Resotel Salamanca

El Resotel Salamanca es un caso singular. Lo revelaremos ahora ya que podría ser difícil de entender: se trata de un alojamiento boutique tecnicolor de 11 habitaciones ambientado en las carreras de coches, situado sobre una gasolinera a las afueras de Salamanca. ¿Has visto? Digiere esta información y prepárate para recibir una buena impresión ya que el servicio y la atención al detalle son simplemente increíbles.

Hablando más en serio, prepárate para que te sorprendan... y te hagan reír. Juan Carlos, el gerente y diseñador, asumió la administración de la humilde gasolinera que antes dirigían sus padres, transformándola poco a poco en el sueño febril de un aficionado a la velocidad. Su visión de la hospitalidad se basa en un juego de tonos naranjas y azules de intensidad neón y la colocación de todo tipo de descubrimientos caprichoso en las habitaciones. Claro, hay televisores de pantalla plana, máquinas Nespresso, cargadores para dispositivos electrónicos y conexión wifi gratuita, pero también hay papel higiénico de colores, patitos de goma y globos terráqueos iluminados. La filosofía de diseño es parte de dibujos animados, parte de vivienda eficiente y parte de fantasía biónica, especialmente al tratarse de los dispositivos futuristas de luz. También hay mucha luz natural, la cual rebota en las luminosas superficies, muy apropiado para quienes se identifiquen con el espíritu desenfadado del lugar.

En resumidas cuentas, esta es la parada ideal para refrescar el paladar entre visitas a los puntos de patrimonio cultural europeo con sus estilos barrocos. El alojamiento dispone de una terraza en la azotea con vistas a los jardines, desayuno gratuito tipo bufé y, un poco más adelante en la carretera, el otro negocio de Juan Carlos, el bar-restaurante Pizza Pizza. Aquí lo kitsch alcanza niveles insospechados en un complejo ensamblaje compuesto de neón, artefactos de época, objetos ambientados en la película Speed Racer y fotos antiguas. Aquí podrás repostar tanto tu vehículo como tu estómago.