Hotel Palazzo Manfredi

Se ha dicho que cada ciudad, hasta cierto punto, es única y singular, pero no hay lugar que ofrezca más experiencias absolutamente singulares como la ciudad de Roma. Y por supuesto el Palazzo Manfredi es un ejemplo perfecto, como cualquier otro, de la ciudad: este hotel de lujo se sitúa en una villa del siglo XVI que se encuentra en el mismo lugar que en un entonces solía ser una academia de entrenamiento para gladiadores— y, asimismo como el uso original del sitio, también cuenta con una vista inigualable de primera fila del Coliseo romano. Es justo decir que por aquí hemos visto pasar hoteles de monasterio, de castillo e incluso todo tipo de hotel, pero el día en que una antigua academia de gladiadores se convierta en la nueva onda del mundo hotelero, pues ese día, oficialmente colgaremos los guantes, junto con nuestras computadoras portátiles.

Mientras que un hotelero menor podría adornar las paredes con lanzas y escudos, como suele pasar, los propietarios del Palazzo Manfredi se acogen a un estilo sumamente más nítido, contemporáneo y elegante que inevitablemente lo lleva al día como uno de los hoteles pequeños de lujo más inteligentes de Roma que en este caso se le debe gracias a la diseñadora María Renata Fimiani. Las catorce habitaciones y dos suites están llenas de detalles de diseño sutilmente caprichosos, así como comodidades muy bien pensadas como productos de tocador Bulgari y unos sistemas de home cine B&O. Y en el mejor estilo romano, mientras que las habitaciones son de carácter eminentemente privado, se mezcla también un aspecto social— que en este caso es el bar y restaurante Aroma en la terraza en donde se sirve la buena vida con una vista absolutamente excepcional del Coliseo.