Four Seasons Hotel Prague

Muchos de los mejores hoteles del mundo se caracterizan por su capacidad de sorprender. El Four Seasons es capaz de sorprender de una manera muy sutil: ofreciendo todo lo que cabría esperar de un hotel de lujo, solo que un poco mejor, empezando por la situación del hotel. En Praga, la ubicación ideal de un hotel sería el corazón del casco antiguo, junto al Puente Carlos, y ahí es precisamente donde se encuentra el Four Seasons.

En cuanto a los interiores, especialmente el vestíbulo, el estilo tendría que ser clásico y evocar la época en la que viajar era algo elegante y fastuoso. El Four Seasons derrocha este tipo de estilo: el ala clásica y la renacentista rinden homenaje a la historia de Praga, y el edificio nuevo luce el estilo parisino contemporáneo característico de Pierre-Yves Rochon. Las vistas al castillo de Praga de algunas habitaciones contribuyen al ambiente que se respira en el hotel.

El restaurante es un servicio indispensable, y da la casualidad de que la cocina del Four Seasons es una de las más aplaudidas de la ciudad. Un spa pequeño y un health club barroco con paneles de madera satisfacen las necesidades corporales de los huéspedes, y lo que es más importante: aquí, en este hotel que forma parte de Praga, toda la ciudad estará a tus pies.