La Bandita Townhouse

Marido y mujer, cansados del ritmo acelerado que les imponen sus respectivas carreras profesionales, deciden abandonar la gran ciudad para abrir una pequeña casa de huéspedes en un paraje idílico… La historia sería poco (o nada) original sino fuera porque tanto los protagonistas como las carreras que dejaron atrás son dignas de interés: él, ejecutivo discográfico de Sony, se veía obligado (es un decir) a acompañar a las estrellas de rock en sus giras, mientras que ella era redactora de viajes.
En otras palabras, la nueva Bandita Townhouse, hermana menor de la villa original y ubicada en el centro histórico de la pequeña localidad toscana de Pienza, no es el típico negocio familiar, sino un sueño de juventud, un proyecto cuidadosamente ejecutado y muy a la última que combina el encanto rústico de pueblo con el savoir faire urbano.
Acondicionado en un edificio renacentista que durante siglos albergó un convento de monjas, este hotel boutique de doce habitaciones tiene un look muy moderno: muebles blancos, impecables suelos de parqué, equipamientos de baño minimalistas y un sofisticado sistema de iluminación. Pese a todo, los dueños se enorgullecen en señalar que no han cambiado nada a la fachada gastada por el tiempo ni han hecho añadido alguno a la estructura original. Lo que sí hicieron fue echar abajo las celdas de las monjas para crear espaciosas habitaciones tipo loft. La piedra de las paredes y las vigas de madera de los techos las dejaron vistas e incorporaron una decoración con predomino del blanco y las líneas limpias que acabó creando una estética y una elegancia más propias de Milán que de un pueblecito de Toscana.
Tanto en las habitaciones como en la acogedora biblioteca, lo viejo atempera lo nuevo. Sentirá la tentación de acurrucarse en ese sofá de esquina y servirse un trago en el bar de honor. The Townhouse Caffe –con una buena carta de vinos, cocina de acero inoxidable y pizarra con platos del día– tiene un toque más contemporáneo, mientras que el frondoso patio interior parece un testigo del pasado. Para encontrar algo más de ese encanto toscano antiguo solo tendrá que salir a la vieja calle adoquinada. Se encontrará así en pleno corazón de un lugar declarado Patrimonio Mundial por la Unesco: el pueblo de Pienza, del siglo XV.
A tener en cuenta: La Bandita Townhouse abre en temporada y cierra de principios de enero hasta mediados de marzo.
Cómo llegar: La Bandita Townhouse se encuentra a unos 90 minutos de Florencia, a 2 horas de Roma y a 2,5 horas de Pisa. La estación de tren más cercana, Chiusi-Chianciano, está a 45 minutos.