A pocos metros del Mercado de Colón, que está declarado Monumento Nacional y encarna uno de los mejores ejemplos del modernismo arquitectónico local (de principios del s. XX), se encuentra Fraula, un restaurante actual-minimalista que resulta visualmente vivo y bastante acogedor, tomando su nombre de la palabra "fresa" en valenciano.
Roseta Félix y Daniel Malavía, el tándem de chefs tras el proyecto, buscan la complicidad con el comensal, por eso alternan su trabajo tras los fogones con el servicio en la sala. Ofrecen tres menús de tinte actual (Cebera, solo al mediodía de martes a viernes, y dos más tipo degustación: Alfàbega y Fraula) elaborados en base a los productos de temporada cercanos, por lo que la huerta tiene gran protagonismo. La experiencia es completa, pues empieza con unos magníficos aperitivos (como la deliciosa Tartaleta de mejillones en escabeche y patatas fritas) y siempre termina con un gran postre (nos ha encantado su Huitlacoche, palomitas y ajo negro).