvaje e indómita: colinas exuberantes, carreteras serpenteantes que conducen a playas desiertas y marisco fresco recién sacado del agua. Si te adentras en el interior, el terreno escarpado y montañoso hace que el menú se decante por carnes contundentes y quesos artesanales, reflejo de las tradiciones agrícolas de la isla. Nuestros inspectores recomiendan Finestra by Italo Bassi, en la deslumbrante ciudad acantilada de Bonifacio, y Le Charlie, al sur de Ajaccio, la capital.
Para los recién llegados, la cocina corsa es una mezcla de delicadeza francesa y calidez italiana, moldeada por el árido terreno de la isla y la abundancia mediterránea. En la costa reinan los pescados y mariscos frescos, como el besugo a la parrilla, el salmonete y el aziminu (bullabesa corsa), mientras que el interior montañoso ofrece ricos platos como el civet de sanglier (estofado de jabalí) y la pulenda, una polenta de harina de castaña. Los famosos embutidos de Córcega, como el prisuttu, la coppa y el figatellu, combinan a la perfección con quesos locales como el ácido y versátil brocciu. Los dulces, como el fiadone (tarta de queso corsa), las galletas canistrelli y los pasteles de harina de castaña, ponen de relieve las abundantes castañas de la isla, mientras que el licor de mirto y los vinos de lugares como Patrimonio o Ajaccio complementan cualquier comida. Ya se trate de caza, polenta cremosa o pescado a la parrilla, cada plato cuenta una historia de la isla y de su abundante despensa natural.
Dónde alojarse: Si lo que buscas es paz, no hay nada mejor que el famoso Domaine de Murtoli (L'Hôtel de la Ferme), donde las cabañas de piedra de los pastores de ovejas se han convertido en relajadas villas. Otra opción es el Casadelmar, de dos Llaves MICHELIN, localizado en una de las playas más bellas y animadas de la isla.
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2. Islas Feroe, Dinamarca
Por qué ir: Por su ambiente remoto, sus paisajes escarpados y por la cocina innovadora de chefs que saben cómo lidiar con la adversidad de los paisajes.Restaurantes de la Guía MICHELIN en las Islas Feroe: Dos restaurantes avalados por la Guía MICHELIN. En 2026, el aclamado KOKS reabrirá sus puertas, una vez que los propietarios encuentren un lugar adecuado. Será un establecimiento a tener en cuenta, ya que en su anterior versión contaba con dos Estrellas MICHELIN.
Alojarse en las Islas Feroe puede parecer una experiencia de otro mundo. Aquí, los paisajes desgarrados por el viento se unen a una destreza culinaria sin igual, lo que sitúa a este remoto archipiélago en el mapa de los amantes de la cocina moderna. Aunque KOKS, el pionero de la gastronomía feroesa, esté temporalmente cerrado, puedes degustar los mismos sabores en los establecimientos hermanos ROKS y Ræst, ambos en Tórshavn. La cocina local está moldeada por elementos como el cordero fermentado, los erizos de mar y el pescado seco, todo ello impregnado de tradición y refinado con técnicas modernas.
Aquí reina el aislamiento absoluto: la tierra parece intacta, y la falta de una red de wifi fiable solo aumenta el encanto de una vida apartada de todo. La batalla con la naturaleza para conseguir cada ingrediente hace que la gastronomía feroesa se sienta más ganada y distinta, con los lugareños respetando lo que la tierra y el mar les proporcionan. Para los que buscan soledad y una culinaria inigualable en un entorno de gran belleza, las Islas Feroe es un destino que merece la pena en todos los sentidos.
Dónde alojarse: Nuestros inspectores de hoteles siguen buscando las mejores estancias en las Islas Feroe, pero no faltan establecimientos: hay desde refugios costeros hasta alojamientos más céntricos.
3. Islas Frisias Occidentales, Países Bajos
Por qué ir: Belleza natural intacta, vida salvaje y ambiente tranquilo, acompañados de marisco fresco de la zona y pueblos con encanto.Restaurantes de la Guía MICHELIN en las Islas Frisias Occidentales: Cinco establecimientos seleccionados por la Guía MICHELIN, incluido un restaurante con una Estrella.
