Hotel Mercier

Los primeros hoteles boutique de Ámsterdam eran vanguardistas, explotando el éxito del diseño holandés moderno en una escena hotelera pensada para el futuro. Sin embargo, el Hotel Mercier pertenece a una generación posterior, una en la que los encantos históricos de Ámsterdam se integran con una decoración contemporánea ecléctica y la personalidad de los hoteles boutique.

En este caso concreto, lo contemporáneo no significa necesariamente moderno. El estilo del Mercier es retro, mantiene su herencia art déco, aunque se toma alguna libertad postmoderna: es más luminoso, vivo y colorido de lo que sería si respetase estrictamente las normas de ese período. Está decorado con elegancia, distinguiéndose por completo del minimalismo de la primera oleada de hoteles boutique de la ciudad.

Las habitaciones tienen una mezcla de referencias antiguas y diseño contemporáneo, y van desde la honesta habitación doble pequeña a la espaciosa suite júnior y la gran suite nupcial, situada en la buhardilla. Están llenas de servicios modernos, con duchas espaciosas y componentes electrónicos en la cabecera de las camas. El café abierto todo el día llamado Ons Huis añade un toque que convierte el lugar en un hotel boutique maravillosamente modesto y notablemente bien diseñado.