Altis Belém Hotel & SPA

Lisboa es una ciudad cuyo ambiente hotelero en ocasiones se siente como si estuviera demasiado cerca de su carácter antiguo. Por eso un hotel como el Altis Belém dista mucho de representar el estereotipo, y sugiere que el estilo ultramoderno y lujoso ya tan familiar en Madrid y Barcelona se está difundiendo hacia puntos más lejanos en la península ibérica.


El edificio, diseñado por RISCO, una firma local de arquitectos, le saca el máximo partido a la confluencia sol y mar con la que cuenta Lisboa. El exterior completamente blanco resplandece a la luz del día y los interiores, similarmente perlados, brillan tras las pantallas corredizas de los ventanales. La localización, junto al paseo que bordea la ribera del río, también aprovecha los elementos y le ofrece a los huéspedes acceso fácil a uno de los mejores espacios exteriores de Lisboa, convirtiendo al hotel en un tipo de monumento público.


Una vez adentro, las habitaciones del Altis Belém contribuyen al impresionante efecto ya que representan la visión del hotel boutique de lujo en su más pura expresión: lujosa ropa de cama blanca sobre fondos de madera oscura y baños ultra refinados con tinas de cero privacidad, así que más vale que conozca bien a su acompañante de viaje. Desde el exterior las habitaciones lucen más opacas gracias a las pantallas corredizas de las ventanas, y si está adentro, las vistas de la zona marítima nunca dejan de inspirar.


Hay abundancia de áreas sociales; el restaurante y el café de la planta principal son la conexión inmediata del hotel con la ciudad, y en épocas cálidas las mesas al aire libre tienen una excelente acogida. El bar, con sus vistas desde la terraza, también es muy apreciado, especialmente al atardecer, y la piscina y spa interiores redondean la oferta del Altis, que como boutique de lujo, no deja nada que desear.