San Isidro Plaza

Al pasear por las calles tranquilas y arboladas de San Isidro, parece mentira que el ruidoso y congestionado centro de Buenos aires se encuentre a solo unos minutos en tren. Hace décadas que esta zona residencial es sinónimo de riqueza y exclusividad porteñas. Es el típico sitio en el que se ven apuestos jugadores de polo en las terrazas de las cafeterías y celebridades paseando a sus perros junto al río. La discreta elegancia de este lugar se plasma en el San Isidro Plaza Hotel.

Los propietarios, haciendo un guiño a los vecinos de la zona, han recreado el ambiente de un club privado. Por lo tanto, el glamur tradicional y el diseño vanguardista de los hoteles de Buenos Aires brillan por su ausencia en el San Isidro Plaza, cuya fachada parece más bien la de un edificio de apartamentos contemporáneo. Los interiores están decorados con un diseño minimalista, techos altos, suelo de madera noble brillante, sofás de piel negros y suaves, enormes otomanas blancas, encimeras de granito resplandecientes y grifería y accesorios cromados. Las habitaciones, suites y estudios ofrecen televisores con pantalla LCD, conexión wifi y vistas: algunas dan al campanario de una catedral cercana, y otras tienen balcones privados en los que el primer café de la mañana es un auténtico placer.

Los huéspedes que deseen replicar el saludable estilo de los vecinos de la zona, tienen a su disposición una piscina pequeña y un health club completamente equipado. Si, por el contrario, deseas deleitar a tu paladar, podrás bajar al moderno bistró de la planta baja y saborear el churrasco y el chorizo tradicionales argentinos, adaptados a la alta cocina, o bien visitar alguno de los excelentes restaurantes de San Isidro, que se encuentran a pocos pasos del hotel.