Viajes 3 minutos 04 febrero 2023

Descubre las casas de los canales de Ámsterdam

La historia de las casas de los canales de Ámsterdam está estrechamente relacionada con la época en la que esta ciudad se convirtió en una potencia económica y bastión del liberalismo. Hoy en día, los profundos terrenos, las amplias habitaciones y los jardines en la parte trasera que caracterizan estos espacios, tanto familiares como empresariales, han inspirado enormemente la creatividad de los hoteleros. Sus magníficas fachadas hablan por sí solas, pero es su personalidad interior lo que las caracteriza.

En la época de 1600, Ámsterdam había alcanzado un éxito comercial inigualable. Mientras en otras grandes ciudades europeas el siglo vio la construcción de palacios y castillos barrocos para la nobleza y la realeza, en Ámsterdam gran parte de la riqueza quedó en manos de los comerciantes. Estos mercaderes, que vendían especias y otras mercancías valiosas en aquel entonces, contribuyeron considerablemente al crecimiento de su ciudad para su propio beneficio. Por ello, la arquitectura barroca holandesa es más sencilla y modesta que la decoración ornamental y ostentosa del resto del continente. Es una de las particularidades que encontramos especialmente en las casas de los canales, donde la funcionalidad era tan importante como la forma.


© The Hoxton, Amsterdam
© The Hoxton, Amsterdam

Las casas del canal no solo eran casas. También se utilizaban como almacenes para todo tipo de mercancías. Según Russell Shorto, historiador especialista en la ciudad, un comerciante con una casa en el canal «podía navegar desde China o Japón hasta Ámsterdam y volver al salón de su casa sin tocar tierra firme». Los pisos superiores se utilizaban para almacenar las mercancías que venían de fuera, y un gancho fijado a la parte superior del edificio (que todavía se puede ver en los tejados de toda la ciudad) permitía izarlas desde los barcos, evitando así las estrechas e incómodas escaleras que dejaban más espacio para las salas de estar.

© The Hoxton, Amsterdam
© The Hoxton, Amsterdam

Los edificios de la época siguen en pie y encarnan un estilo arquitectónico profundamente arraigado en la ciudad. Estas casas estrechas, a veces irregulares, se reflejan por la noche en las oscuras y tranquilas aguas de los canales, ofreciendo una imagen casi irreal con sus fachadas ornamentadas y sus frontones pintorescos. Con el paso del tiempo no han hecho más que adquirir valor. Hoy en día, las casas de los canales son propiedades especialmente apreciadas, y todas ellas son testimonio del pasado y el presente de Ámsterdam. Para los visitantes, es el mejor lugar para sentir el espíritu de la ciudad.

© Pulitzer Amsterdam
© Pulitzer Amsterdam

Compuesto por 5 casas del canal interconectadas, cuando estés en The Hoxton, Ámsterdam, creerás que has crecido unos centímetros. De hecho, a cualquiera que sobrepase la altura media de un comerciante del siglo XVII le resultará difícil pasar por el quinto piso con sus bajos techos. Al recorrer los pasillos, notarás algunas irregularidades en el suelo, esto es, ligeras imperfecciones de las que el Hoxton podría haberse librado en su reforma, pero en una casa del canal no se busca la perfección. En estos honorables edificios se respetan las fantasías de aquel momento porque, incluso en un hotel boutique lujoso, son estos toques excéntricos los que le dan personalidad al lugar, además de atraer a los visitantes que buscan algo más auténtico que una cadena hotelera con gimnasio.

Por eso mismo, las habitaciones del Hoxton presentan techos originales con vigas y grandes espacios acogedores, suelos de parqué en espiga y algunos guiños al pasado de este lugar, ya que fue la residencia del alcalde. Sin embargo, no podemos afirmar que el Hoxton, o cualquier otra casa del canal, tenga un entorno anticuado. Su enorme vestíbulo, moderno y luminoso, abarca todo el ancho de la fachada con los famosos espacios comunes por los que es conocido el hotel. Además, un bello restaurante está disponible tanto para los residentes como para la clientela local.

© The Hoxton Amsterdam
© The Hoxton Amsterdam

El Pulitzer Amsterdam es un laberinto de 25 casas conectadas entre sí y la casa del canal más grande de la ciudad. Su moderna decoración de alta gama oculta grandes referencias a la historia del lugar. El color de las paredes y las alfombras indica que pasamos de una casa del canal a otra, y las habitaciones rinden un conmovedor homenaje al Siglo de Oro neerlandés. El hotel dedica sus extraordinarias suites a antiguos ocupantes imaginarios con decorados inspirados en personajes como el «coleccionista de libros», cuya habitación contiene tantos libros que algunos se utilizan para formar un arco en la entrada. En otras habitaciones, la historia se evoca de forma más sencilla: los cabeceros de madera se inspiran en los frontones típicos de las casas del canal.

El Hoxton y el Pulitzer tienen el estilo de grandes hoteles, pero por muchas casas del canal que tengan, siguen siendo antiguas casas familiares y sus espacios, con sus grandes ventanales y elementos originales, que han conservado un ambiente acogedor. Siempre es una exquisita experiencia que combina la calidez de un hostal con la privacidad de un hotel de lujo.

© Pulitzer Amsterdam
© Pulitzer Amsterdam

El Keizersgracht alberga dos de las casas del canal más pequeñas de la selección de Tablet, situadas a pocos metros la una de la otra. Datados en el siglo XVII, The Pavilions Amsterdam, The Toren y Canal House ofrecen a sus visitantes un encantador vestíbulo en la parte delantera y un tranquilo jardín en la parte de atrás, características típicas de las casas del canal.

© The Pavilions Amsterdam, The Toren
© The Pavilions Amsterdam, The Toren

En cada casa del canal, la experiencia es absolutamente contemporánea. No obstante, son lugares cuyas raíces garantizan la estabilidad de toda la ciudad... ¡y esto no es solo una imagen! Las casas del canal descansan sobre el barro y la arena de los nuevos canales, y debajo hay estacas de madera clavadas en la turba, obra de inmigrantes del siglo XVII que pasaban los días cantando y bebiendo cerveza. Unos 20 km de terreno se han mantenido firmes hasta hoy gracias a la expansión del Siglo de Oro. El mar ha dado paso a estas casas y sin ellas una gran parte de Ámsterdam ya no existiría. Al saber todo esto, comprenderás por qué el pasado está en todas partes, incluso en el desayuno.

© Canal House
© Canal House

«Quería representar la historia de estas casas, pero también el comercio que hizo que los Países Bajos tuviera tanto éxito», cuenta Jessica Frankopan, fundadora y creadora de Canal House. Su hotel está lleno de cuadros y retratos que encajan en perfecta armonía con la decoración oscura y contemplativa de Marcel Wanders, diseñador neerlandés del siglo XX: «Quería crear un espacio tan lujoso como lo habría sido en el siglo XVIII, aquella gran época en la que se traían telas de todo el mundo».

En el cómodo jardín del Canal House y ante una mesa llena de stroopwafels (especie de galletas típicas) y cruasanes, puedes imaginar perfectamente que eres un burgués de Ámsterdam del siglo XVII, con los armarios repletos de dulces de todo el mundo, utilizando el canal como vía de acceso a destinos lejanos y exóticos... Porque, además de todas las consideraciones históricas y arquitectónicas, si solo hubiera un consejo que dar en estas líneas, sería el siguiente: sobre todo, consigue una habitación con vistas.


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Foto de cabecera: © Pulitzer Amsterdam 

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