Las islas Frisias Occidentales han sido durante mucho tiempo una joya oculta, apreciada por los viajeros más exigentes. Aparentemente inalteradas por el tiempo, estas islas neerlandesas cuentan con dunas de arena, playas tranquilas y pueblos apacibles, que ofrecen un santuario para quienes buscan la soledad. Los entusiastas de la naturaleza se sienten atraídos por los extensos humedales, la abundante vida salvaje y las interminables rutas ciclistas que serpentean la costa y las tierras de cultivo. Ahora que su serena belleza empieza a captar la atención de un público más amplio, estas islas están a un paso de ser descubiertas del todo.
Sin embargo, lo que las hace realmente excepcionales es su ritmo de vida pausado, con encantadores bistrós que sirven mejillones, ostras y especialidades locales. Entre estas, el Friese nagelkaas (un queso tradicional holandés elaborado con leche de vaca semidesnatada y aromatizado con clavo y semillas de comino) y el Zeeuwse bolus (un pastel de masa blanda y dulce rebozada en canela y azúcar, que se enrolla en espiral y se hornea hasta caramelizarse) dan una idea de la riqueza culinaria de la isla. Para disfrutar de un interior relajante y de los productos del mar, no te pierdas el restaurante de una Estrella Bij Jef o el establecimiento Recomendado Kook Atelier op Oost.
Dónde alojarse: Con pocos hoteles en todas las islas, Texel (la isla más grande) ofrece la mayor variedad de lugares donde hospedarse, incluidas opciones boutique como el hotel Texel, situado a orillas de un pequeño lago.

4. Penang, Malasia
Por qué ir: Mezcla historia colonial, un vibrante arte callejero y una de las escenas gastronómicas más célebres del Sudeste Asiático, donde se combinan influencias culturales centenarias.Restaurantes de la Guía MICHELIN en Penang: 63 establecimientos, entre ellos dos con una Estrella y 27 Bib Gourmands.
Hasta hace poco, Penang (el centro culinario de Malasia, con un número sorprendente de restaurantes aprobados por inspectores para su tamaño) era una joya oculta. Su capital, George Town, con un encanto colonial y una dinámica escena artística callejera, es un cuadro vivo del pasado y el presente. La ciudad, incluida en la lista de Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, es un lugar de encuentro de las culturas china, malaya e india, una fusión que se refleja en su gastronomía: los puestos de venta ambulante sirven desde laksa picante hasta crujientes char kway teow. Entre los restaurantes galardonados con Estrellas MICHELIN se encuentra Auntie Gaik Lean's Old School Eatery, donde se preparan especialidades locales al momento.
Al pasear por las estrechas callejuelas de George Town no solo se descubren impresionantes obras de arte callejero, sino también intrincados templos tallados, edificios históricos y coloridas tiendas que brillan bajo la luz tropical. Poco a poco, Penang está llamando la atención del mundo: ve ahora, antes de que todos sepan lo que esconde.
Dónde alojarse: Nuestros inspectores aún no han explorado a fondo el panorama hotelero local, pero, si tu presupuesto te lo permite, el hotel Shangri-La Rasa Sayang Resort and Spa es una excelente opción.
5. Ibiza, España
Por qué ir: Por su atractivo paisajístico y su energía mística, con playas solitarias y colinas onduladas, donde podrás relajarte en serenos refugios y degustar la gastronomía local, desde la más refinada a la más informal, huyendo del ambiente festivo de la isla.
Restaurantes de la Guía MICHELIN en Ibiza: 13 establecimientos en la isla, entre ellos cinco de una Estrella y un Bib Gourmand.
Ibiza ofrece mucho más que fiestas nocturnas. Los expertos aprecian los encantos más tranquilos de la isla balear: durante décadas, las comunidades hippies se instalaron en tiendas de campaña en playas solitarias, pero esto ha evolucionado y actualmente este destino ofrece lujosos refugios, como el Six Senses. Los escarpados acantilados y las colinas perfumadas de pinos esconden diminutas calas de aguas turquesas y arena dorada, mientras que los pueblos del interior desprenden autenticidad.
