Sezz

Nota importante: el Sezz Saint-Tropez es un hotel de temporada y está abierto de abril a octubre.

Cada vez más célebres hoteles boutique de ciudad se amplían a otros destinos turísticos más apartados; aunque estas segundas partes tienen más sentido en unos casos que en otros. En este caso, la existencia de otro Sezz en algún lugar de la Costa Azul parece la cosa más natural del mundo. Y qué mejor sitio para un experimento tan moderno como este que St. Tropez, donde prácticamente todos los hoteles parecen estar anclados, de un modo u otro, en los años sesenta.
Aquí la alianza entre el propietario Shahé Kalaidjian y el diseñador Christophe Pillet se mantiene intacta. Esta vez su colaboración ha resultado en una nueva interpretación de un escenario clásico, con la que Pillet reinventa la estética minimalista y el monocromo. Los materiales se han elegido con cuidado para suavizar el estilo, y se concede una importancia especial a las comodidades; al fin y al cabo, esto es St. Tropez. Todas las habitaciones y suites están atendidas por un asistente personal, de modo que no cabe ni la más remota posibilidad de pasar privaciones.
El complejo hotelero de escasa altura no está en primera línea de playa, y aunque se llega enseguida andando, seguramente muchos huéspedes preferirán la tranquilidad e intimidad de la piscina del Sezz. Un spa imprescindible, un restaurante, el Colette, con una carta de originales especialidades elaboradas con ingredientes frescos de la zona y un bar asociado nada menos que con Dom Perignon redondean la oferta de servicios del hotel. Se trata de una adaptación impecable del Sezz original, un hotel más alegre, lujoso y no mucho menos elegante que su homónimo parisino, igual que St. Tropez.