Este bonito y acogedor restaurante de la ciudad de Cabo San Lucas – llamado así por el utensilio de piedra utilizado para moler maíz y otros granos– surge en un camino de tierra, frente a la concentración de hoteles que se encuentra al otro lado de la autopista. Una entrada de estuco blanco da acceso al comedor, una parte de este, acondicionada en un patio plantado con árboles adornados por guirnaldas de luces. La cocina y la barra de azulejos también están al aire libre. La base de su propuesta son los antojitos y las carnes a la parrilla sobre fuego de leña. Algunos platillos como el “taco baja” –dos tortillas de maíz azul con pescado en tempura de tinta de calamar y ensalada de col morada son irresistibles a la vista.