Hotel Marques de Riscal

En la región vinícola de La Rioja está teniendo lugar una especie de carrera armamentística de arquitectura, con edificios nuevos de arquitectos como Zaha Hadid y Santiago Calatrava, a los que ahora se ha sumado uno de los hijos adoptivos del País Vasco: Frank Gehry. En un principio, se construyó para albergar las oficinas centrales de Marqués de Riscal, pero el edificio resultó ser demasiado especial como para no compartirlo. De modo que, ahora, está abierto al público: este ejemplar de The Luxury Collection de Starwood es uno de los hoteles-bodega más excepcionales del mundo.

La nave nodriza de titanio anclada junto a los edificios de la bodega original, del siglo XIX, es una auténtica obra de arte digna de ver. En cuanto a las habitaciones, podrían considerarse lo último en hotelería de lujo contemporánea. La curiosa forma de las habitaciones del edificio principal sigue el contorno de la construcción y, desde los enormes ventanales fijados en un saliente elevado, se observa una red de soportes de acero y cintas de titanio. Las habitaciones de la edificación anexa, en cambio, lucen una arquitectura más tradicional, aunque sus ventanas enmarcan un primer plano del flamante edificio de Gehry.

Por otro lado, ambos tipos de habitaciones garantizan los mismos servicios de primera. El hotel ofrece un spa de vinoterapia Caudalie, equipado con una piscina cubierta y un amplio gimnasio, un restaurante de cocina moderna reconocido con una estrella MICHELIN y unas vistas espectaculares, desde lo alto del edificio de Gehry, así como una infinidad de posibilidades de probar las distintas cosechas de Marqués de Riscal, ya sea en visitas a las bodegas, en catas organizadas, en las comidas, en la cafetería o en la vinoteca de la primera planta.