Viajes 4 minutos 11 diciembre 2023

Los "riad" de las antiguas medinas en Marruecos

Las laberínticas medinas de Marruecos se construyeron para frenar y confundir a los intrusos. Hoy, estas sinuosas callejuelas son un destino popular para los viajeros modernos. Lo mismo ocurre con los hoteles "riad", que se esconden por todas partes.

Los hoteles que aparecen a continuación forman parte de la selección de hoteles de la Guía MICHELIN. Cada uno de los más de 5.000 alojamientos ha sido elegido por nuestros expertos por su estilo, servicio y personalidad únicos. ¡Todos se pueden reservar en el sitio web y en la app de la Guía MICHELIN!

La mayoría de nosotros asociamos las ciudades marroquíes con sus barrios de medinas, laberintos amurallados donde los exploradores curiosos pueden encontrar todo tipo de palacios, mezquitas, fuentes y mercaderes. Cuenta la leyenda que se construyeron deliberadamente para ralentizar y confundir a los intrusos, con pasillos extremadamente estrechos y giros ilógicos. Pero lo que pudo ser un inconveniente para los antiguos invasores es ahora una codiciada atracción para los viajeros modernos, que buscan perderse por sus sinuosas calles.

Y en estas calles hay algo igual de seductor: los riads. El riad -del árabe ryad, que significa "jardín"- es la residencia marroquí por excelencia. El concepto señorial y confortable se adoptó de la villa romana y se adaptó a la región. Los riads (o dars) se organizan en torno a un patio interior, con las habitaciones, ventanas y pasillos orientados hacia el interior para garantizar la intimidad, la tranquilidad y temperaturas más frescas.

Con un elemento central tan característico en su interior, los riads se han convertido en un hogar popular para los hoteles boutique. En nuestra selección encontrarás decenas de ellos en ciudades como Marrakech, Fez y Esauira. Con sus terrazas en la azotea y sus impresionantes vistas del barrio circundante, los riads son la forma ideal de sumergirse en la cultura local mientras se disfruta de un descanso único y agradable, desconectando del ajetreo exterior.

¡Piérdete!


Riad Sakkan
Marrakech, Marruecos

La medina de Marrakech es, en cierto modo, un viaje al pasado, pero también una ciudad vibrante y en constante evolución; quizás, en ningún lugar lo sea más que en Mouassine, el rincón de la medina donde se encuentra el Riad Sakkan. Este es el lado glamuroso, juvenil y más a la moda de Marrakech, lo que explica por qué, a diferencia de la mayoría de los demás hoteles riad, el Riad Sakkan es tan sorprendentemente moderno.

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Riad de Tarabel
Marrakech, Marruecos

Los hoteles riad de Marrakech son pequeños por naturaleza: estas residencias amuralladas, simplemente, no tienen la escala de un gran hotel. Así que si te parece que hay demasiados riads a los que seguir la pista... ¡no te equivocas! Pero dentro de la interminable repetición de formas, hay mucha variedad sutil. El Riad de Tarabel se caracteriza por dos cosas: su enorme tamaño y su aristocrático estilo colonial francés.

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Karawan Riad
Fez, Marruecos

Incluso en Fez, la ciudad que inventó y perfeccionó la forma del riad, el Riad Karawan destaca por algo. Puede que se deba a que fue un palacio-harén del siglo XVII o a que sus propietarios, con visión de futuro, lo han renovado durante décadas. El riad es un excelente ejemplo de cómo trasladar un concepto clásico al siglo XXI sin sacrificar ni un ápice de su esplendor.

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Ryad Dyor
Marrakech, Marruecos

El Ryad Dyor es más luminoso, soleado y acogedor que el resto de los riads. Quizá se deba al origen que sus propietarios, dos diseñadores, uno holandés y otro español, pero, por la razón que sea, destaca por encima de los demás. Es tan privado como cualquier otro riad de la medina, pero donde muchos son oscuros y pesados, éste es más ligero y soleado, dando probablemente un aspecto más accesible que el de un riad tradicional.

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La Sultana Marrakech
Marrakech, Marruecos

Un hotel riad es tan grande como el edificio que lo alberga, pero si uno es demasiado pequeño... ¡se pueden juntar varios! La Sultana, por ejemplo, combina cuatro casas con patio tradicionales (no exentos de un punto chic) en un complejo coherente, creando uno de los hoteles de lujo más completos de la medina. Ofrece mucho espacio para el esparcimiento, pero además las piscinas, fuentes, patios y terrazas de las azoteas parecen no tener fin.

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Dar Darma
Marrakech, Marruecos

Con demasiada frecuencia, "diseño" parece significar en realidad ausencia de diseño, como si el objetivo final fuera librar al hotel de todo lo que no sean camas y paredes blancas. Para eso no hace falta un diseñador, solo unos cuantos mozos. Aquí, en Dar Darma, vemos una excepción, pues es un hotel riad que claramente ha sido vestido por un diseñador. ¿El resultado? Una fantasía de seis habitaciones que deja muy atrás el minimalismo.

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L’Hôtel Marrakech
Marrakech, Marruecos

L'Hôtel lleva la firma de Jasper Conran, el diseñador favorito de Diana, Princesa de Gales, e hijo del legendario diseñador de lujo Sir Terence Conran. Este tipo de diseño es un poco paradójico; no en vano, se ha invertido mucho trabajo en remodelar y rediseñar este riad. El resultado es un hotel que parece que siempre ha estado ahí.

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72 Riad Living
Marrakech, Marruecos

Uno espera de un riad la atmósfera del antiguo mundo marroquí y el 72 ofrece exactamente eso. Sin embargo, aún más inusual es el sutil trasfondo de estilo italiano contemporáneo que recorre todo el hotel. Los propietarios son milaneses y, aunque han amueblado el hotel respetando al máximo la tradición local, su herencia de diseño también es visible en forma de colores vivos y composiciones cuidadas.

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Villa des Orangers
Marrakech, Marruecos

La clave del atractivo de un hotel riad es el contraste entre su entorno urbano -en este caso, un bullicioso barrio al borde de la medina- y el ambiente tranquilo que se respira entre sus muros. Tras una pesada puerta de madera tallada en la calle Sidi Mimoun se encuentra la Villa des Orangers, un par de residencias de principios del siglo XX que rodean dos tranquilos patios, uno de ellos con una piscina climatizada de dieciocho metros.

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Riad Fes
Fez, Marruecos

No tenemos nada en contra de los riads regentados por extranjeros, pero el hecho de que su propietario sea marroquí y, además, arquitecto, habla en favor del Riad Fes. El diseño interior es mucho más cuidado que el de un riad normal y se nota que ha sido decorado con esmero. Es bastante grande para ser un riad, pero el ambiente es íntimo y atesora el servicio personalizado que caracterizan a los hoteles riad.

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Riad El Amine
Fez, Marruecos

Situado en una de las dos medinas de Fez, el Riad El Amine es una fiesta para los sentidos. La arquitectura clásica marroquí y el diseño arabesco dominan este riad de extravagante esplendor. El hotel recibe a sus huéspedes con colores tremendamente ricos y cálidos, así como con suelos de baldosas. Las suites tienen techos altos y zonas de estar para los huéspedes y para tomar el té. El oasis azul de la piscina, en el patio interior, es el lugar ideal para socializar.

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Imagen de cabecera: © La Sultana Marrakech

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