¿Un herrero en la cocina? El chef Ignacio Echapresto demuestra que todo es posible, pues un día decidió cambiar de profesión y acertó de pleno al dejar el yunque por los fogones.
Aquí, en un pequeñísimo pueblo habitado por unas 50 personas, el cocinero y su hermano (Carlos, al frente de la sala y la bodega) han reestructurado la propuesta desde la sostenibilidad para dar más protagonismo al huerto, por eso la experiencia arranca haciendo un recorrido por el mismo (también, antes de pasar a la sala, el chef ofrece unos snacks). Encontrarás unas dependencias de gran confort asomadas al entorno verde circundante y dos menús degustación (Vegetal y Moncalvillo) que evolucionan con la temporada, todo en base a recolecciones diarias, a lo que definen como "el lujo de la inmediatez" y a unas elaboraciones que procuran combinar solo dos o tres elementos (alcachofas, habas, calabaza, membrillo, bacalao, ciervo...). ¡La espléndida bodega se completa con hidromieles gourmet de producción propia!