En cuanto a gastronomía, Ibiza cuenta con lo mejor del Mediterráneo. Las especialidades locales incluyen el bullit de peix, un sustancioso guiso de pescado, y la sobrasada, un embutido curado condimentado con pimentón. El arroz adquiere una nueva profundidad cuando se prepara con la pesca del día, y las hierbas frescas de las granjas de la isla impregnan de sabor cada plato. ¿El ambiente? Una mezcla de elegancia rústica y lujo discreto bañada por el sol, donde las largas comidas bajo pérgolas de enredaderas se convierten en veladas a la luz de las estrellas. Reserva mesa en La Gaia, galardonado con una Estrella MICHELIN, para descubrir una cocina de fusión y contrastes, o en Ca's Milà para disfrutar de especialidades más informales a orillas del mar.
Dónde alojarse: La isla ofrece una gran variedad de alojamientos, desde el Six Senses Ibiza, situado junto a la playa, hasta otros más pequeños, como el hotel-villa Ca Na Xica o el Bless Ibiza, de una Llave MICHELIN.

6. Isla de Ré, Oeste de Francia
Por qué ir: Para recorrer pueblos pesqueros que rodean pequeños puertos, viñedos y marismas, largas playas y ostras cultivadas in situ.Restaurantes de la Guía MICHELIN en la isla de Ré: Cuatro establecimientos reconocidos por la Guía MICHELIN en la isla y un puñado más en el continente, nueve de ellos en La Rochelle, la ciudad más cercana, donde Christopher Coutanceau destaca con dos Estrellas. La vecina isla de Oléron también cuenta con un par de opciones dignas de mención.
Hasta hace poco, la discreta belleza de la isla de Ré era un secreto. Ahora, las doradas calles adoquinadas de este lugar, especialmente en el puerto de Saint-Martin-de-Ré, se están haciendo un hueco en el radar de los viajeros más exigentes. La isla invita a explorarla en bicicleta y a un ritmo pausado, en el que el tiempo parece estirarse mientras se recorren pueblos pintorescos. Los restaurantes de la Guía MICHELIN de Saint-Martin-de-Ré, como Le Serghi y Chai nous comme Chai vous, en la cercana La Flotte, encarnan esa misma elegancia sin prisas, con ingredientes locales y platos tan sencillos como sabrosos. Ve ahora, antes de que el resto del mundo se dé cuenta de la novedad.
Dónde alojarse: Aquí hay diversas estancias que merece la pena reservar, como el Hotel de Toiras, en Saint-Martin-de-Ré, o el relajado Les Bois Flottais, en el pueblo poco conocido Le Bois-Plage-en-Ré,.
7. Madeira, Portugal
Por qué ir: Por sus espectaculares acantilados, sus verdes paisajes y una cocina que cuenta la historia de su rico patrimonio.
Restaurantes de la Guía MICHELIN en Madeira: Nueve restaurantes, entre ellos uno de dos Estrellas, dos de una y tres Bib Gourmands.
En Madeira, los viajeros descubrirán acantilados espectaculares, costas escarpadas y maravillas botánicas, además de la deliciosa cocina local. En el océano Atlántico, frente a la costa africana, las verdes y exuberantes montañas de Madeira parecen surgir del agua del mar. La belleza natural de la isla se complementa con un panorama culinario a la altura de las circunstancias, que abarca desde íntimos restaurantes familiares hasta experiencias galardonadas con Estrellas MICHELIN.
Hay que pasear por Funchal, la capital de la isla, donde las calles empedradas conducen a mercados repletos de frutas y especias aromáticas. La gastronomía local es una mezcla de pescado fresco, guisos contundentes e ingredientes únicos, como el pescado de sable negro, maridado con los mundialmente famosos vinos de Madeira. Recomendamos reservar en el dos Estrellas Il Gallo d'Oro para vivir una experiencia excepcional. Fuera de la capital, los rincones más tranquilos de la isla (con sus viñedos en terrazas, senderos entre bosques de laurisilva y pueblos con encanto, como Câmara de Lobos, donde se encuentra el restaurante Vila do Peixe) ofrecen el escenario perfecto para aventuras culinarias.
