ME Madrid Reina Victoria

Al más puro estilo madrileño, el nuevo hotel boutique de la manzana es, en realidad, un edificio clásico renovado o, más bien, una renovación de otra renovación. Este magnífico edificio de 1923 albergaba, en un principio, a bravos toreros y a los socios de estos y, después, a un público más tranquilo y sibarita, acostumbrado al lujo asiático. Ahora es el ME Madrid, un hotel boutique elegante y moderno de nueva generación, con todas las características de diseño y las opciones de ocio propias de ese tipo de hoteles.

Aunque, en realidad, podrían haber sido más, ya que estuvo a punto de ser un Hard Rock Hotel, pero el proyecto nunca llegó a cuajar. Al final, ha resultado ser un lugar más refinado de lo que ese nombre podría dar a entender, pero también se ha concedido una importancia especial a la vida nocturna. El hotel cuenta con un animado restaurante de tapas y un bar de copas en la planta baja y, en la azotea, tiene otro bar, regentado por el norteamericano Rande Gerber, todo un experto en locales nocturnos.

Siguiendo la costumbre española, la fiesta de arriba suele durar hasta bien entrada la noche. Tampoco se ha subestimado la importancia de las habitaciones. Son elegantes y un tanto masculinas, y tienen unos detalles de tanta categoría que el huésped se sentirá tentado de quedarse a pasar el rato en la habitación. No llega a ser el lujo más fastuoso —por ejemplo, no hay bañeras, sino duchas—, pero en un sitio como este, lo que realmente importa son las espectaculares vistas a los tejados de la ciudad recortados contra el horizonte.