Il San Pietro di Positano

Positano es uno de esos rincones de Italia que derrochan una belleza natural deslumbrante. Sus pintorescas casas e iglesias se aferran desesperadamente a la ladera de la montaña y gozan de unas magníficas vistas al mar. Sin embargo, en el dudoso caso de que aún quede algún lugar virgen y ajeno al turismo en las costas italianas, Positano, desde luego, no es uno de ellos.
No es de extrañar que Il San Pietro tampoco sea ningún secreto, teniendo en cuenta que bien podría ser el mejor hotel de la costa amalfitana, así como un serio rival a escala internacional.
La entrada del hotel se distingue por una pequeña capilla en honor a San Pietro que data del siglo XVII y el resto del inmueble se extiende pendiente abajo de manera escalonada, como si de una escalera se tratara. Quizá sea una experiencia un tanto inquietante para quienes no hagan buenas migas con las alturas, pero las vistas que se disfrutan desde todas las habitaciones y terrazas son incomparables. La profundidad de cada uno de los niveles es exactamente la de una habitación, es decir, que, por detrás, las habitaciones están pegadas al acantilado y, por delante, dan a una terraza. Esto significa que no hay vistas de segunda.
El paisaje es tan deslumbrante que el interior del hotel casi es lo de menos; aunque, por fortuna, este detalle tampoco se ha descuidado: las habitaciones son espaciosas, están embaldosadas y ostentan un diseño individual, en un estilo sobrio de un gusto exquisito. Las habitaciones estándar y las de lujo se diferencian, sobre todo, en el tamaño, y las habitaciones «especiales» se caracterizan por detalles tan excepcionales como sus cuartos de baño con paredes de cristal, pensados para que los huéspedes contemplen el panorama mientras se dan un baño.
En lo alto del hotel, el restaurante de cocina tradicional italiana ofrece unas vistas del golfo de Salerno tan espectaculares como las que se dominan desde la piscina esculpida en el acantilado. Los huéspedes pueden utilizar el ascensor del vestíbulo del hotel para bajar a la playa privada, que cuenta, incluso, con un bar de cócteles junto al mar.
Como se habrá figurado, Il San Pietro no es un hotel económico ni mucho menos y si lo calificáramos de «exclusivo», nos seguiríamos quedando cortos. Positano es uno de los rincones más formidables del mundo y, durante décadas, ha sido un lugar frecuentado por los famosos. Adivine en honor a quién ha sido bautizada la habitación 8½.