Borgo Egnazia

La soleada costa de Puglia no cuenta con mucho verdor, pero el campo de golf San Doménico es una notable excepción. Y justo al lado del campo, rodeado de jardines y olivares, queda un resort cuya envergadura es igual de inesperada en esta parte del país. Nos referimos a, y tal vez deba pronunciar el nombre completo al menos una vez, el Borgo Egnazia Hotel Ville Spa Golf.


Su diseño intenta replicar un tradicional poblado pugliés, con una configuración de edificios y villas de baja elevación, fabricados en piedra, e interconectados por estrechos caminos. La construcción merece elogios por su apego al carácter local; sin embargo, los interiores lucen mucho menos rústicos. Adentro, la piedra de tono blanco opaco sigue dominando la paleta de colores, pero también se incorpora un elemento de lujo contemporáneo.


Las 63 habitaciones del edificio principal del Borgo sobresalen por su confort y para nada carecen de espacio. Pero algunas familias necesitan más y el Borgo Egnazia escucha sus pedidos; las suites del poblado vienen en versiones de una y dos habitaciones y las 28 villas cuentan con tres recámaras cada una.


Un spa muy completo le extrae el máximo provecho a su construcción tradicional de piedra y brinda una generosa dosis de ambiente junto con sus encantos táctiles. El poblado es prácticamente autónomo gracias a su pequeña selección de restaurantes, pero la lista de actividades es larga: además del campo de golf, hay tres piscinas, dos clubes de playa, una academia de tenis y una escuela de cocina; garantías de que nunca le faltarán cosas que hacer.