Un templo de la cocina ibérica que todo gastrónomo debería conocer, pues emana elegancia, pasión y sinceridad, con un servicio impecable que se desvive para que disfrutemos plenamente de la experiencia. Además, por si deseas alojarte, las maravillosas habitaciones del restaurante-hotel se complementan con 11 lujosísimas suites en la Casa Palacio Paredes Saavedra, a escasos 30 metros.
El chef cacereño al frente, Toño Pérez, nos propone una cocina de altísimo nivel técnico y tintes creativos a través de un único menú degustación que adaptan a nuestras preferencias. En él, descubriremos los sabores del cerdo ibérico (su famoso "cochinito feliz") y de la dehesa extremeña, dando una vuelta al ADN de la tradición local para exaltar los mil matices propios de esta tierra (los guiños al cerdo ibérico se hacen de múltiples formas: manteca, jamón, papada, corteza, jugos, lomo...). ¿Un consejo? No dejes de visitar la espectacular bodega, pues esta... ¡atesora referencias y añadas históricas!