Atrio Restaurante Hotel

Incluso sin el hotel, el restaurante Atrio en sí merece todo tipo de elogios. En esencia es un establecimiento bastante serio y exquisito —con sus manteles blancos y sus camareros bien vestidos—, que armoniza de manera ingeniosa las 14 habitaciones modernas, de líneas puras, con la espectacular arquitectura de la fachada empedrada de unos de los edificios más antiguos de la vieja ciudad amurallada de Cáceres, en Extremadura.

Y si hay alguna decoración en el interior, es en forma de arte; entre las más impresionantes de la colección del hotel destacan unas obras originales de Andy Warhol y de George Baselitz. Mientras tanto, las habitaciones disponen de mucho espacio, tanto físico como mental para la meditación. Casi todo el edificio se viste de un blanco vivo: desde la ropa de cama y los juegos de cortinas, a las paredes blancas con paneles de madera, pasando por las lámparas y los amplios baños con bañeras redondas. Una subida de categoría les añade a las habitaciones un poco más de espacio vital, adornándose con un mobiliario moderno y, por supuesto, una vista estupenda de la ciudad histórica.

En cuanto al ocio, hay mucho que ver más allá de las paredes del hotel. La ciudad de Cáceres, fundada en el siglo I a. C., es un destino digno de visitar, repleto de arcos de medio punto, torres árabes y sinuosas calles empedradas. Y no te puedes perder el legado gastronómico y agrícola de la región de Extremadura. Antes de convertirse en jamón ibérico, los cerdos patanegra se crían en el campo, alimentándose con una dieta de bellota y viviendo una vida de mimos envidiables en vastos bosques de encinas y robles.

Más arriba en la cadena alimenticia, sus comodidades y lujos solo van mejorando. El restaurante del Atrio ha recibido tres estrellas MICHELIN y su magnífica bodega es un lugar sumamente tentador para deleitarse con una gama de vinos Pétrus y Latour, entre otros destacados añejos europeos. A pesar de unas cuantas copas, unos tomates rellenos de carne, un filet mignon ibérico y una trufa pâté en croûte, no resulta difícil regresar a la habitación y disfrutar de un sueño reparador.

Indicaciones para llegar al hotel:
El Atrio Restaurante Hotel se encuentra a 300 km del aeropuerto de Barajas, en Madrid.