Hay muchos restaurantes gallegos en Madrid; sin embargo, no es fácil encontrar uno que resulte cercano, innovador y tan diferente. El grupo Zapato Veloz tenía una canción, muy popular en los 90, que decía: "Hay un gallego en la luna"... lo cierto con Lúa (luna en gallego), por suerte para nosotros, es que tenemos un maravilloso "lunático" triunfando en la capital.
La propuesta del chef orensano Manuel Domínguez, hijo de auténticos "pulpeiros", ve la luz tanto en las salas interiores, ambas decoradas con una cálida rusticidad y obras de arte contemporáneas, como en su cuidada terraza. Los platos, a la carta o en dos menús degustación (Lúa y Lúa Chea), dejan ver una cocina totalmente actualizada pero a su vez de marcadas esencias celtas, siempre en base a ingredientes de temporada que juegan a encumbrarse entre sí. Nos ha encantado su emblemático "Pulpo a feira" y la "Tarta líquida de Santiago", una revisión del postre clásico y todo un guiño a sus raíces.