Hotel Rector

Otra cosa no sabemos, pero ciudades antiguas con encanto y espléndidos edificios históricos convertidos en hotelitos boutique con mucho estilo no faltan en España. Que conste que no nos quejamos: el Hotel Rector de Salamanca es el tipo de motivación que anima a la gente a regresar a un lugar una y otra vez. Cuando se visitan demasiadas capitales principales, los viajes empiezan a resultar un tanto monótonos. En España (al igual que en Italia), el mercado secundario y el terciario ofrecen tal variedad de atractivos que no sorprende su condición de eterno destino vacacional.

Basta de hablar en términos abstractos. Al fin y al cabo, el Rector no se distingue por lo que representa, sino por sus atractivos físicos y materiales. No es un concepto, sino un hotel muy concreto. Esta espléndida residencia aristocrática convertida en un hotel de trece habitaciones está situada en el casco antiguo, una visita obligada en esta pintoresca ciudad. El edificio propiamente dicho está muy bien conservado, mientras que los interiores se han subido al tren de la contemporaneidad. Las habitaciones son las de un hotel boutique de lujo, con un estilo contemporáneo bastante conservador.

No merece la pena saturar un hotel tan íntimo con un restaurante de tres estrellas y una piscina cubierta. Los huéspedes con grandes necesidades harán bien en alojarse en un hotel de negocios más convencional. El Rector es una opción idónea para quienes deseen alojarse en un hotel singular y discretamente elegante en el casco antiguo salmantino.

Indicaciones para llegar al hotel:
El Hotel Rector se encuentra a aproximadamente veinte minutos en coche del aeropuerto de Salamanca (SLM) y a solo cinco minutos de la estación de trenes. Desde Madrid se tardan dos horas y media en llegar al Hotel Rector y desde Valladolid, una hora y media.