Hoteles
Hotel Urban
Carrera de San Jeronimo 34, Madrid, España
Puerta del Sol
96 Habitaciones
Diseño moderno y Animado
Agregar a los favoritos
A partir de
-
impuestos incluidos /noche
18.2
/20
Espacios comunes
Habitación(es)
Servicios
Experiencia global
Las valoraciones están en una escala de 20 puntos, a partir de reseñas verificadas de huéspedes. El puntaje de calidad ayuda a garantizar que nuestra selección se mantenga fresca y vital.
NB: la piscina no climatizada ubicada en la azotea del hotel abre durante todo el año, pero el servicio de toallas y tumbonas solo se ofrece durante los meses de verano cuando abre el bar de la terraza.
Madrid es quizás la más conservadora de las grandes ciudades españolas, pero a pesar de ello tiene numerosos ejemplos de diseño moderno, en lo que supone un claro contraste con la arquitectura clásica que prevalece en la ciudad y que en muchos casos se remonta hasta el siglo XVIII o incluso antes. En pleno Madrid de los Austrias, cerca de la Puerta del Sol, se encuentra el Hotel Urban, una estructura sorprendentemente moderna rodeada por edificios antiguos. Esta construcción de metal y cristal choca radicalmente con los clásicos edificios de piedra circundantes. Pero no sólo estamos hablando de diseño contemporáneo. El Urban es rompedor, qué duda cabe, pues proporciona esa estética industrial tan propia de las boutiques más vanguardistas, pero destaca también por su fuerte personalidad.
Su dueño, Jordi Clos, no es sólo un hotelero de éxito sino también un reputado coleccionista de arte y el director de la sociedad arqueológica cuya colección está expuesta en el Urban. La galería que se encuentra en el sótano del hotel alberga una colección permanente de obras de arte egipcias, mientras que las habitaciones de invitados están decoradas con antigüedades de origen hindú y chino, que el huésped podrá apreciar en toda su plenitud gracias a las notas explicativas que acompañan a cada obra, como si de un programa de museo se tratara. El resultado es de lo más atractivo; a diferencia de muchos “hoteles de diseño”, que recuerdan a galerías de arte -con sus paredes completamente blancas y sus muebles minimalistas y donde el arte, sin embargo, a menudo brilla por su ausencia-, el Urban proporciona un espacio lujoso y acogedor, y su faceta de museo de arte no transmite jamás una sensación de esterilidad o vacío.
La decoración de los espacios comunes ha sido altamente individualizada, haciendo especial hincapié en efectos luminosos de lo más originales: una columna de alabastro iluminada que desciende por el atrio hasta alcanzar el suelo del hall, como una corriente de lava, y una mesa de recepción fabricada a partir del mismo material luminoso. En el resto de los espacios, unos tubos fluorescentes de dos metros de longitud se extienden por las paredes, y tras la barra del bar cuelgan hermosos globos con luz interior, reproduciendo una vez más el efecto de metales líquidos.
En los pisos superiores las habitaciones tienen mucho más que ofrecer que esculturas hindúes. Los oscuros suelos de caoba y los muebles de cuero negro crean una atmósfera sobria. Los servicios son de primera categoría e incluyen televisión con pantalla plana y acceso a Internet inalámbrico o wifi. Las ventanas que dan a la calle tienen un cristal doble para aislar las habitaciones del ruido del tráfico y las que dan al patio son tan silenciosas como tumbas egipcias.
Hoy en día, los hoteles de alto diseño ofrecen cuartos de baño que son tan inteligentes como los dormitorios, si no más. Se encuentran detrás de paredes de cristal con accesorios que son tan futuristas como pueda usted imaginarse, desde lavabos cónicos hasta profundas bañeras. Tener toallas y albornoces mullidos es casi una obligación para un hotel de la categoría del Urban, al igual que los productos de baño customizados. En ambos casos, el Urban cumple con nota.
Ubicado entre la Puerta del Sol y el distrito de los museos, el Urban se encuentra muy cerca de numerosos restaurantes y pubs; por eso sorprende, teniendo en cuenta la enorme competencia que existe en la zona, que sus instalaciones tengan tanto éxito. El Cebo y el Glass Bar se cuentan hoy entre los destinos más populares de la noche madrileña, aunque sin duda la principal joya del hotel es su terraza en la azotea. Durante el día, el huésped podrá refrescarse en la piscina, a la vez que toma el sol y disfruta de unas excelentes vistas de la ciudad. Durante la noche la terraza se convierte en un bar al aire libre, con barras de cóctel que se asoman al borde del edificio, a unas seis plantas de altura desde el suelo.