Dónde alojarse: Aunque nuestros inspectores aún no hayan rastreado la isla en busca de los mejores establecimientos, The Reserve Hotel es digno de mención por sus elegantes interiores, sus amplias vistas al mar y su piscina en la azotea, al igual que Reid's Palace, A Belmond Hotel, un alojamiento de gran categoría situado sobre espectaculares acantilados.

8. Isla de Skye, Escocia
Por qué ir: Por sus escarpados acantilados, montañas neblinosas y playas solitarias, donde los cielos siempre cambiantes crean una atmósfera mística como en ningún otro lugar de Escocia.Restaurantes de la Guía MICHELIN en la isla de Skye: Cuatro establecimientos, uno de ellos con una Estrella.
La isla de Skye, situada en el extremo septentrional del país, sigue siendo uno de los secretos mejor guardados de Escocia debido a su difícil acceso. Con sus elevados acantilados, escarpadas colinas y playas bañadas por el viento, los paisajes de Skye evocan una sensación de belleza pura e indómita.
Famosa por sus cielos etéreos y cambiantes, en los que la niebla llega desde el mar y el arco iris suele dibujarse en el horizonte, la isla es un paraíso para fotógrafos, amantes de la naturaleza y románticos en busca de soledad. Las calas aisladas de la isla, las espectaculares puestas de sol sobre las colinas de Cuillin y las acogedoras posadas con hogueras crepitantes la convierten en un destino de ensueño para las parejas. Se trata de una región cargada de historia, con antiguos castillos y asentamientos en ruinas, donde la gastronomía combina ingredientes de la zona con sabores tradicionales escoceses: salmón ahumado, carne de venado y el famoso marisco de la isla, que podrás degustar en el restaurante Loch Bay, galardonado con una Estrella.
Dónde alojarse: Alojarse en Skye puede ser todo un lujo: opta por el hotel Kinloch Lodge, de una Llave, con su chimenea y vistas al mar, o por las encantadoras cabañas de madera del Bracken Hide Hotel, con un diseño elegante y vistas a las llanuras costeras.
9. Phuket, Tailandia
Por qué ir: Quizá Phuket sea la isla más famosa de Tailandia, pero su verdadero encanto reside en la fusión de su vibrante comida callejera, su herencia chino-portuguesa y sus tesoros naturales ocultos, que ofrecen una visión más profunda de la auténtica vida insular tailandesa, que va más allá de sus bulliciosas playas.Restaurantes de la Guía MICHELIN en Phuket: 58 establecimientos, entre ellos uno con una Estrella y 19 Bib Gourmands.
Puede que Phuket se haya ganado su reputación como eje del turismo internacional en Tailandia, pero si indagas un poco más, encontrarás una isla que sigue rebosando autenticidad y encanto local. Sus raíces culinarias se hunden en la herencia chino-portuguesa de la isla: fideos Hokkien, moo hong (panceta de cerdo estofada) y nam phrik goong siap (salsa de gambas y chile) servidos en restaurantes de carretera y bulliciosos mercados nocturnos. El casco antiguo, con sus tiendas en tonos pastel, es un tesoro de comida callejera y delicias dulces: pásate por Torry's Ice Cream para probar los sabores del durian o del coco con un toque moderno.
Aquí el marisco es el rey, sobre todo en los restaurantes del muelle de Laem Hin, donde se sirven gambas, cangrejos y pescados recién capturados en el mar de Andamán acompañados de una sabrosa salsa de chile y lima. Para una cocina más sofisticada, PRU es la opción ideal: se trata de un restaurante tailandés con una Estrella MICHELIN, donde los ingredientes locales, como la langosta de Phuket y las hierbas silvestres, son los protagonistas.
