Un restaurante de ambiente moderno que sorprende por su propuesta, pues demuestra técnica, creatividad y delicadeza a partes iguales.
El local, próximo al modernista Mercat de Sant Antoni, apuesta por el concepto de la cocina vista, por eso cuenta con dos barras que nos permiten disfrutar del proceso creativo. Defienden una cocina viajera que combina ingredientes de todo el mundo y ve la luz a través de tres menús que se diferencian solo por el número de pases (SLOW, SLOW&LOW y SLOW&LONG), mostrando claras influencias de la gastronomía mexicana pero también guiños a España, Argentina... y hasta al recetario thai, con toques ácidos y picantes bien equilibrados, salsas excelentemente ligadas y una especial devoción tanto por los pescados como por el mundo vegetal. ¿Curiosidades? El menú degustación más largo nos ha sorprendido al añadir una caja de mariscos presentada como en las lonjas, con hielo y decoración a base de algas. ¡Los chefs y los camareros explican cada plato con detalle!