Madrid es quizás la más conservadora de las grandes ciudades españolas, pero a pesar de ello tiene numerosos ejemplos de diseño moderno, en lo que supone un claro contraste con la arquitectura clásica que prevalece en la ciudad y que en muchos casos se remonta hasta el siglo XVIII o incluso antes. En pleno Madrid de los Austrias, cerca de la Puerta del Sol, se encuentra el Hotel Urban, una estructura sorprendentemente moderna rodeada por edificios antiguos. Esta construcción de metal y cristal choca radicalmente con los clásicos edificios de piedra circundantes. Pero no sólo estamos hablando de diseño contemporáneo. El Urban es rompedor, qué duda cabe, pues proporciona esa estética industrial tan propia de las boutiques más vanguardistas, pero destaca también por su fuerte personalidad.
Su dueño, Jordi Clos, no es sólo un hotelero de éxito sino también un reputado coleccionista de arte y el director de la sociedad arqueológica cuya colección está expuesta en el Urban. La galería que se encuentra en el sótano del hotel alberga una colección permanente de obras de arte egipcias, mientras que las habitaciones de invitados están decoradas con antigüedades de origen hindú y chino, que el huésped podrá apreciar en toda su plenitud gracias a las notas explicativas que acompañan a cada obra, como si de un programa de museo se tratara. El resultado es de lo más atractivo; a diferencia de muchos “hoteles de diseño”, que recuerdan a galerías de arte -con sus paredes completamente blancas y sus muebles minimalistas y donde el arte, sin embargo, a menudo brilla por su ausencia-, el Urban proporciona un espacio lujoso y acogedor, y su faceta de museo de arte no transmite jamás una sensación de esterilidad o vacío.
La decoración de los espacios comunes ha sido altamente individualizada, haciendo especial hincapié en efectos luminosos de lo más originales: una columna de alabastro iluminada que desciende por el atrio hasta alcanzar el suelo del hall, como una corriente de lava, y una mesa de recepción fabricada a partir del mismo material luminoso. En el resto de los espacios, unos tubos fluorescentes de dos metros de longitud se extienden por las paredes, y tras la barra del bar cuelgan hermosos globos con luz interior, reproduciendo una vez más el efecto de metales líquidos.
En los pisos superiores las habitaciones tienen mucho más que ofrecer que esculturas hindúes. Los oscuros suelos de caoba y los muebles de cuero negro crean una atmósfera sobria. Los servicios son de primera categoría e incluyen televisión con pantalla plana y acceso a Internet inalámbrico o wifi. Las ventanas que dan a la calle tienen un cristal doble para aislar las habitaciones del ruido del tráfico y las que dan al patio son tan silenciosas como tumbas egipcias.
Hoy en día, los hoteles de alto diseño ofrecen cuartos de baño que son tan inteligentes como los dormitorios, si no más. Se encuentran detrás de paredes de cristal con accesorios que son tan futuristas como pueda usted imaginarse, desde lavabos cónicos hasta profundas bañeras. Tener toallas y albornoces mullidos es casi una obligación para un hotel de la categoría del Urban, al igual que los productos de baño customizados. En ambos casos, el Urban cumple con nota.
Ubicado entre la Puerta del Sol y el distrito de los museos, el Urban se encuentra muy cerca de numerosos restaurantes y pubs; por eso sorprende, teniendo en cuenta la enorme competencia que existe en la zona, que sus instalaciones tengan tanto éxito. El Cebo y el Glass Bar se cuentan hoy entre los destinos más populares de la noche madrileña, aunque sin duda la principal joya del hotel es su terraza en la azotea. Durante el día, el huésped podrá refrescarse en la piscina, a la vez que toma el sol y disfruta de unas excelentes vistas de la ciudad. Durante la noche la terraza se convierte en un bar al aire libre, con barras de cóctel que se asoman al borde del edificio, a unas seis plantas de altura desde el suelo.
Check-in: 2 pm
Check-out: 12 pm
Tarjetas de crédito aceptadas
- El Hotel Urban no acepta huéspedes menores de 12 años.
- En las habitaciones no se pueden añadir cunas ni camas supletorias.
- Reservaciones Plus que cumplan los requisitos: los créditos y descuentos se aplicarán al momento de la salida en moneda local, a menos que se indique lo contrario.
- Reservaciones Plus que cumplan los requisitos: es posible que se entreguen artículos de bienvenida en su habitación después de registrarse. El estado «No molestar» puede afectar a la prestación de estos servicios.
Habitaciones y tarifas
Reserva directamente en la Guía MICHELIN. Nuestros especialistas en viajes están de guardia y listos para ayudar.
Los mejores precios garantizados. ¿Encontraste una tarifa mejor? Háznoslo saber.
Localización
Hotel Urban
Carrera de San Jeronimo 34, Madrid, España
Puerta del Sol