Se encuentra en la Plaza Mayor, está llevado personalmente por el propietario y ofrece una cocina tradicional actualizada de buen nivel, con la opción de un menú degustación sorpresa (Cita a ciegas). La chef Clara Lapuente, que apuesta por el producto de proximidad, trabajó un tiempo como pastelera, lo que se traduce en el dominio de las medidas y los puntos de todos los platos pero, sobre todo, de su riquísima repostería casera. Se halla en la planta baja de un coqueto hotelito, así que a los clientes alojados les suelen ofrecer un menú, a precio fijo, para las cenas. ¡Es necesario reservar!