Aunque las playas son un atractivo (Patong por su frenética vida nocturna, Kata para los surfistas y Nai Harn por su ambiente apacible), lo que más cautiva son los rincones tranquilos. Explora el frondoso bosque de Khao Phra Thaeo para descubrir la cascada de Bang Pae o haz una excursión en barco para conocer los karsts calcáreos de la bahía de Phang Nga. Programa tu visita para los meses de noviembre a febrero, cuando el tiempo es seco y el mar tranquilo, pero sáltate las multitudes recorriendo la costa este de la isla, menos frecuentada.
Dónde alojarse: El Amanpuri, de tres Llaves, ocupa un lugar destacado en el ranking de hoteles, con su elegante diseño de estilo tailandés. Entre las opciones más asequibles se encuentra el The Pavilions, Phuket, de una Llave, que ofrece vistas a la exuberante selva.

10. Norderney, Alemania
Por qué ir: Con dunas azotadas por el viento, una costa virgen y una histórica cultura balnearia, Norderney ofrece una singular combinación de serenidad natural y lujo discreto. Un verdadero remanso de paz.Restaurantes de la Guía MICHELIN en Norderney: cinco establecimientos, entre ellos uno con una Estrella y un Bib Gourmand.
Norderney, la segunda isla de Frisia Oriental más grande de Alemania, dibuja un apacible arco a orillas del Mar del Norte y permanece sorprendentemente fuera del radar. Conocida por su vigorizante aire marino y sus extensas playas de arena, esta isla declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO es un tranquilo refugio de discreta elegancia. Antiguo balneario en el siglo XIX, ha conservado el encanto de antaño con villas junto al mar y centros de bienestar.
La escena gastronómica está arraigada a su herencia costera, como en el Seesteg de una Estrella (en el hotel homónimo) o en el más informal Müllers auf Norderney. Disfruta de ostras recién abiertas, gambas mantecosas del Mar del Norte y anguila ahumada acompañada de un buen Schwarzbrot. No te vayas sin probar la emblemática Friesentorte, una rica mezcla de masa con crema y manzanas ácidas.
Lo que distingue a Norderney es su armoniosa combinación de belleza natural y meticulosa conservación. Atravesadas por carriles bici, sus salinas y marismas son perfectas para largos paseos o visitas guiadas que nos revelan un ecosistema repleto de mariscos y aves marinas. El estatus de isla protegida garantiza que gran parte de este paisaje se mantenga intacto. Con su sencillez, Norderney brinda el sabor de la vida isleña sin prisas: un lujo suficiente para que todo resulte especial, sin dejar de ser auténtico.
Dónde alojarse: Son excelentes opciones el hotel Seesteg Norderney, con dos Llaves, situado junto a la playa, y el 1884 Norderney, con una Llave.
11. Cerdeña, Italia
Por qué ir: Por sus aguas cristalinas, antiguos nuragas y su inconfundible patrimonio culinario.
Restaurantes de la Guía MICHELIN en Cerdeña: 46 establecimientos, cuatro de ellos con una Estrella y seis Bib Gourmands.
Conocida por sus impresionantes playas, desde la arena blanca de Costa Esmeralda hasta las recónditas calas del sur, Cerdeña ofrece una belleza diversa y virgen. Descubrir la isla va más allá de las vistas: la gastronomía local es un viaje a su riqueza cultural, con platos contundentes como el cochinillo y delicias únicas como la bottarga (huevas de pescado curadas) y el queso pecorino. En los pequeños pueblos, los mercados rebosan de productos de temporada, mientras que los restaurantes de alta cocina exaltan los sabores tradicionales sardos. Tanto si se explora las calles empedradas de Alguer como si se toma el sol en las remotas playas de La Maddalena, esta isla invita a escaparse y darse un capricho. En cuanto a restaurantes, elige el Fradis Minoris, en el sur, menos trillado, que cuenta con una Estrella MICHELIN, o Sa Mandra, en el noroeste, por su cocina de autor.
Dónde alojarse: Elige lugares remotos como el Aethos Sardinia, con vistas al mar desde la piscina, o el Cascioni Eco Retreat, dentro de una antigua granja.
