Grand Hotel et de Milan

Si bien es cierto que Milán no solo es la ciudad más vanguardista de Italia, sino también su centro de desarrollo industrial y la capital de la costura, no debemos olvidar que, al fin y al cabo, no deja de ser Italia, lo que significa que siempre habrá lugar para un poco de historia. Por ejemplo, los apelativos industrial y futurista no son aplicables al Grand Hotel et de Milan, que presenta exactamente la misma elegancia tradicional que La Scala, un teatro que se encuentra a solo unos pasos del hotel. No cabe la menor duda de que su excelente ubicación ha desempeñado un papel fundamental en la historia del hotel, permitiendo que personajes de la talla de Nureyev, Callas, y Caruso honraran al Grand Hotel et de Milan estampando su firma en el libro de huéspedes.

Es bien sabido que Giuseppe Verdi pasó 27 años aquí, incluso su último año de vida. Los espacios comunes siguen estando tal y como él los dejó: llenos de muebles antiguos, suelos de mármol y alfombras orientales. Las habitaciones no son menos imponentes: equipadas con tejidos suntuosos y muebles de época, algunas están decoradas al estilo del siglo XIX y otras se decantan por el art déco o el art nouveau; incluso hay una, la suite 106 o suite Real, que está dedicada a Verdi.

Cabe destacar la cercanía de todos los encantos modernos de Milán: tanto las boutiques de Via della Spiga y Via Montenapoleone como los lugares emblemáticos de la ciudad, entre los que se encuentran Il Duomo y La Scala, están a pocos minutos. Seguramente haya hoteles más modernos y atrevidos, boutiques más pequeñas y lugares que estén más de moda, pero, si Verdi decidió pasar aquí sus últimos días, desde luego, merece la pena verlo.