Casa Sagnier

Cierto que el arquitecto Enric Sagnier, contemporáneo de Antoni Gaudí, nunca alcanzó la fama del padre de la Sagrada Familia, pero ello no le impidió ser el autor de cientos de edificios modernistas de Barcelona. Uno de estos edificios, la Casa Sagnier –terminada en 1892 y residencia personal y estudio durante la segunda mitad de su vida– ha sido reconvertido no hace mucho en un elegante hotel boutique, planteando como un sutil homenaje al arquitecto catalán. Su ubicación en la Rambla de Catalunya, en el corazón del Eixample –el mismo barrio donde los guías turísticos se extienden en explicaciones ante muchas de sus obras– es solo uno de sus puntos fuertes, ya que el primero de ellos es el propio edificio. La elegante fachada de piedra con balcones de hierro forjado causa impresión a primera vista, en especial su imponente mirador, desde donde se divisa la calle y el animado café de la planta baja. Las habitaciones y suites, por su parte, son modernas y acogedoras, con suelos de parqué claro, muebles de cuero y madera y amplios baños con duchas a ras de suelo y artículos de baño fabricados en la región. Sorprende comprobar cuántas disponen de balcón privado o patio interior, que, en el caso de las mejores, se transforma en una amplia terraza con tumbonas y macetas. El hotel se completa con un acogedor salón con chimenea, un gimnasio, un lounge con terraza en la azotea y un animado bar con cómodos asientos desde los que podrás observar el ir y venir de los paseantes.