12. Sicilia, Italia
Por qué ir: Por la historia, las ciudades pintorescas, los paisajes espectaculares, las calas y la gastronomía excepcional que se dan cita en esta isla mediterránea.
Restaurantes de la Guía MICHELIN en Sicilia: 92 establecimientos, tres de ellos con dos Estrellas, 20 con una y nueve Bib Gourmands.
Sicilia, la isla más grande de Italia, tiene mucho que ofrecer, desde los bulliciosos mercados de Palermo, llenos de aromas de productos frescos y comida callejera, hasta los viñedos bañados por el sol. En la costa suroeste, muy cerca de Ibla, uno de los centros históricos más encantadores de Sicilia, se encuentra el Duomo, un maravilloso restaurante con dos Estrellas MICHELIN. Para una cocina refinada a precios más asequibles, establecimientos como la Osteria Expanificio, situado en Agrigento, junto al Valle de los Templos, también merecen una visita.
Los paisajes salvajes, desde cumbres volcánicas hasta playas escondidas, son tan diversos como el patrimonio de la isla, una cautivadora mezcla de influencias griegas, romanas, árabes y normandas. Ya sea admirando antiguas ruinas, saboreando platos de marisco con toques cítricos o disfrutando de una copa de los famosos vinos de la isla, Sicilia promete un viaje impregnado de cultura, sabor y belleza en estado puro. Y con las cercanas islas de Pantelleria y Lampedusa, que aportan su propio encanto recóndito, Sicilia sigue siendo una auténtica escapada, atemporal pero refrescantemente moderna.
Dónde alojarse: No faltan opciones, pero el grandioso San Domenico Palace, Taormina, A Four Seasons Hotel, de dos Llaves, es uno de los más destacados de Sicilia. El más accesible Villa Athena Resort, en el Valle de los Templos, es otra excelente opción.

13. Menorca, España
Por qué ir: Es la vecina más íntima de Mallorca, con playas vírgenes, costas naturales intactas, arquitectura histórica y sabores locales.Restaurantes de la Guía MICHELIN en Menorca: Nueve establecimientos examinados por los inspectores.
Todo el mundo conoce Mallorca, pero Menorca, su vecina más tranquila e íntima, es un secreto menos difundido. Esta isla baleárica, con sus playas vírgenes y su costa escarpada, parece un paso atrás en el tiempo, donde la vida transcurre a un ritmo más lento y cada cala escondida parece intacta. Menorca, declarada Reserva de la Biosfera por la UNESCO, garantiza la protección de sus exuberantes paisajes y su rica biodiversidad, lo que la convierte en el destino perfecto para los amantes de la naturaleza.
La escena gastronómica es una deliciosa mezcla de sabores tradicionales españoles y marisco fresco, con especialidades como la caldereta de langosta y el queso de Mahón, servidos en restaurantes como El Rais, con magníficas vistas al mar, o Es Cranc, de ambiente rústico y cocina sincera. A medida que el sol se pone sobre los encantadores pueblos encalados de la isla, descubrirás que la discreta elegancia de Menorca es una de sus cualidades más atractivas.
Dónde alojarse: Menorca tiene algunos hoteles realmente impresionantes, como el Faustino Gran Relais & Chateaux o el Menorca Experimental.
14. Koh Samui, Tailandia
Por qué ir: Playas impresionantes, paisajes exuberantes y un ambiente relajado, con una chispa de resorts de primer nivel.
Restaurantes de la Guía MICHELIN en Koh Samui: 12 establecimientos, cuatro de ellos Bib Gourmand.
Todo el mundo conoce las playas de Phuket, pero Koh Samui, en la costa opuesta de Tailandia, ofrece una escapada más serena y refinada, lo que la convierte en el contrapunto perfecto a su bulliciosa vecina. Con sus playas de arena fina, cascadas ocultas y verdes colinas, los paisajes de Samui parecen un edén tropical, donde los complejos turísticos de lujo se extienden a lo largo de un exuberante litoral.
