OCTAVIA CASA

Si Ciudad de México es un torbellino de colores, sonidos y sabores, Octavia Casa es un apacible refugio donde recuperarse de tanta sobrecarga sensorial. Situado en Condesa, uno de los barrios más de moda de la ciudad, este hotel boutique es el proyecto personal de la diseñadora mexicana Roberta Maceda, que recurrió al arquitecto Pablo Pérez Palacios para crear un espacio con el mismo espíritu que su moderna línea de ropa femenina. El resultado es tan elegante como refrescante y sus interiores –luminosos, minimalistas y casi etéreos– se caracterizan por sus líneas limpias y sencillas y sus materiales de origen natural.
En consonancia con el tema, cada una de las siete suites se inspira en un elemento natural, luciendo paredes encaladas, muebles de madera tallada, sofás de lino, alfombras de rafia y camas king size con suaves sábanas de algodón y edredones de plumas pertenecientes a la colección de artículos para el hogar de Maceda. La estética es sobria, pero en cada suite llama la atención alguna pieza diseñada por creadores mexicanos: unas tazas de café hechas a mano, unas estilizadas jarras para el agua de vidrio soplado o unas macetas de cerámica que aportan alegría con su vegetación.
El desayuno continental al estilo mexicano se sirve a la sombra de un guayabo del patio interior. El establecimiento no dispone de restaurante, pero dada su ubicación en medio de un mar de cafeterías, restaurantes, tiendas y bares –además de su fácil acceso a los principales puntos de interés histórico y cultural– es poco probable que el huésped pase gran parte del día encerrado en el hotel. La azotea, sin embargo, es obligada al atardecer y al estar reservada a los huéspedes es el lugar perfecto para disfrutar con toda tranquilidad de las vistas mientras se saborean vinos naturales elaborados en las montañas del norte de Baja California.