La gastronomía es una celebración de la herencia tailandesa del sur de la isla, con ricos curris, marisco fresco, como los calamares del restaurante Jun Hom o Kapi Sator, y el singular cerdo a la parrilla al estilo de Samui. A medida que la luz dorada se desvanece y emergen las estrellas, el tranquilo encanto de Koh Samui se hace patente. Hay que ir ahora, antes de que se convierta en otro destino turístico trillado, sobre todo después de que se emita la tercera temporada de The White Lotus.
Dónde alojarse: No faltan hoteles con un factor sorpresa, como el Samujana Villas, de tres Llaves, o el Six Senses Samui, de dos Llaves, con sus villas dispuestas en una verde ladera, o el Four Seasons Koh Samui, con un restaurante con vistas a los bosques de los alrededores.
15. Mallorca, España
Por qué ir: Montañas majestuosas, playas idílicas y pescado fresco siempre en el menú.Restaurantes de la Guía MICHELIN en Mallorca: 37 establecimientos, entre ellos uno con dos Estrellas, nueve con una y dos Bib Gourmands.
Mallorca se ha convertido en la joya de la corona de las Islas Baleares, distanciándose de su reputación de centro de fiestas en zonas como Magaluf. Durante años, ha sido el destino de unos pocos exigentes que saben que su encanto no reside solo en sus playas bañadas por el sol y sus escarpadas montañas, sino también en su rica cultura gastronómica, un entramado de influencias españolas y árabes. No te pierdas el restaurante de dos Estrellas Voro, con su moderna cocina española, o Miceli, con un ambiente más moderno y sabores tradicionales.
La escena gastronómica se ha convertido en uno de los atractivos más irresistibles de Mallorca, que abarca desde rústicos mercados de pueblo donde reinan los productos locales hasta glamurosos restaurantes junto a la playa que sirven marisco recién capturado. Las delicias culinarias incluyen platos de cordero cocinados a fuego lento en las zonas del interior o tapas vibrantes en la bulliciosa Palma. Actualmente, con restaurantes galardonados con Estrellas MICHELIN y tabernas familiares, Mallorca ocupa un lugar destacado en el mapa gastronómico mundial. Visita la isla ahora, antes de que su fama culinaria alcance nuevas cotas.
Dónde alojarse: No te pierdas una estancia en el espectacular La Residencia, A Belmond Hotel, Malloca, de dos Llaves, ubicado junto a la montaña, u opciones más asequibles como el bohemio Bikini Island & Mountain Port de Soller, a orillas del mar.
16. Lanzarote, España
Por qué ir: Por su espectacular paisaje volcánico, su cocina sostenible basada en ingredientes locales y sus galardonados vinos, que ofrecen una escapada inolvidable.Restaurantes de la Guía MICHELIN en Lanzarote: siete establecimientos, entre ellos uno de una Estrella y un Bib Gourmand, además de diversos locales en las islas vecinas de Gran Canaria, Tenerife y La Palma.
El atractivo culinario de Lanzarote se basa en su excepcional terruño volcánico y en un enfoque cada vez más comprometido con la cocina sostenible. Aquí puedes disfrutar de pulpo a la brasa con mojo verde, queso de cabra ahumado y las famosas papas arrugadas. Los campos de lava negra de La Geria producen vinos minerales exclusivos, entre ellos Malvasía Volcánica, un blanco floral idóneo para acompañar mariscos y pescados. La visita a estos viñedos es obligada: prueba los vinos de la Bodega El Grifo, una de las más antiguas de España, o degusta los tintos volcánicos de Bodegas Rubicón, en una finca centenaria.
La escena gastronómica de la isla está salpicada de lugares destacados como el tranquilo El Risco, en Famara, donde la brisa marina acompaña platos de pescado y arroces deliciosos. El entorno también se presta a momentos románticos: brinda al atardecer en las doradas arenas de la Playa del Papagayo o disfruta de un pícnic en los surrealistas acantilados volcánicos de Los Hervideros. Lanzarote es la mezcla perfecta de lujo discreto y autenticidad indómita.
Dónde alojarse: Nuestros inspectores aún no se han sumergido en la isla, pero el Hotel Palacio Ico es uno de los favoritos del público.
Imagen de cabecera: © Six Senses Samui